Hollande intenta poner coto al tsunami de la evasi¨®n fiscal en Francia
El El¨ªseo lanzar¨¢ el mi¨¦rcoles un proyecto de ley para moralizar la vida p¨²blica y frenar la corrupci¨®n Fabius desmiente una informaci¨®n publicada por un diario que afirmaba que posee cuentas en Suiza
¡°No debe usted olvidar que somos de izquierdas, Monsieur¡±. Esta frase, pronunciada por un joven que se acerc¨® a Fran?ois Hollande el s¨¢bado en Tulle, el feudo electoral del presidente de la Rep¨²blica, parece anticipar la reacci¨®n del El¨ªseo ante la crisis moral y pol¨ªtica abierta en Francia por la confesi¨®n de J¨¦r?me Cahuzac, el cesado ministro delegado del Presupuesto y Hacienda que admite haber tenido cuentas secretas en Suiza y Singapur.
El domingo, Hollande se reuni¨® con la cadena de mando del Gobierno socialista, incluidos los ministros Manuel Valls (Interior) y Arnaud Montebourg (Recuperaci¨®n Productiva), este ¨²ltimo especialista en fraude fiscal y autor de un informe parlamentario sobre la materia en 2002. La idea del presidente es actuar con la mayor rapidez y decisi¨®n frente al veneno de la evasi¨®n fiscal y el blanqueo de dinero, que ha generado un clima de terror entre la clase pol¨ªtica y un elocuente tsunami antipol¨ªtico entre la ciudadan¨ªa: el 77% de los franceses cree que los pol¨ªticos son corruptos, y el 36% afirma que la pol¨ªtica le produce ¡°asco¡±, seg¨²n un reciente sondeo de Le Figaro.
Hollande tiene un problema muy grave de credibilidad y necesita atajar la deriva de la nave antes de que la lenta maquinaria europea se ponga en marcha para luchar contra el fraude. Las cuentas secretas de Cahuzac eran el secreto mejor guardado de la Rep¨²blica, y tras la confesi¨®n del ministro el ambiente en la clase pol¨ªtica y financiera no ha hecho sino empeorar, y ahora se mueve entre la paranoia y el p¨¢nico. ¡°La poblaci¨®n se ha visto perturbada en lo m¨¢s profundo, y hay una quiebra de confianza con el mundo pol¨ªtico¡±, admite un asesor del presidente.
Las informaciones de que el exministro intent¨® colocar 15 millones de euros en Suiza, mucho m¨¢s de los 600.000 euros confesados, han disparado los nervios y las sospechas a diestro y siniestro. Ya ni siquiera el El¨ªseo escapa a las murmuraciones, y el ministro de Exteriores, Laurent Fabius, n¨²mero dos del Gobierno, ha tenido que salir hoy a desmentir oficialmente un rumor, publicado por Lib¨¦ration, que afirmaba que tiene cuentas en Suiza.
El diario parisiense cont¨®, en una disparatada portada este lunes, que Fabrice Arfi, el redactor de Mediapart que sac¨® la exclusiva sobre Cahuzac, se hab¨ªa reunido con Fabius. Edwy Plenel, el director de Mediapart, ha afirmado que no hay precedentes de que un peri¨®dico revele las fuentes de otro peri¨®dico sin haber siquiera sacado la noticia.
La sensaci¨®n de caos en el Gobierno es tambi¨¦n absoluta. La ministra delegada para las Personas con Minusval¨ªa, Marie-Arlette Carlotti, ha decidido adelantarse a las medidas de Hollande y ha hecho p¨²blico su patrimonio en su blog, igual que hizo el domingo en la prensa el exministro conservador Laurent Wauquiez, que reclam¨® ¡°un Manos Limpias inmediato¡±. Y los Verdes, socios de los socialistas, anunciaron que sus dirigentes har¨¢n p¨²blicas hoy mismo sus declaraciones de renta y patrimonio.
El Gabinete trabaja a toda velocidad para lanzar el mi¨¦rcoles una bater¨ªa de medidas basada en las adelantadas la semana pasada por Hollande: reforzar la independencia de la justicia, reformando el Consejo Superior de la Magistratura; lucha ¡°sin piedad¡± contra el conflicto de intereses mediante la publicaci¨®n y el control del patrimonio de los ministros y parlamentarios; prohibici¨®n de ejercer cargos p¨²blicos a los condenados por fraude fiscal y corrupci¨®n.
La duda es si la necesidad de actuar con rapidez ser¨¢ compatible con la exigencia de ser convincente. ¡°Las medidas ser¨¢n estrictas y severas¡±, dicen fuentes cercanas al primer ministro, Jean-Marc Ayrault. ¡°Ser¨¢ una ley muy completa que ir¨¢ muy lejos en las cuestiones de transparencia, honestidad, lucha contra el fraude fiscal y los para¨ªsos fiscales¡±.
Entre las medidas concretas, Matignon, la sede del primer ministro, dijo que todos los ministros publicar¨¢n sus patrimonios ¡°antes del 15 de abril¡±, que habr¨¢ sanciones m¨¢s duras para los defraudadores, se reabrir¨¢ una fiscal¨ªa de delitos financieros que desapareci¨® durante los Gobiernos de la derecha, y se revisar¨¢ la relaci¨®n con los pa¨ªses no cooperativos en materia fiscal, apuntando a la lista gris de los para¨ªsos fiscales publicada por la OCDE.
Ayrault, en una entrevista a La Nouvelle R¨¦publique, ha afirmado: ¡°Puede que haya dudas y resistencias, pero las combatir¨¦ con todas mis fuerzas. Es la condici¨®n de la confianza¡±.
Pero todos saben que recuperar la credibilidad perdida en el asunto Cahuzac ser¨¢ una tarea ¨ªmproba. No todos los d¨ªas un ministro encargado de luchar contra el fraude fiscal confiesa haber cometido ¨¦l mismo ese delito. Y el ambiente en los pasillos del poder es mort¨ªfero. ¡°Nadie habla con nadie, todo el mundo mira a todo el mundo con desconfianza. Las sospechas son tales que la gente se pregunta si no hay un defraudador detr¨¢s de cada ministro¡±, dice un asesor ministerial a Le Monde. ¡°Hay una psicosis generalizada y los nombres saltan por todas partes. Los consejeros viven con el temor a que su ministro se vea implicado¡±, afirma otro. ¡°Si no hay una reacci¨®n muy r¨¢pida y muy fuerte, no s¨¦ c¨®mo saldremos de esta¡±, afirma un tercero.
En las ¨²ltimas d¨¦cadas, el fen¨®meno global de la fuga de capitales ha desplazado a territorios de fiscalidad reducida, seg¨²n diversos estudios, el equivalente a la suma del PIB de Estados Unidos y el de Jap¨®n ¡ªentre 24 y 32 billones de euros¡ª. Esa inmensa bolsa de dinero constituye una latente amenaza para las democracias occidentales. La evasi¨®n, que se coloc¨® en la agenda internacional con la crisis de 2008 y ha ido progresivamente desapareciendo del debate en Europa, ser¨¢ un asunto central de los pr¨®ximos meses y quiz¨¢ a?os.
Seg¨²n comenta un diplom¨¢tico europeo acreditado en Par¨ªs, ¡°si ese bot¨ªn de dinero amasado durante los a?os de la bonanza y las burbujas especulativas regresara a las democracias occidentales, Europa podr¨ªa salir de la recesi¨®n y el cr¨¦dito bancario volver¨ªa sin duda a fluir. Pero para que regrese habr¨¢ que organizar muy bien el reparto entre los distintos pa¨ªses, y esto podr¨ªa dar lugar a conflictos imprevisibles, e incluso a guerras¡±.
Hasta que ese momento llegue, si llega, Hollande, declarado enemigo de las finanzas y defensor de una Rep¨²blica ejemplar, no tiene m¨¢s remedio que poner toda la carne en el asador. Tras nombrar y mantener durante cuatro meses a un embaucador al frente de las cuentas p¨²blicas, ya no valen las buenas palabras ni las medias tintas.
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