Un acuerdo en el Senado favorece el debate sobre la ley de armas de EE UU

El acuerdo in extremis para extender el control de antecedentes a todas las transacciones comerciales de armas en Estados Unidos al que han llegado este mi¨¦rcoles el senador dem¨®crata Joe Manchin y el republicano Patrick Toomey, despeja el camino para que ma?ana, finalmente, comience a debatirse en la c¨¢mara Alta estadounidense la propuesta de Ley del Partido Dem¨®crata para endurecer el control de las armas. El pacto bipartito puede atraer los votos suficientes para truncar la intenci¨®n de poco m¨¢s de una docena de senadores republicanos que, el pasado lunes, advirtieron de que bloquear¨ªan la posibilidad de que la legislaci¨®n pudiera siquiera discutirse en el pleno del Senado.

La legislaci¨®n sobre el control de armas que este jueves se presenta en el Capitolio es la m¨¢s ambiciosa y restrictiva de EE UU de los ¨²ltimos 20 a?os. Tras la matanza de Newtown, el presidente del pa¨ªs, Barack Obama, ha hecho de la lucha por reducir la violencia armada una de las m¨¢ximas prioridades de su segundo mandato. En estos cuatro meses, el mandatario ha emprendido una tenaz campa?a para tratar de arrancar apoyos a su cruzada y atemperar la dura oposici¨®n de la poderosa NRA y de aquellos republicanos que sostienen que la ley atenta contra el derecho a portar armas garantizado en la Constituci¨®n.

La advertencia del bloqueo a la norma, liderada por Rand Paul y Marco Rubio, dos de las figuras emergentes del Partido Republicano, es un envite directo al presidente que el compromiso bipartito anunciado ayer puede desactivar. ¡°No s¨¦ c¨®mo van a votar mis compa?eros, pero me consta que muchos de mis colegas apoyan esta propuesta¡±, reconoci¨® ayer Toomey. El acuerdo, que se incluir¨¢ como una enmienda, atempera el alcance de la expansi¨®n del control de antecedentes -la ¨²nica medida incluida en la ley que no cuenta con el respaldo republicano-, manteni¨¦ndola para las transacciones comerciales y extendi¨¦ndola a las adquisiciones en ferias de armas y a la compra de armamento por Internet y garantizando la exenci¨®n a las ventas privadas. Esta nueva versi¨®n no es la que defiende la Casa Blanca, que aspira a que todas las operaciones est¨¦n sujetas a una comprobaci¨®n previa, pero es la que satisface a la mayor¨ªa de los republicanos.

La amenaza de bloqueo republicano no es el ¨²nico escollo al que se enfrenta la ley dem¨®crata. Entre las propias filas de ese partido hay varios congresistas que representan a Estados donde la Segunda Enmienda est¨¢ profundamente arraigada, que se juegan su reelecci¨®n en 2014 y que no quieren arriesgarse a votar a favor de la norma y dar la impresi¨®n a sus electores de que est¨¢n en contra del derecho a poseer armas. El hecho de que la Asociaci¨®n Nacional del Rifle haya otorgado su m¨¢xima calificaci¨®n al dem¨®crata Manchin -indicativa de que es muy af¨ªn a sus principios- puede ayudar a disipar las dudas de algunos de sus colegas y garantizar, como pide el presidente estadounidense, que la legislaci¨®n, al menos, llegue a votarse en la C¨¢mara.