Mujica pide disculpas a la presidenta de Argentina por sus recientes insultos
El presidente de Uruguay dijo: ¡°Esta vieja es peor que el tuerto" en referencia a los Kirchner
El presidente de Uruguay, Jos¨¦ Mujica, ha tardado seis d¨ªas en disculparse por las palabras que pronunci¨® en una conversaci¨®n privada captada por un micr¨®fono. En esa charla, mantenida el pasado viernes tras un acto p¨²blico, Mujica dijo: ¡°Esta vieja es peor que el tuerto¡±. Alud¨ªa a la mandataria de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez, y a su esposo, N¨¦stor Kirchner. Pocas horas despu¨¦s, en una carta entregada al embajador uruguayo en Buenos Aires, el Gobierno argentino hizo saber a Mujica que sus palabras eran inaceptables y denigrantes. Hoy por la ma?ana, Mujica se disculp¨® en los micr¨®fonos de la emisora uruguaya M24, donde suele opinar con regularidad. Y lo hizo aludiendo a su ¨¦poca de guerrillero clandestino, hace 50 a?os, y a la necesidad de comunicarse en un lenguaje coloquial, donde lo que importaba era la ¡°finalidad, un tanto conspirativa¡±, m¨¢s que ¡°la verdad absoluta¡±.
"Debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos d¨ªas por mis dichos", se?al¨®. Mujica dijo que a base de aquellos a?os de disciplina y compromiso su cabeza qued¨® reprogramada para olvidar incluso los n¨²meros de tel¨¦fonos m¨¢s ¨ªntimos. Se?al¨® que quien hubiera le¨ªdo la vida de El Busc¨®n o Papillon tal vez podr¨ªa entender todo eso. ¡°Por efecto de aquellos a?os y de aquella dura peripecia de andar en la c¨¢rcel, en Punta Carretas, de rebotar por los cuarteles -conozco m¨¢s de 80 calabozos-, a lo que hay que sumar origen -vengo de los barrios pobres-. Mis amigos del origen andaban en zapatillas, casi no ten¨ªan juguetes. Nuestras veredas eran de piedras. Estoy hablando de hace casi 60 ¨® 70 a?os¡±.
A partir de ah¨ª, el presidente uruguayo fue entrando en el asunto durante un discurso que dur¨® 16,5 minutos: ¡°A resuelta de todo esto, no podemos evitar que nuestro hablar corriente e ¨ªntimo, entre pocos, nuestro lenguaje por momentos reo, es ¨¢spero, dir¨ªa, entre comillas, francamente canero.?La palabra canero proviene de cana, la expresi¨®n que en Argentina y Uruguay se usa coloquialmente para referirse a la polic¨ªa y la c¨¢rcel. ¡°Hab¨ªa que comunicarse adoptando las formas en esa lucha por sobrevivir. Ese lenguaje que est¨¢ a leguas del discurso p¨²blico, que poco tiene que ver con el discurso, con la prensa, tiene que ver con las relaciones ¨ªntimas, entre muy pocos, inevitablemente arrastra en sus modismos nuestras propias historietas¡±.
¡°Ese lenguaje pobre, en la intimidad, qued¨® grabado para siempre¡±, prosigui¨®. ¡°Hubo que hablar por a?os con presos comunes y soldados. Esto importaba, porque acech¨¢bamos la oportunidad de ser libres. Dos veces nos fugamos y otros tantos intentos. Pero ese lenguaje en la intimidad qued¨® grabado para siempre porque hubo que ser mordaz y burlesco y con nosotros mismos para poder hacer en el dolor una sonrisa c¨¢ustica que ayudaba a sobrevivir. Desde entonces reinan entre nosotros los sobrenombres: Mono Camello, Lagarto, Tuerto Rengo, etc¨¦tera. Y tambi¨¦n, la tendencia en ese chamullo de dos o tres, la exageraci¨®n como contracara del vac¨ªo existencial que nos tocaba vivir¡±.
Mujica se disculp¨® en los micr¨®fonos de la emisora uruguaya M24, donde suele opinar con regularidad
¡°Vuelvo a repetir, m¨¢s que lenguaje, chamullo. Un decir entre pocos casi susurrando, donde lo que importa es la finalidad, un tanto conspirativa, no importa la verdad absoluta. Es un lenguaje canero de resistencia, que siempre le est¨¢ acechando a la fuga porque sue?a con la libertad. Es un lenguaje herramienta y no causa. Lenguaje herramienta. Que juega para los ¨ªntimos. Y que no puede ni encajar nom¨¢s con el lenguaje de la libertad de presa con el discurso p¨²blico, que cultivan naturalmente otros fines¡±.
Tras nueve minutos de proleg¨®menos en su alocuci¨®n radiof¨®nica, Mujica pas¨® a pedir disculpas: ¡°El hecho, el hecho¡ el hecho real es que una vez que ha sido violentado la intimidad, por el juego del mercado, no tengo otro camino, porque todo esto que estoy relatando lo pueden entender muy pocos, los que vivieron este tipo de peripecias¡ Debo pedir sentidas disculpas a quienes pude lastimar en estos d¨ªas por mis dichos. Y sobre todo a quienes son como nosotros, integrantes del sue?o de patria grande y federal¡±.
Despu¨¦s, Mujica intent¨® restarle importancia a los problemas comerciales que mantiene su pa¨ªs con Argentina, y aludi¨® a la necesidad que tiene Uruguay de mantener buenas relaciones con el pa¨ªs vecino. ¡°Hemos tratado de hacer todo lo posible por sostener una relaci¨®n que tenga en cuenta los intereses econ¨®micos de la gente que trabaja. Pero, ac¨¢ en este pa¨ªs, hace a?os que existe una campa?a cuasi permanente¡ Que la Rep¨²blica Argentina se cae, que va camino de una rep¨²blica paup¨¦rrima. Se acusa a este Gobierno, al m¨ªo, que se subordina. Lo han acusado, repito, de genuflexo. En realidad, mentira sobre mentira¡±, se?al¨®.
¡°La Argentina ha crecido enormemente¡±, afirm¨®. ¡° Y desde el a?o 52 creo que nunca ha tenido Gobiernos que hiciera tanto por los postergados. ?Qu¨¦ tiene problemas? ?Ja¡! ?Y qui¨¦n no los tiene? (¡) ?Qu¨¦ a veces sus medidas defensivas nos afecta? ?Claro que s¨ª! ?Pero alguien puede negar que la masa del pueblo argentino nos quiere y nos respeta? Quienes conozcan un poco la historia sabr¨¢n que cuando a la Argentina le va bien nosotros nos beneficiamos. Y al rev¨¦s, cuando le va mal nosotros lo padecemos¡±.
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