La polic¨ªa paquistan¨ª detiene al expresidente Pervez Musharraf
Su arresto se ha producido un d¨ªa despu¨¦s de que se escapara de un tribunal de Islamabad
El expresidente paquistan¨ª Pervez Musharraf, que intentaba participar en las elecciones del pr¨®ximo mayo, se encuentra detenido en una residencia de la polic¨ªa desde la ma?ana de hoy viernes. Su arresto se ha producido un d¨ªa despu¨¦s de que se escapara de un tribunal de Islamabad para evitar la orden de detenci¨®n dictada por el juez. M¨¢s all¨¢ del culebr¨®n, la imagen del antiguo jefe del Estado Mayor sometido a la justicia supone una novedad para un pa¨ªs que ha estado gobernado por los militares la mitad de sus 66 a?os de independencia y donde el Ej¨¦rcito a¨²n constituye un poder f¨¢ctico.
Musharraf, que regres¨® a Pakist¨¢n a finales del mes pasado tras cuatro a?os de autoexilio, se enfrenta, entre otros casos, a la acusaci¨®n de haber violado la Constituci¨®n cuando, en 2007, puso bajo arresto domiciliario a varios jueces, tras haber destituido al jefe del Tribunal Supremo, que se negaba a condonar una extensi¨®n de su mandato. Por ello estaba citado el jueves ante el Alto Tribunal de Islamabad, donde confiaba que iba a impon¨¦rsele una fianza. Sin embargo, el magistrado decidi¨® ordenar su detenci¨®n.
Nada m¨¢s o¨ªr la decisi¨®n, el antiguo militar logr¨® escabullirse de la sala protegido por sus guardaespaldas y se refugi¨® en su casa de las afueras de la capital paquistan¨ª. Se produc¨ªa as¨ª una situaci¨®n surrealista en el que las fuerzas de seguridad, en lugar de cumplir la orden del juez y detenerlo, montaban guardia alrededor de su vivienda como si estuvieran esperando instrucciones de alguien para actuar.
Hasta que en la ma?ana de hoy, la televisi¨®n local mostr¨® im¨¢genes de Musharraf entrando en el juzgado rodeado de un imponente despliegue policial. No est¨¢ claro c¨®mo lleg¨® hasta all¨ª. Mientras que un portavoz de la polic¨ªa dijo que le hab¨ªan detenido durante la madrugada, un comunicado de su partido enviado por email a esta corresponsal asegura que se present¨® el mismo ante el magistrado.
¡°Estas acusaciones est¨¢n pol¨ªticamente motivadas y voy a combatirlas en el tribunal, donde la verdad terminar¨¢ por prevalecer¡±, aseguraba poco antes Musharraf en un mensaje colgado en su p¨¢gina de Facebook.
Sin embargo, el tono del enfrentamiento entre los jueces y el ex presidente se hizo evidente cuando esta ma?ana el encargado del caso decidi¨® remitirlo a un tribunal antiterrorista con el argumento de que la detenci¨®n de los magistrados puede constituir un ataque al Estado. El mismo juez pidi¨® a la polic¨ªa que mantuviera a Musharraf bajo su custodia hasta que fuera citado ante la instancia antiterrorista en las siguientes 48 horas. Sin embargo, la polic¨ªa le devolvi¨® a su casa, lo que hizo pensar que quedaba bajo arresto domiciliario. Hasta que varias horas despu¨¦s, el ex mandatario fue trasladado a una casa de hu¨¦spedes dentro del cuartel general de la polic¨ªa en Islamabad.
Tan rocambolesca peripecia para lo que a fin de cuentas no deja de ser una detenci¨®n parece fruto de lo inusitado de la medida. Por primera vez, un hombre que ha ejercido la m¨¢xima representaci¨®n militar, en un pa¨ªs donde ese estamento es intocable, va a verse obligado a responder a los jueces. Aunque no parece que el regreso del dictador haya causado muchas simpat¨ªas entre sus antiguos compa?eros de armas, siempre existe el riesgo de que los guardianes de las esencias no puedan soportar la imagen de uno de los suyos obligado a rendir cuentas al poder civil.
Es probable que en esas 24 horas de vacilaci¨®n entre la orden de detenci¨®n del juez y el arresto efectivo de Musharraf, las autoridades hayan querido asegurarse la neutralidad del Ej¨¦rcito. Las elecciones del pr¨®ximo 11 de mayo van a ser las primeras en que un Gobierno civil y elegido democr¨¢ticamente ser¨¢ relevado en las urnas sin interferencia militar.
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