?Tienen los alemanes sentido del humor?
El humorista brit¨¢nico Eddie Izzard llena un teatro berlin¨¦s tratando de desmontar el estereotipo
Si alguna vez han intentado contar un chiste en un idioma que no sea el suyo, sabr¨¢n que, en general, el humor no se puede traducir. No solo es que un juego de palabras no se entienda en otra lengua. Es que, en cada pa¨ªs, el sentido del humor es distinto.
Sin embargo, el c¨®mico brit¨¢nico Eddie Izzard no parece haberse enterado. Lleva m¨¢s de 10 a?os haciendo re¨ªr a la gente en franc¨¦s. Y ahora, en un camerino del Admiralspalast de Berl¨ªn que huele a humedad, con paredes descascarilladas y una alfombra que parece una reliquia de la ¨¦poca comunista, demuestra que el siguiente idioma en su lista es el alem¨¢n.
¡°Ich kann ein bisschen Deutsch sprechen, aber mein Franz?sisch ist besser als mein deutsch¡± (¡°Hablo un poco de alem¨¢n, pero mi franc¨¦s es mejor que mi alem¨¢n¡±). Y de ah¨ª pasa a alquilar un coche, pedir dos cervezas y un gin tonic con la rapidez y la seguridad de alguien que lleva a?os hablando la lengua, a pesar de que ¡°Ich habe zwei Jahre im Schule die deutsche Sprache gelernt (sic)¡± (¡°Solo lo estudi¨¦ dos a?os en el colegio¡±).
El c¨®mico, al que los carteles que anuncian su primer espect¨¢culo en Alemania llaman ¡°el brit¨¢nico m¨¢s divertido¡±, sabe que hay muchas presiones. Declara a The Guardian que, para finales de este a?o o principios del pr¨®ximo, le gustar¨ªa haber superado el nivel de ¡°alem¨¢n de urgencia¡± para poder emplearlo en el escenario. Su hermano, que es ling¨¹ista, le est¨¢ ayudando.
¡°El objetivo es hablar alem¨¢n y espa?ol de aqu¨ª al a?o que viene. Seguidos de ¨¢rabe y ruso¡±, adelanta. ¡°Por suerte, mi hermano tiene el mismo sentido del humor que yo¡±. El plan forma parte de lo que se podr¨ªa denominar el ¡°Proyecto de superaci¨®n de Eddie Izzard¡±, un intento, dice, de ¡°abrir puertas¡±.
¡°Estoy tratando de tender puentes, en un momento en que esos extremistas de derechas dicen que tenemos que odiar a todos, apartarnos, separarnos. Lo que deber¨ªamos hacer los seres humanos es estar m¨¢s unidos. Hablar otras lenguas es una forma de llegar a la gente y decir: Te respeto y quiero hablar tu idioma¡±.
Es un prop¨®sito que encaja, dice, con su ambici¨®n m¨¢s a largo plazo de ser alcalde de Londres en 2010 ¡ª¡°me gusta la gente. Quiero dedicarme a la pol¨ªtica porque me gusta la gente¡±¡ª y con su postura europe¨ªsta a ultranza. Ahora bien, su ¨¦xito depender¨¢ en gran parte, por supuesto, de que su humor resulte traducible y sea capaz de cruzar fronteras.
En la actualidad est¨¢ realizando una gira mundial con su ¨²ltimo espect¨¢culo, Force Majeure, que le va a llevar a 25 pa¨ªses de todos los continentes. Se trata de la gira m¨¢s amplia jam¨¢s realizada por un c¨®mico; comenz¨® en marzo y se prolongar¨¢ hasta bien entrado 2014. Hasta ahora, Izzard, que tiene 51 a?os, ha actuado en Letonia, Estonia, Croacia, Serbia, Turqu¨ªa, Austria, Alemania y Escandinavia, todos ellos pa¨ªses en los que no es frecuente ver a un monologuista brit¨¢nico.
De lo que no cabe duda es de que la experiencia est¨¢ reforzando su convicci¨®n de que el sentido del humor nacional es una cosa que no existe. ¡°Ni tampoco un sentido del humor europeo. Hay distintos tipos de humor. Est¨¢ el humor surrealista, otro m¨¢s pol¨ªtico y observador, y, como es natural, cada pa¨ªs tiene un sentido del humor m¨¢s general que incluye referencias a Angela Merkel o a las estrellas nacionales de f¨²tbol¡±.
¡°Pero el humor alternativo y m¨¢s progresista, como el de Monty Python ¡ªque ¨¦l asegura que constituye su principal fuente de inspiraci¨®n, mientras que los antiguos miembros del grupo dicen de ¨¦l que es ¡°el Python perdido¡±¡ª, puede ser universal. Obtiene tremendas reacciones, tanto si estoy en los Balcanes como en Alemania¡±.
¡°Durante esta gira he llamado por tel¨¦fono a Michael Palin y Terry Jones para dec¨ªrselo: ¡®?Os dais cuenta de que est¨¢is suscitando unas respuestas incre¨ªbles?¡¯ Porque yo no me esperaba que fuera a llegar a esto¡±.
Hace poco comparti¨® un escenario de Berl¨ªn ¡ªel Admiralspalast, en el que Hitler ten¨ªa un palco del tama?o de una piscina para ver operetas¡ª con Michael Mittermeier, un c¨®mico b¨¢varo muy popular en Alemania. Este, a su vez, debut¨® en Gran Breta?a el verano pasado ¡ªen el Fringe Festival de Edimburgo¡ª con el espect¨¢culo A German on Safari (coproducido por Izzard), representado en ingl¨¦s con acento de Baviera. En vista de su ¨¦xito en el Fringe, este mes va a estar dos semanas en el Soho Theatre de Londres.
¡°Al principio, mucha gente no se cree que pueda existir alguien como yo¡±, dice Mittermeier. ¡°Dicen: ¡®?Un c¨®mico alem¨¢n?¡¯ Soy un oximor¨®n, como un comit¨¦ ruso de derechos humanos o un unicornio¡±.
Izzard est¨¢ tratando de ayudar a Mittermeier, de 47 a?os, a derribar ese t¨®pico. ¡°En Gran Breta?a, a la vez que nos ense?an la tabla del cinco, nos dicen que los alemanes no tienen sentido del humor. Se da por sentado, y ni siquiera tiene nada que ver con la guerra. Pero, cuando uno se para a pensar en ello, es evidente que es una estupidez. ?C¨®mo va a haber un pa¨ªs de 80 millones de personas en el que ni una de ellas tenga sentido del humor?¡±
Prueba de ello, dice, es que el 80% de las butacas de esta noche las han comprado alemanes. Aun as¨ª, el organizador del espect¨¢culo de Izzard y Mittermeier en Berl¨ªn, Thomas Hermann, director del popular Club de la Comedia Quatsch de la ciudad, no puede resistir la tentaci¨®n de hacer una referencia ir¨®nica a la ¡°fama de serios¡± de los alemanes antes de que los c¨®micos salgan a escena. En unas palabras de presentaci¨®n a los 1.700 espectadores, dice: ¡°Si no entienden el chiste, r¨ªanse cuando vean re¨ªr a los dem¨¢s¡±.
Izzard saca a relucir lo que ¨¦l llama su ¡°humor universal¡±. Vestido de vaqueros oscuros, zapatos de tac¨®n negro, las u?as pintadas de rojo (con adornos que incluyen la bandera del Reino Unido y la de la Uni¨®n Europea), sus dos horas de show oscilan entre r¨¢pidas y caprichosas referencias a cosas que van desde conversaciones entre dinosaurios hasta la complicad¨ªsima gram¨¢tica alemana, y su famoso sketch de Darth Vader que intenta, sin ¨¦xito, pedir penne all'arrabbiata en la cafeter¨ªa de la Estrella de la Muerte.
Despu¨¦s de prometer al p¨²blico, en medio de grandes aplausos, que volver¨¢ el a?o que viene para representar su esp¨¨ct¨¢culo en alem¨¢n, pide que levanten la mano los espectadores que son alemanes y luego los que no lo son. ¡°50-50: muy bien, fant¨¢stico¡±, dice. ¡°Si Hitler estuviera en ese maldito palco estar¨ªa muy cabreado¡±.
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