?La debacle de los socialistas europeos?
Se prev¨¦ una ca¨ªda de los dos partidos principales en las elecciones europeas de 2014 La p¨¦rdida de votos afectar¨ªa m¨¢s a los socialistas que a los conservadores
?Socialistas europeos: un¨ªos! Es la consigna del PSOE, que ve en las pr¨®ximas elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2014 una doble oportunidad: su recuperaci¨®n frente al PP y la recuperaci¨®n del socialismo europeo, y a¨²n m¨¢s: de Espa?a y de Europa. Todo va en un solo men¨²: programa y listas comunes del Partido Socialista Europeo (PSE), para disparar la participaci¨®n muy por encima del 43% de 2009.
Pero los socialistas europeos emprenden esta marat¨®n electoral bajo una presi¨®n mucho mayor que conservadores, soberanistas o verdes, por su pecado hist¨®rico de no evitar a tiempo la crisis. Es dif¨ªcil no presentir la tragedia que se avecina: cuando m¨¢s se necesita un PSE fuerte y un Parlamento motor de la democracia europea, y mayor conciencia existe de ello, m¨¢s incierto parece su destino, y m¨¢s probable un batacazo electoral y otro frenazo a la construcci¨®n de Europa. Si quieren que unos ciudadanos hiper-sensibilizados les compren la idea, los socialistas europeos ¨Ctambi¨¦n el PSOE¨C tendr¨¢n que maniobrar muy r¨¢pido y en m¨²ltiples direcciones.
Estamos en un momento de cuestionamiento y sospecha de todos los partidos pol¨ªticos, que durar¨¢ mucho. Si aqu¨¦llos no se renuevan a fondo, ser¨¢ dif¨ªcil convocar a los ciudadanos a que voten listas transnacionales ¨²nicas ?compuestas por esos mismos partidos! ?Por qu¨¦ los partidos ¡°europeos¡± habr¨ªan de ser mejores que los nacionales? Antes se debe reformar la propia casa, de manera hom¨®loga en todo el continente: simpatizantes, listas abiertas, rotaci¨®n de cargos, transparencia. ?Pero qu¨¦ dirigente coger¨¢ ese toro por los cuernos para imponerlo? Dif¨ªcil tarea para el l¨ªder del PSE y probable candidato a presidir la Comisi¨®n Europea, el alem¨¢n Martin Schultz. Y si a ¨¦ste se le elige por consenso, sin ¡°primarias¡±, tambi¨¦n habr¨ªa que explicar por qu¨¦.
Como reconoce la Comisi¨®n, y repiten tercamente los eurobar¨®metros, hace falta mucha pedagog¨ªa (y no s¨®lo cada cuatro a?os) para que quinientos millones de ciudadanos entiendan sus instituciones. Hoy el panorama no es muy halag¨¹e?o: o votas a un parlamento nacional vaciado de poderes, o votas a un parlamento europeo desconocido y maniatado por gobiernos y el Consejo Europeo. ?Est¨¢n dispuestos realmente los ciudadanos ¨C por ejemplo, alemanes y griegos - a reclamar a sus gobiernos un giro de ciento ochenta grados para robustecer la Euroc¨¢mara y dar el salto a una Uni¨®n Pol¨ªtica?
A modo de frontispicio del Parlamento Europeo deber¨ªa figurar una absoluta transparencia, en la financiaci¨®n de los partidos pan-europeos y en la regulaci¨®n de los grupos de inter¨¦s, seg¨²n ha establecido la propia Comisi¨®n. Ojo: los trece partidos europeos suman m¨¢s de treinta millones de euros de presupuesto, y a partir de ahora recibir¨¢n donaciones de decenas de miles de euros procedentes del contribuyente. De paso, es hora de plantear al Consejo eliminar la absurda y onerosa sede parlamentaria de Estrasburgo.
Es m¨¢s: entre los propios socialistas hay discrepancias en la pr¨¢ctica, dependiendo de si gobiernan o no, si est¨¢n en el Parlamento o en la Comisi¨®n, en el norte o sur. A menudo no van de la mano en cuestiones relativas a tratados, pol¨ªticas sociales, el Banco Central Europeo, los eurobonos o el presupuesto. Tampoco los votantes del Laborismo brit¨¢nico, el SPD alem¨¢n, el PD italiano, o el PS portugu¨¦s lo ven igual. Hasta ahora, el PSE ha funcionado por agregaci¨®n, al igual que el resto de formaciones pan-europeas ?Est¨¢n preparados los partidos socialistas para jug¨¢rsela y ceder ¡°soberan¨ªa¡± al PSE con un ¨²nico programa vinculante?
Finalmente, habr¨¢ que replantearse la inserci¨®n del PSE en una Internacional Socialista llena de amistades peligrosas como el Fatah palestino, el PRI mexicano, o el PASOK griego, por no hablar de los malogrados Mubarak y Ben Al¨ª. Una alternativa progresista global deber¨ªa reconstruirse en redes abiertas, menos nominalistas.
Abordar todo lo anterior en solo unos pocos meses es tan necesario como improbable. Tal vez ese proceso podr¨ªa acelerarse si se produce un alivio significativo de las econom¨ªas perif¨¦ricas (pero eso entra dentro de la esfera de los milagros); o si el SPD llegara al poder tras las elecciones legislativas del pr¨®ximo septiembre -sea con Verdes y Liberales, o en grosse koalition con Merkel- y por carambola logra un giro europe¨ªsta de Alemania.
De no ocurrir as¨ª, las elecciones pueden convertirse en el punching ball de los descontentos. La ansiedad europe¨ªsta de unos chocar¨¢ con el impulso primario de castigo, o peor, la indiferencia, de los otros. Es previsible una ca¨ªda en picado de los dos partidos principales ¨C y ?ay Europa!, a manos de los j¨®venes, los m¨¢s castigados - que afectar¨ªa m¨¢s a socialistas que a conservadores. De ese modo se instalar¨ªa a escala europea el debilitamiento del bipartidismo (hoy ambos suman 449 esca?os, de 754) y la fragmentaci¨®n de la izquierda. Los eur¨®fobos - la Liga Norte, los Verdaderos Finlandeses, o el Frente Nacional franc¨¦s - ya se relamen como lobos a las puertas. Tienen la coartada perfecta: ?acaso la UE ¨C identificada en el subconsciente colectivo con la calamitosa ¡°Troika¡± ¨C es ¡°democr¨¢tica¡±? Si los partidos no hacen un esfuerzo herc¨²leo de movilizaci¨®n, podr¨ªa darse una abstenci¨®n demoledora por debajo del 40%. Lo cual ser¨ªa fatal para la legitimidad de la Euroc¨¢mara saliente, y dejar¨ªa el proyecto federalista a los pies de nacionalistas y demagogos.
Queda una esperanza: en oto?o de 2012, m¨¢s de dos tercios de los europeos a¨²n ve¨ªan en la UE la soluci¨®n a sus problemas. M¨¢s all¨¢ de 2014, los socialistas tienen que recomponer un gran movimiento progresista para una Europa mejor.
Vicente Palacio es Director adjunto en la Fundaci¨®n Alternativas, y co-autor del Informe sobre el Estado de la UE: el fracaso de la austeridad
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