Lo que cuesta el ¡®billion¡¯ que no es bill¨®n
La traducci¨®n a 23 idiomas multiplica la factura mientras una ¡®eurolengua¡¯ se abre paso
El dinero tiene su propio lenguaje, sobre todo en Bruselas. ¡°A billion euros¡± en ingl¨¦s es ¡°um bilh?o de euros¡± en portugu¨¦s. En espa?ol, podr¨ªa parecer que ¡°billion¡± es ¡°bill¨®n¡±, pero ¡°a billion euros¡± es ¡°mil millones de euros¡±. Para confundir a¨²n m¨¢s las cosas, ese ¡°billion¡± es ¡°milijarde¡± en croata, y ¡°miljard¡± en holand¨¦s. Cuando un franc¨¦s dice ¡°un billion¡±, que en espa?ol es lo mismo, se refiere a lo que en ingl¨¦s se llama ¡°trillion¡±. Y un ¡°Billiarde¡± alem¨¢n es un ¡°quatrillion¡± franc¨¦s, un cuatrill¨®n. C¨®mo no.
En el cuartel general de la UE, la traducci¨®n es un asunto complicado y, a menudo, caro. La Comisi¨®n Europea tiene tres ¡°lenguas de trabajo¡± oficiales: alem¨¢n, franc¨¦s e ingl¨¦s. Pero, dado que en los Estados miembros se hablan 23 idiomas, existen 506 combinaciones posibles, que requieren traducciones capaces de hablar esos idiomas. Con las sucesivas ampliaciones de la Uni¨®n, el n¨²mero de traductores se ha disparado de entre 200 y 300 a entre 2.000 y 3.000. Se calcula que la UE produce 1,76 millones de p¨¢ginas traducidas al a?o, que cuestan alrededor de 300 millones de euros. El 1 de julio, cuando Croacia se incorpore a la Uni¨®n, habr¨¢ que a?adir una lengua m¨¢s.
Con las ampliaciones de la UE, el n¨²mero de traductores? ha pasado de entre 200 y 300 a entre 2.000 y 3.000
En estos tiempos de austeridad, los gobiernos nacionales est¨¢n deseando recortar el presupuesto de la UE, y por eso se recibi¨® con tanto entusiasmo un reciente discurso del presidente alem¨¢n. Al hablar en febrero sobre el futuro de la integraci¨®n europea, Joachim Gauck propuso que el ingl¨¦s se convierta en lengua oficial de la UE: ¡°Es indudable que, para los j¨®venes, el ingl¨¦s es ya la lingua franca. Pero creo que no debemos dejar la integraci¨®n ling¨¹¨ªstica a merced del azar¡±. M¨²sica para los o¨ªdos tanto de los federalistas como de los halcones fiscales: si en los pasillos de Bruselas se hablara ingl¨¦s, la UE ser¨ªa m¨¢s racional y eficiente.
?Pero es realista esta propuesta? Hasta cierto punto, confirmar¨ªa una tendencia ya existente. Desde el big bang de la ampliaci¨®n al este de Europa en 2004, el uso del franc¨¦s en las reuniones ha ca¨ªdo de forma considerable, y el alem¨¢n lleva ya un tiempo siendo lengua oficial solo en teor¨ªa. Los documentos del Parlamento Europeo ya solo se traducen a las lenguas que tienen algo que ver con el tema: por ejemplo, no existen transcripciones de los debates sobre pol¨ªtica de pesca en checo.
El uso del franc¨¦s en la UE ha ca¨ªdo? y el alem¨¢n lleva ya un tiempo siendo lengua oficial solo en teor¨ªa
Pero, si los Estados miembros del norte y el este adoptaran el ingl¨¦s como lengua oficial, el sur se levantar¨ªa en armas. Algunos diplom¨¢ticos franceses se han quejado de que el ingl¨¦s introducir¨ªa de contrabando ideas ¡°anglosajonas¡± sobre pol¨ªtica y econom¨ªa en la elaboraci¨®n de las pol¨ªticas europeas. El pasado diciembre, un periodista del diario franc¨¦s Lib¨¦ration boicote¨® una rueda de prensa sobre la presidencia de la UE en Dubl¨ªn porque se iba a celebrar exclusivamente en ingl¨¦s. Si de verdad no hab¨ªa dinero para traductores, dijo en su blog, entonces deber¨ªan haberla hecho en ga¨¦lico.
Adem¨¢s habr¨ªa obst¨¢culos legales. ¡°Imponer el ingl¨¦s como lengua oficial de Europa ser¨ªa profundamente antidemocr¨¢tico¡±, dice Diego Marani, novelista y responsable de pol¨ªticas en la Direcci¨®n General de Interpretaci¨®n de la Comisi¨®n Europea. No solo no contribuir¨ªa a la integraci¨®n de Europa, sino que podr¨ªa hacer que el proyecto fuera a¨²n m¨¢s elitista. El coste total de la labor ling¨¹¨ªstica en la UE, destaca Marani, equivale m¨¢s o menos al coste de dos caf¨¦s por persona y a?o: un precio muy barato a cambio de tener m¨¢s democracia.
?Y otras soluciones alternativas? La propuesta de que el lat¨ªn fuera la lengua de trabajo oficial de la instituci¨®n, por desgracia, es un viejo chiste, pero un int¨¦rprete opina que ser¨ªa m¨¢s justo que la lingua franca fuera el esperanto, y no el ingl¨¦s. Otro sugiere que no se permita nunca a los diplom¨¢ticos utilizar su lengua materna, para que nadie juegue con ventaja. Los empleados de la oficina de Marani han experimentado con el ¡°europanto¡±, una cosa que ¨¦l califica como ¡°der jazz des linguas¡±: un idioma hecho de una mezcla libre de lenguas europeas, sin reglas gramaticales y con un vocabulario ilimitado.
Lo del europanto es una broma, desde luego, pero el mensaje que lleva impl¨ªcito es serio. Tal vez no se deba imponer una lengua europea com¨²n, pero eso no quiere decir que, a la larga, no se vaya a desarrollar una lengua as¨ª de manera natural. El a?o pasado, un veterano traductor del Tribunal Europeo de Cuentas, harto, reuni¨® un documento de 33 p¨¢ginas con expresiones en ingl¨¦s que se utilizan mal habitualmente en las publicaciones de la UE (¡°to precise¡± cuando se quiere decir ¡°resumir¡±, ¡°actors¡± para hablar de personas u organizaciones que intervienen en algo, cuando su significado es ¡°persona que act¨²a sobre un escenario¡±). A lo mejor, esa eurolengua que tanto chirr¨ªa a o¨ªdos angl¨®fonos es la nueva lingua franca que est¨¢ form¨¢ndose ante nuestras narices. Discardant la textbuch, externalise sus sprachangst y just improviste.
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