El Papa promete apoyar la b¨²squeda de desaparecidos bajo la dictadura argentina

La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, no hab¨ªa reaccionado bien el mes pasado al nombramiento de Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires, como Papa. Hab¨ªa recordado en aquel momento que hab¨ªa ¡°acusaciones muy serias¡± contra ¨¦l por el secuestro en la ¨²ltima dictadura militar de Argentina (1976-1983) de dos curas de la Compa?¨ªa de Jes¨²s, que Francisco dirig¨ªa en aquel tiempo en este pa¨ªs. Tambi¨¦n se hab¨ªa quejado de que como arzobispo jam¨¢s hab¨ªa hablado de los 500 nietos de las Abuelas de Plaza de Mayo que fueron robados de sus madres desaparecidas y entregados a integrantes de las fuerzas de seguridad y personas vinculadas a ellas, a veces por intermediaci¨®n de religiosas y laicos cat¨®licos.

Sin embargo, Carlotto pidi¨® ver al Papa y este la cit¨® para este mi¨¦rcoles, en una audiencia general en la plaza de San Pedro junto con otras 100.000 personas. Pero Francisco se ha acercado a ella y han hablado durante dos minutos. La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo le ha entregado una carta pidi¨¦ndole que abriera los archivos de la Iglesia argentina y del Vaticano para ver si hay informaci¨®n de sus hijos desaparecidos y nietos robados (a¨²n hay 400 sin identificar, incluido el de ella). Tambi¨¦n le ha rogado que advirtiera a los miembros de la Iglesia sobre el ¡°pecado¡± de ocultar informaci¨®n sobre ¡°secuestros, asesinatos y robos de beb¨¦s perpetrados por el terrorismo de Estado¡±.

¡°Cuenten conmigo, estoy a su disposici¨®n¡±, ha sido la respuesta del Papa, con la que Carlotto ha quedado conforme. ¡°Eso fue suficiente. Nace otra instancia. Fue como una transmisi¨®n de afecto, una transmisi¨®n de la Iglesia que queremos los cat¨®licos. Es un hombre sencillo, con mirada clara, que nos bes¨®¡±, ha dicho en rueda de prensa. Junto a ella estaban otra abuela de Plaza de Mayo, Buscarita Roa, que le ha regalado al Papa el tradicional pa?uelo blanco de las Madres de Plaza de Mayo, y uno de los 108 nietos recuperados, Juan Cabandi¨¦, concejal kirchnerista de Buenos Aires que el d¨ªa de la designaci¨®n de Bergoglio se neg¨® a participar en un homenaje a su figura.

Cabandi¨¦ le ha contado al Papa que estaba leyendo el libro sobre la conferencia episcopal latinoamericana de Aparecida (Brasil) en 2007 que el nuevo pont¨ªfice le hab¨ªa regalado a la presidenta de Argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. El Gobierno argentino dio un giro de 180 grados en su relaci¨®n con Bergoglio: se acabaron los a?os de tensi¨®n desde que lo nombraran pont¨ªfice y se desatara la papaman¨ªa.

Carlotto ha aclarado que el encuentro no cambia el pasado, pero s¨ª el presente: ¡°La historia no se borra, ¨¦l nunca habl¨® de nuestros nietos y hab¨ªa dolor en nosotras. Y lleg¨® la oportunidad... La vida es eso, oportunidades y las abuelas tenemos paciencia¡±.

El pasado jueves, la hermana de uno de los dos jesuitas secuestrados, Graciela Yorio, hab¨ªa declarado como testigo en el tercer juicio sobre los cr¨ªmenes cometidos en la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA), uno de los principales centros clandestinos de detenci¨®n del r¨¦gimen. La testigo denunci¨® que contra su hermano Orlando ocurri¨® una ¡°clara persecuci¨®n [ideol¨®gica] de la Compa?¨ªa de Jes¨²s¡±, que lo desvincul¨® poco antes de ser secuestrado por la dictadura. Graciela Yorio dijo que la desafectaci¨®n de su hermano, un sacerdote que viv¨ªa en un barrio de chabolas y era acusado injustamente de guerrillero, lo dej¨® en una ¡°situaci¨®n de desprotecci¨®n total¡±. Tambi¨¦n cont¨® que Bergoglio le hab¨ªa dicho a ella en aquel tiempo que ¨¦l hab¨ªa hablado bien de su hermano, en contraposici¨®n a lo que sospecha la testigo. En su testimonio, Graciela Yorio no acus¨® de ning¨²n delito al ahora Papa.