Islandia vota un retorno al pasado
Los votantes devuelven al centroderecha el gobierno que perdieron tras la crisis financiera de 2008
Es rubio y de ojos azules. Eso encaja. Fuerte y de piel blanca, viste un forro polar, vaqueros y botas de monta?a. Tambi¨¦n encaja en eso que uno pinta en su cabeza al imaginar a un island¨¦s. Se llama Sturla J¨®nsson, tiene 47 a?os, tres hijos y esposa. M¨¢s: est¨¢ en paro, se dedicaba a la construcci¨®n, trabaj¨® en Noruega para sortear la crisis y se present¨® a las elecciones al Parlamento que se celebraron ayer. Todo suena a esa Islandia que pari¨® el batacazo financiero de 2008. Lo que no cuadra, para ¨¦l, es el rumbo que han tomado las cosas. ¡°Incluso gente que perdi¨® su casa¡±, relata Sturla mientras sorbe un caf¨¦ en el centro de Reikiavik, ¡°ha votado por los partidos de antes de la crisis¡±. Es decir, por el Partido Progresista (PP) , y el Partido de la Independencia (PI). Las mismas formaciones que, de la mano, marcaban el rumbo de la isla justo antes -y tambi¨¦n mucho antes- del crash. Y por todo eso, cay¨® sobre ellos la culpa.
?Entre los dos partidos, anclados en el centroderecha y bien relacionados con la todopoderosa pesca y la agricultura, han acaparado m¨¢s del 50% de los votos. Dicho en plata, el PI, con Bjarni Benediktsson como aspirante a la jefatura del Gobierno (26% de los votos), y el PP, de la mano de Sigmundur David Gunnlaugsson (24%), volver¨¢n a contar con la mayor¨ªa cuatro a?os despu¨¦s de que los islandeses confiasen la salida a la crisis a una coalici¨®n de izquierdas formada por socialdem¨®cratas y ecologistas. Entre risas, Sturla (es costumbre en el pa¨ªs dirigirse por el nombre) recuerda ese dicho que reza algo as¨ª como que ¡°los caballos siempre vuelven pese a que se les azote fuerte¡±.
La econom¨ªa? creci¨® un 1,6% en 2012 y el desempleo baj¨® del 12% al 5%? en dos a?os
?A ¨¦l le golpe¨® de lleno la crisis, pero supo salirse del cuento de hadas. No todos est¨¢n por la labor. ¡°Lo que no puedo olvidar¡±, hace memoria Thora Kristin Thorsdottir, profesora de Sociolog¨ªa en la Universidad de Islandia, ¡°son las expectativas que la gente ten¨ªa antes¡±. Esto es, tres coches mejor que dos, una casa de 100 metros cuadrados y, si puede ser, la boda de 200 invitados. Thora no se cas¨®. Vive en pareja y tiene una hija. ¡°Ya no se puede hacer tanto como cuando est¨¢bamos dentro de la burbuja¡±, reflexiona. ?De ah¨ª la vuelta al pasado? ¡°La gente¡±, prosigue Thora, ¡°culpa al actual Gobierno de no protegerles¡±.Y las urnas han dado muestra de ello. Los socialdem¨®cratas se han desplomado hasta el 12,9% de los votos, dos puntos por encima de Izquierda-Verde.
Protecci¨®n significa hoy en Islandia aliviar la deuda de los hogares (en torno al 100% del PIB). Pr¨¢cticamente todos los islandeses arrastran un pr¨¦stamo. El 90% de las hipotecas est¨¢n indexadas a la inflaci¨®n y esta ronda el 4%. Y es por aqu¨ª por donde se ha colado el Partido Progresista. Su promesa de campa?a: renegociar con los acreedores ¨Cmuchos de ellos hedge funds con activos en la banca- para cancelar parte de la deuda familiar. ¡°Los bancos que cayeron¡±, explica en un intercambio de correos la secretaria del PP, Eygl¨® Thora Hardard¨®ttir, ¡°tienen la responsabilidad de la crisis de la deuda, y creemos que los hogares tienen derecho a reclamar al menos una parte del da?o¡±.
?Eso si los hedge funds se aprestan a negociar. ¡°No est¨¢ bien prometer algo que no est¨¢ en su mano¡±, apunta Kolbeinn ?ttarsson, del diario conservador Frettabladid. ¡°Pero la gente necesita escuchar buenas noticias y siempre se cree en la soluci¨®n m¨¢gica¡±. La que sale de la varita de Bjarni Benediktsson (PI) pasa por una bajada de impuestos y una reducci¨®n de la carga de la deuda vinculada a los precios.
Pr¨¢cticamente todos los islandeses arrastran un pr¨¦stamo. El 90% de las hipotecas est¨¢n indexadas a la inflaci¨®n y esta ronda el 4%
Los bancos islandeses concedieron pr¨¦stamos con la manga ancha, los vincularon a moneda extranjera m¨¢s d¨¦bil, salieron de compras y reunieron una deuda 10 veces por encima del PIB del pa¨ªs. Lleg¨® el batacazo, la corona se desplom¨® y el pez se mordi¨® la cola. Eso fue en 2008, ?y ahora? ¡°Islandia no es un pa¨ªs en crisis¡±, contesta Kolbeinn Stefansson, investigador en Ciencias Pol¨ªticas, ¡°pero la gente se siente traicionada, le prometieron seguridad y bienestar¡±. ?Y el PP se la va dar? ¡°No est¨¢ tan contaminado por la crisis¡±. Y atrajo muchas voluntades tras fallar un tribunal europeo que Islandia no incumpli¨® nada cuando decidi¨® devolver a su manera el dinero que deb¨ªa a Reino Unido y Holanda. Una decisi¨®n que el PP hab¨ªa abanderado en contra de todos. Gan¨®.
Reikiavik no parece la capital de un pa¨ªs en crisis. Este jueves celebraba en las calles la llegada del verano ¨Csu verano, con nieve incluida. En la segunda planta de una librer¨ªa de la calle Laugavegur, Jon Svan Sverrisson, peque?o empresario de imprenta, coincide en pensar que ¡°la gente cree que nada ha cambiado en este tiempo, que la coalici¨®n de izquierda no hizo lo suficiente con la deuda¡±."Los partidos tradicionales [PP y PI] no perdieron demasiado con el colapso¡±, contin¨²a, ¡°y han sido capaces de convencer a los islandeses de que pueden arreglar sus problemas¡±.
S¨ª cambiaron algunas cosas en cuatro a?os. La econom¨ªa volvi¨® a crecer (1,6% en 2012) y el desempleo se situ¨® alrededor del 5% (lleg¨® a alcanzar el 10%). Y muchos despertaron. ¡°La gente quiere saber qui¨¦n se est¨¢ llevando el dinero¡±, dice Elena Mart¨ªnez, espa?ola que trabaja en una granja de discapacitados fuera de Reikiavik. ¡°La crisis es pol¨ªtica y sigue en marcha: por eso hay ahora 15 partidos¡±. Aunque solo dos, el Partido Pirata (5,1%) y Futuro Brillante (8,3%) han logrado asegurarse un sitio en el Althingi (Parlamento).
Esa revoluci¨®n pol¨ªtica con tan buena melod¨ªa tiembla, no obstante, ante el rechazo de PP y PI al proyecto de Constituci¨®n ciudadana que simboliz¨® el cambio. Sturla, con el caf¨¦ ya en los posos, resume una sensaci¨®n que recorre la isla: ¡°Despu¨¦s de haber visto el fondo, el sentimiento es malo; casi preferir¨ªa conducir mi cami¨®n sin saber¡±.
Dos banqueros (solo) entre rejas
Si Islandia ha pintado las banderas de los movimientos civiles ha sido, en gran medida, por su disposici¨®n a encarcelar a los responsables de las entidades bancarias que atizaron la crisis. En la actualidad, dos banqueros se encuentran entre rejas: Ragnar Z. Gudj¨®nsson y J¨®n Thorsteinn J¨®nsson, ex altos cargos de la entidad de ahorro Byr.
La condena: cuatro a?os y medio de prisi¨®n, la sentencia m¨¢s dura dictada por el Supremo island¨¦s desde la creaci¨®n de la fiscal¨ªa especial que persigue a los culpables del batacazo financiero de 2008. Ragnar y J¨®n son culpables de violar la regulaci¨®n de su propia entidad al conceder, en plena crisis, un pr¨¦stamo de m¨¢s de seis millones de euros al grupo de empresas Exeter para que este, a su vez, comprara participaciones en Byr. Algunas de estas porciones pertenec¨ªan precisamente a la cartera de los dos encarcelados.
¡°Hay muchos que no est¨¢n en la c¨¢rcel¡±, explica Andri Thor Sturluson, periodista que sigue de cerca la redada judicial a la banca. ¡°Pero la justicia lo est¨¢ intentando¡±. El exceso de documentaci¨®n y los recursos de buenos equipos de abogados entorpecen el proceso.
No solo con la banca ha afinado la punter¨ªa la justicia. El ex primer ministro Geir Haarde se convirti¨® en abril de 2012 en el primer pol¨ªtico en el banquillo por su responsabilidad en la crisis. Fue declarado inocente en tres de los cuatro cargos en su contra. El tribunal le hall¨® culpable por no convocar al Gobierno, como era su responsabilidad, para analizar la grave situaci¨®n que viv¨ªa el pa¨ªs.
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