Kidal, el ¨²ltimo escollo en Mal¨ª
Tres meses y medio despu¨¦s de la intervenci¨®n francesa, el conflicto en el pa¨ªs del Sahel est¨¢ todav¨ªa lejos de terminar


La guerra de Mal¨ª est¨¢ lejos de haber terminado. Han pasado tres meses y medio desde el desembarco de las tropas francesas, que dio inicio a la operaci¨®n Serval para restablecer la integridad territorial de este pa¨ªs partido en dos por la ocupaci¨®n del norte por parte de grupos armados. Despu¨¦s de ese tiempo, en la ciudad de Kidal las banderas de la Rep¨²blica del Azawad ondean por todas partes con el benepl¨¢cito de las tropas francesas estacionadas a escasos metros. All¨ª, los rebeldes tuaregs del Movimiento Nacional de Liberaci¨®n del Azawad (MNLA) controlan los accesos en tensi¨®n permanente con los soldados chadianos que ocupan una base militar pr¨®xima. Mientras tanto, en Bamako se multiplican las consignas para que haya elecciones presidenciales en julio. Pero, ?c¨®mo celebrar unos comicios cuando en una parte importante del pa¨ªs no hay ni rastro del Ej¨¦rcito o la Administraci¨®n maliense?
Kidal se ha convertido ya en un quebradero de cabeza, en el ¨²ltimo escollo de esta guerra, en la piedra en el zapato del discurso triunfal franc¨¦s respecto al conflicto de Mal¨ª. Esta regi¨®n es el aut¨¦ntico feudo tuareg del norte del pa¨ªs. Hace algo m¨¢s de un a?o, el 30 de marzo de 2012, el Ej¨¦rcito maliense fue expulsado de Kidal tras el ataque combinado de dos grupos tuareg, los rebeldes del MNLA (laicos) y los miembros de Ansar Dine (islamistas radicales a las ¨®rdenes de Iyad Ag Ghali). Tras unos meses de cohabitaci¨®n, estos ¨²ltimos se impusieron a los primeros, aunque la sharia o ley isl¨¢mica no se aplic¨® all¨ª nunca como en Gao o Tombuct¨². Ni amputaciones ni lapidaciones ni castigos corporales.
Sin embargo, la intervenci¨®n francesa en Mal¨ª a partir del 10 de enero y su progresi¨®n hacia el norte del pa¨ªs provoc¨® un cambio de escenario. El 28 de enero, el MNLA, que hab¨ªa sido derrotado en el terreno militar por los yihadistas, aprovecha los bombardeos franceses para volver a tomar Kidal. Los rebeldes tuaregs no solo se benefician de la debilidad de los radicales, sino que se vieron reforzados por la llegada de numerosos elementos que hab¨ªan desertado de las filas de Ansar Dine. Unas horas m¨¢s tarde, los soldados franceses toman el aer¨®dromo de Kidal y el 5 de febrero unos 1.800 militares chadianos llegan a la ciudad. El enemigo com¨²n es los terroristas de la rama magreb¨ª de Al Qaeda y los miembros de Muyao y Ansar Dine, as¨ª que chadianos, franceses y tuaregs empiezan a colaborar.
Hasta ahora, el Ej¨¦rcito de Mal¨ª no ha sido autorizado a entrar en Kidal. La consigna es pol¨ªtica y emana directamente de Par¨ªs. En el resto de Mal¨ª la poblaci¨®n se debate entre el estupor y la indignaci¨®n de comprobar c¨®mo el MNLA, el grupo armado que lleg¨® a un acuerdo con los yihadistas para partir al pa¨ªs en dos y que cometi¨® graves exacciones y abusos en ciudades como Gao, campa a sus anchas en Kidal con permiso de Francia y se permite dictar las ¨®rdenes, nombrar gobernador e incluso proyectar la emisi¨®n de carn¨¦s de la Rep¨²blica del Azawad, un estado que no existe ni ha sido reconocido por ning¨²n pa¨ªs del mundo. La satisfacci¨®n generalizada de los malienses hacia Francia por su r¨¢pida intervenci¨®n para frenar el avance del yihadismo empieza a tornarse en decepci¨®n y malestar por la complacencia gala con el MNLA.
El ministro de Asuntos Exteriores franc¨¦s, Laurent Fabius, fue interpelado hace tres semanas durante su visita a Bamako respecto a la incoherencia francesa en Kidal. Su respuesta, en la que aseguraba que el MNLA ¡°tendr¨¢ que acantonarse y entregar las armas en un momento dado¡± para convertirse en partido pol¨ªtico no ha satisfecho a casi nadie en Mal¨ª, sobre todo despu¨¦s de que el Ej¨¦rcito franc¨¦s anunciara a su llegada hace m¨¢s de dos meses que su intenci¨®n era combatir ¡°a todo grupo armado en el norte de Mal¨ª¡±. El fantasma de la existencia de un estrecho v¨ªnculo entre los rebeldes tuaregs y el El¨ªseo vuelve a reaparecer.
Frente a la propuesta de desarme y su conversi¨®n en partido pol¨ªtico, el MNLA ha comunicado esta semana que ni una cosa ni la otra. ¡°El MNLA ha sabido de fuentes bien informadas y coincidentes que Mal¨ª proyecta atacar nuestras posiciones militares en Anefis, Kidal y Menaka (¡) Informamos a la opini¨®n p¨²blica nacional e internacional de que no dudaremos en ning¨²n momento a la hora de reaccionar militarmente¡±, expresaba el movimiento rebelde mediante un comunicado. Mientras la ONU acaba de aprobar el despliegue de una misi¨®n de mantenimiento de la paz, la Minusma, con 12.600 efectivos, y los franceses han comenzado su retirada (500 de 4.000 soldados ya se han ido) tras haber golpeado duro a los grupos yihadistas, las cosas en Kidal parecen ir en otra direcci¨®n.
Hasta ahora, las fuerzas francesas desplegadas en Mal¨ª han tenido razones para apoyarse en la fuerza independentista tuareg, desde su amplio conocimiento del terreno en el extremo norte del pa¨ªs hasta sus contactos con los terroristas a la hora de intentar localizar a los rehenes galos retenidos por AQMI y Muyao. Sin embargo, la colaboraci¨®n con el MNLA puede volverse en contra de la presencia francesa en Mal¨ª, cuyo Ej¨¦rcito mantiene intacta su sed de venganza contra el MNLA y empieza a mover ficha apuntando hacia Kidal. Un batall¨®n de boinas rojas maliense, el cuerpo de ¨¦lite de esta Armada, se encuentra desde hace un mes en Gao con la intenci¨®n de seguir hacia el norte. Cuando Francia d¨¦ su luz verde.
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