El Gobierno mexicano impone una nueva ¡°narrativa¡± sobre la violencia

La v¨ªspera de la visita a M¨¦xico el pasado jueves del presidente Obama, el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto inform¨® de la detenci¨®n de In¨¦s Coronel, suegro de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, jefe del cartel de Sinaloa. Un breve anuncio y una discreta foto del delincuente dieron cuenta de su arresto y de su importancia en el escalaf¨®n de la mafia de la droga. La informaci¨®n contrast¨® fuertemente con la exhibici¨®n desplegada por el Ejecutivo anterior hace un a?o con la detenci¨®n de un supuesto hijo del Chapo, m¨¢s a¨²n cuando a las pocas horas el ¨¦xito se convirti¨® en un tremendo fiasco al descubrirse que el joven no ten¨ªa ning¨²n parentesco con el capo. El PRI no parece estar dispuesto a tropezar en la misma piedra.

La Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n comparti¨® el mes pasado con los Gobiernos de los Estados una directiva titulada Nueva Narrativa en Materia de Seguridad, a la que ha tenido acceso este diario, en la que impone una presentaci¨®n de la informaci¨®n que no enaltezca la figura de los delincuentes apresados y destaque la coordinaci¨®n entre las diferentes fuerzas de seguridad.

El objetivo de la comunicaci¨®n, se?ala el documento, debe ser contribuir a la meta de ¡°reducir la violencia¡± que se ha fijado el Gobierno, informando sobre los ¡°avances¡± en ¡°prevenci¨®n del delito, reconstrucci¨®n del tejido social y participaci¨®n ciudadana¡±.

Particularmente concretas son las recomendaciones para evitar "la apolog¨ªa de la violencia y el delito". "Las im¨¢genes de los homicidios, las armas y pertrechos de los delincuentes coadyuvan en su beneficio", se dice en el texto, "toda vez que atemorizan a la poblaci¨®n y exacerban a su angustia; y al mismo tiempo inhiben la participaci¨®n ciudadana". Y a?ade: "Los delincuentes han logrado posicionar ante la sociedad una subcultura que los enaltece. La utilizaci¨®n de alias, nombres de las bandas y otros c¨®digos propios de los criminales abonan a favor de sus causas. Conceptos y adjetivos como capos, organizaci¨®n criminal, operador financiero, sicario, cartel, etc¨¦tera, generan la impresi¨®n de que forman parte de una ¨¦lite social encomiable".

Por tanto, la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n quiere poner el ¨¦nfasis "en los beneficios de la estrategia y no en los operativos", "evitar en lo posible mostrar elementos de riqueza y poder de fuego de los criminales", "llamarlos exclusivamente por sus nombres" y no hacer "presentaciones en vivo, ya que es en estas ocasiones cuando existe la posibilidad de que los delincuentes aparezcan sonrientes y desafiantes". "En cualquier caso deben mostrarse vencidos, derrotados", concluye.

Durante el sexenio del presidente Felipe Calder¨®n (2006-2012) las capturas de los narcotraficantes eran presentadas a la opini¨®n p¨²blica con todo lujo de detalles, exhibiendo adem¨¢s el armamento, el dinero y la droga incautados. Llegaron a darse casos donde el presunto delincuente daba entrevistas. El despliegue ten¨ªa entre otros efectos contraproducentes, seg¨²n algunos expertos en seguridad como se?al¨® el general colombiano y asesor de Pe?a Nieto, ?scar Naranjo, en entrevista con el PA?S, el desatar una competencia entre los diferentes cuerpos de seguridad -Ej¨¦rcito, Marina, Polic¨ªa Federal, etc¨¦tera- por los ¨¦xitos, y que ¨¦stos fueran vistos como m¨¦ritos de las distintas instituciones y no del Gobierno en su conjunto.

Ahora, el PRI-Gobierno considera "indispensable" una "forma de comunicar las acciones del Estado", en la que se destaque el profesionalismo de las fuerzas de seguridad y se tenga muy presente que "la vinculaci¨®n de la sociedad con la estrategia de seguridad es de la mayor importancia", ya que "se requiere un esfuerzo nacional, en el que el resultado sea responsabilidad y m¨¦rito de todos".

Pero la nueva "conversaci¨®n" que propone el Gobierno a los medios tiene riesgos: que se minimicen los hechos e incluso que crezca la autocensura, como ya ocurre en distintas publicaciones del pa¨ªs, que desde hace meses ante las amenazas del narco, la falta de protecci¨®n de las autoridades y la poca tendencia a informar de este tema del gobierno han dejado de reportar sobre el crimen organizado. El presidente de EE UU se fue, pero, narrativas aparte, la violencia no: m¨¢s de 40 personas han muerto en todo el pa¨ªs desde el viernes.