Un siglo de noticias en espa?ol en Nueva York
'El Diario la Prensa' repasa y celebra su historia
El 12 de octubre de 1913 sal¨ªa a las calles de Nueva York La Prensa, un semanario dirigido a la comunidad hispana. Un siglo despu¨¦s, adaptado al formato tabloide y fusionado con la que anta?o fue su competencia, El Diario La Prensa sigue en la brecha. Es el peri¨®dico diario en espa?ol m¨¢s antiguo de Estados Unidos, una de las 300 publicaciones ¨¦tnicas o comunitarias que se imprimen en Nueva York. La mitad de ellas en idiomas que no son el ingl¨¦s. En total el panorama pol¨ªglota de la prensa en Nueva York engloba 36 idiomas, seg¨²n datos recabados porVoices of New York.
¡°En t¨¦rminos hist¨®ricos hay publicaciones m¨¢s antiguas en h¨²ngaro y escandinavo, pero no son diarios¡±, explica Maite Junco, directora de esta web afiliada a la Escuela de Periodismo del City University of New York (CUNY).
Poco se sabe del fundador de La Prensa, Rafael Viera y Ayala, m¨¢s all¨¢ de unos documentos que el periodista e investigador Carlos Rodr¨ªguez encontr¨® mientras preparaba una web conmemorativa del centenario, en los que se habla del impulso detr¨¢s del entonces semanario como de un intento por contrarrestar las publicaciones anarquistas, que abundaban en la ciudad.
En aquellos a?os, principios del siglo XX, cubanos y espa?oles formaban el grueso de la poblaci¨®n hispana en Nueva York, y fue precisamente un espa?ol de madre puertorrique?a, el ingeniero licenciado en Harvard Jos¨¦ Camprub¨ª, quien compr¨® La Prensa cuatro a?os despu¨¦s de su fundaci¨®n. Hermano de Zenobia Camprub¨ª y por lo tanto cu?ado del poeta Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, Jos¨¦ transform¨® la publicaci¨®n en un diario e invirti¨® en una imprenta propia. ¡°Desde el principio La Prensa tuvo vocaci¨®n de servir al conjunto de la comunidad hispana, incluidos los filipinos¡±, apunta Rodr¨ªguez. ¡°Esa primera etapa es la m¨¢s espa?ola, un momento en el que en las p¨¢ginas del peri¨®dico se celebraba el paso por Nueva York de figuras como Ram¨®n de Valle-Incl¨¢n, Jacinto Benavente, Blasco Ib¨¢?ez o Concha Piquer, que realmente alcanz¨® la categor¨ªa de estrella en esta ciudad. Aunque la comunidad espa?ola fue disminuyendo, esta publicaci¨®n sobrevivi¨® gracias al constante flujo de inmigrantes desde Puerto Rico y otros pa¨ªses en las d¨¦cadas siguientes. Lo m¨¢s importante es que sigui¨® entrando gente que hablaba espa?ol¡±.
En su repaso por la historia del diario, Rodr¨ªguez destaca la importancia del Acta Jones, ¨Cque otorg¨® ciudadan¨ªa estadounidense a los puertorrique?os¨C y distingue tres etapas fundamentales en la vida de El Diario La Prensa; la primera, que abarca hasta 1942 en la que el diario fue dirigido por espa?oles; una segunda, en la que surge El Diario como medio de la competencia en Brooklyn; y una tercera que llega hasta la actualidad y arranca con la fusi¨®n de los dos peri¨®dicos en 1963. Con motivo del centenario se organizar¨¢ una exposici¨®n en el King Juan Carlos I Center de NYU el pr¨®ximo oto?o y se publican semanalmente noticias hist¨®ricas en las p¨¢ginas del peri¨®dico. Tambi¨¦n est¨¢n previstas conferencias y encuentros cuyo calendario a¨²n no se ha hecho p¨²blico.
El nacimiento de La Prensa coincidi¨® con el de varias instituciones hispanas como la Hispanic Society, fundada cuatro a?os antes, o la Asociaci¨®n de profesores de Espa?ol en 1917, la primera en EE UU dedicada al estudio de una lengua moderna. Un primer momento de auge del idioma que llev¨® The New York Herald a proclamar en 1916 que en Nueva York ¡°todo el mundo habla espa?ol¡±. La Prensa, con Camprub¨ª al frente, apost¨® por prestar servicios comunitarios, como asesoramiento legal a sus lectores acusados de deserci¨®n durante la llamada a filas de la Primera Guerra Mundial; tom¨® una postura firme contra Trujillo, tambi¨¦n contra la ocupaci¨®n de la Rep¨²blica Dominicana por parte de EE UU; y en julio de 1936, tras un inesperado silencio de su secci¨®n de opini¨®n ante el alzamiento del General Franco, el subdirector, Jos¨¦ Mar¨ªa Torres Perona, fue destituido por diferencias ideol¨®gicas con el due?o, Jos¨¦.
Desde la detenci¨®n de 14 anarquistas acusados de planear un atentado contra el presidente Wilson en 1919 en Harlem, hasta las cr¨®nicas deportivas de la liga de f¨²tbol, pasando por la respuesta de la comunidad hispana a la Ley de la Prohibici¨®n o la pol¨¦mica que enfrent¨® al pintor Diego Rivera con la familia Rockefeller, un repaso a esa primera historia de La Prensa descubre historias sepultadas. "El Diario La Prensa ha acompa?ado el crecimiento y transformaci¨®n de la poblaci¨®n hispana en Nueva York, es un bar¨®metro del desarrollo de esta comunidad en la ciudad en el ¨²ltimo siglo¡±, explica el profesor del Centro de Estudios Americanos de la Universidad de Columbia Claudio Iv¨¢n Remeseira, autor del libro Hispanic NY y del blog www.hispanicny.com .
Desde la Gardelman¨ªa que cundi¨® en la ciudad hasta la ¡°fiesta j¨ªbara¡± con que se recibi¨® a los soldados del Regimiento 65 a su regreso de Corea; las gangas de los 50; el asalto al Capitolio en 1954; la llegada de Fidel Castro a la ciudad, ¨Cen principio saludada con entusiasmo desde el peri¨®dico, que pronto cambi¨® su postura¨C; la ascensi¨®n de los Young Lords, la respuesta boricua a los Black Panthers; la explotaci¨®n de agricultores; o la denuncia de la gentrificaci¨®n, el peri¨®dico hispano de Nueva York, ofrece un potente retrato de la comunidad a la que se ha dirigido. ¡°El Diario La Prensa va reflejando los cambios, por ejemplo la llegada masiva en avi¨®n de puertorrique?os en los a?os 50. Se trata de poblaci¨®n eminentemente rural que necesitaba un medio m¨¢s popular y este peri¨®dico se fue ajustando a su p¨²blico¡±, se?ala Remeseira. ¡°En el momento actual este medio est¨¢ haciendo un ajuste a la revoluci¨®n tecnol¨®gica con un nuevo propietario, el grupo argentino Impremedia, y resulta muy indicativo que sea latinoamericano¡±. El profesor entiende esto como parte de un boom en la actualidad, que es fruto de la explosi¨®n de inmigraci¨®n latina en los 80 y a la notable diversidad que esta comunidad tiene en Nueva York.
¡°El grupo m¨¢s importante de inmigrantes en EE UU es mexicano, pero en esta ciudad van en tercer lugar y la nacionalidad predominante, puertorrique?os, representan solo el 36%. Esta convivencia de gentes de distinto origen supone una pan-latinizaci¨®n, hay una mezcla muy grande. Cualquier hispanoamericano encuentra una referencia que le hace sentir en casa. Pero la formaci¨®n de la identidad hispana no depende de un solo medio ni de una ¨²nica ciudad, es un universo total¡±. Advierte Remeseira sobre la diferencia a menudo soslayada, que engloba el t¨¦rmino latino, en t¨¦rminos de identidad. ¡°Los inmigrantes de primera generaci¨®n tienen una cultura de origen, sus hijos son norteamericanos. No es lo mismo latino que latinoamericano¡±. Todos sin embargo han formado y forman parte de la historia de El Diario La Prensa.
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