El esc¨¢ndalo del avi¨®n dudoso en Costa Rica tumba al m¨¢ximo jerarca antidrogas

Se llama Mauricio Boraschi Hern¨¢ndez y la propia presidenta Laura Chinchilla lo llam¨® ¡°zar antinarco¡± cuando lo nombr¨® en el cargo de Comisionado Nacional Antidrogas y director de la Direcci¨®n de Inteligencia y Seguridad (DIS) de Costa Rica. Era uno de sus hombres de confianza en el gabinete, con oficina propia en la sede presidencial y un amplio margen de acci¨®n en un sector prioritario para este Gobierno. Era leal a la mandataria.

Era todo eso hasta este jueves por la noche, cuando Chinchilla lo anunci¨® en cadena televisiva como un ca¨ªdo m¨¢s tras el mayor esc¨¢ndalo presidencial desde que asumi¨® el poder, en mayo del 2010. Boraschi result¨® culpado por fallas en la seguridad presidencial al permitir que la presidenta viajara un avi¨®n privado facilitado por un empresario colombiano, quien ha sido cuestionado en el pasado por supuestas relaciones con un famoso narcotraficante capturado en 2007 en Brasil.

Boraschi, abogado de 42 a?os, es la segunda v¨ªctima de la crisis causada por el avi¨®n con que Chinchilla viaj¨® este fin de semana a Per¨² para la boda de un hijo de su vicepresidente Luis Liberman, y para una r¨¢pida visita al presidente Ollanta Humala programada a ¨²ltima hora. El primero en caer fue el ministro de Comunicaci¨®n y hombre fuerte del gabinete, Francisco Chac¨®n, quien anunci¨® su renuncia en una conferencia de prensa este mi¨¦rcoles.

Ante los periodistas tambi¨¦n estaba Boraschi diciendo que solo dejar¨ªa el cargo si se lo ped¨ªa Chinchilla (exministra de Seguridad). Tambi¨¦n lo repiti¨® en un popular programa de radio con la periodista Amelia Rueda, pero a¨²n faltaba una jornada de jueves marcada por la tensi¨®n y la expectativa ante noticias adicionales. El anuncio lleg¨® por televisi¨®n a las 9 de la noche (horario inusualmente tard¨ªo para mensajes presidenciales): Chinchilla consider¨® imperdonables los errores en la seguridad y divulg¨® la salida de Boraschi, aunque en forma de renuncia. En su logar nombr¨® a un exfiscal llamado Celso Gamboa que ha fungido como viceministro de Seguridad.

El Gobierno ha insistido rechazar cualquier sospecha de corrupci¨®n o falta de ¨¦tica; todo lo han explicado como errores en los controles de seguridad, motivados en buena parte por el enga?o que Chac¨®n dijo haber sufrido ante las aparentes identidades m¨²ltiples del empresario que facilit¨® el avi¨®n. Este es un colombiano millonario radicado en Costa Rica y naturalizado gracias a un matrimonio en apariencia falso con una joven costarricense que vive en un barrio marginal, como public¨® el diario local La Naci¨®n.

La tercera baja en este caso, tambi¨¦n divulgada en el mensaje televisado, se llama Irene Pacheco y carece completamente de responsabilidades pol¨ªticas. Ha sido por 11 a?os la ayudante personal de Chinchilla, encargada de la agenda, los recados y el maquillaje. Ella habr¨ªa sido la persona que, ante la carencia de una aeronave presidencial, gestion¨® en marzo la b¨²squeda de particulares que ofrecieran un avi¨®n privado para llevar a Chinchilla contrarreloj al funeral de Hugo Ch¨¢vez, en Caracas.

Esa fue la primera vez que la gobernante us¨® el avi¨®n de matr¨ªcula estadounidense registrado a nombre de una compa?¨ªa petrolera que en apariencia carece de operaciones reales en Costa Rica. Esa empresa es representada por el colombiano Morales y tambi¨¦n por Rolando Fonseca, un exfutbolista famoso por su r¨¦cord de goles con la Selecci¨®n de Futbol. Ambos estuvieron con Chac¨®n el mi¨¦rcoles 8 de mayo, tres d¨ªas antes de que el avi¨®n despegara al mediod¨ªa con rumbo a Lima. Iban Chinchilla, su esposo, el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Rico, Francisco Chac¨®n y su esposa, Anabel Gonz¨¢lez (ministra de Comercio Exterior), adem¨¢s de la omnipresente Pacheco.

El caso indigna a la dispersa oposici¨®n pol¨ªtica, que tampoco olvida la proximidad de las elecciones de febrero de 2014. Algunos diputados piden la renuncia de la propia presidenta, otros exigen separar de funciones a todo el gabinete y otros, abrir todos los frentes de investigaci¨®n posibles en lo judicial y lo pol¨ªtico. Tanto ellos como la propia Chinchilla expresaron preocupaci¨®n por el perjuicio que este caso pueda ocasionar a la imagen de Costa Rica como un pa¨ªs estable y a¨²n a salvo del derrumbe institucional que provocan las bandas de crimen organizado en otros pa¨ªses de la regi¨®n.

Lo que no est¨¢ a salvo es la solidez del gobierno de Chinchilla, golpeado como nadie imagin¨® tres a?os despu¨¦s de comenzar con un robusto capital pol¨ªtico a su favor, con la inspiraci¨®n de ser la primera mujer gobernante y con una fuerte apuesta contra la inseguridad y el narcotr¨¢fico. Esta polit¨®loga enfrenta su ¨²ltimo a?o de gobierno con los lazos casi todos con su Partido Liberaci¨®n Nacional (PLN), sin sus manos derechas en la Presidencia y con las presionas propias de un a?o electoral (en Costa Rica no existe reelecci¨®n continua). M¨¢s bien casos como los del avi¨®n a Per¨² generan perjuicios para la campa?a que ya organiza el candidato presidencial oficialista, Johnny Araya, quien aparece como favorito en las encuestas a nueves meses de los comicios.

Ni siquiera el buen ritmo econ¨®mico global del pa¨ªs ni la merma en los ¨ªndices de inseguridad parecen levantar la imagen popular de Chinchilla, a quien la poblaci¨®n en general le recrimina m¨¢s falta de liderazgo y de manejo pol¨ªtico y no tanto conductas de corrupci¨®n, seg¨²n encuestas recientes. ¡°Debemos resguardar con m¨¢s celo nuestra institucionalidad¡±, dijo la presidenta a manera de moraleja sobre un caso al que a¨²n nadie se atreve a poner el punto final, salvo ella.