El feudo de los K se enroca en el silencio
Un caso de presunto blanqueo y el enriquecimiento de personas de su entorno en r¨ªo Gallegos proyectan sombras sobre la familia presidencial
R¨ªo Gallegos es una ciudad patag¨®nica de 100.000 habitantes, a tres horas de vuelo desde Buenos Aires. No hay ning¨²n cine, es g¨¦lida, ventosa y gris. La gente suele irse en cuanto se pensiona. Sin embargo, N¨¦stor Kirchner siempre volv¨ªa. En la cafeter¨ªa del hotel Santa Cruz ten¨ªa reservada su mesa redonda con siete sillas. Ahora vive all¨ª su hijo M¨¢ximo, de 36 a?os, aunque apenas se le suele ver por la calle. All¨ª acude muchos fines de semana Cristina Fern¨¢ndez para visitar al hijo. Y all¨ª se encuentra el mausoleo de N¨¦stor Kirchner, una obra de unos 11 metros de alto, 15 de largo por 13 de ancho. Hay 10 c¨¢maras de v¨ªdeo colocadas en lo alto de la mole y dos personas cumplen el exclusivo y relajante cometido de custodiar la seguridad de la tumba.
La obra corri¨® a cargo de L¨¢zaro B¨¢ez, amigo de N¨¦stor Kirchner y m¨¢ximo beneficiario de las obras p¨²blicas en la provincia patag¨®nica de Santa Cruz. En el resto de Argentina muy poca gente conoc¨ªa el nombre de L¨¢zaro B¨¢ez. Hasta que en la noche del domingo 14 de abril Jorge Lanata, el periodista m¨¢s popular de Argentina, emiti¨® un reportaje televisado donde por primera vez aparec¨ªan dos personas, Leonardo Fari?a y Federico Elaskar, admitiendo que B¨¢ez lavaba dinero. Reconocieron que ellos trabajaban para ¨¦l y a?adieron que B¨¢ez blanque¨® unos 55 millones de euros en varios para¨ªsos fiscales.
M¨¢s de dos semanas despu¨¦s, el viernes 3 de mayo un fiscal imput¨® a L¨¢zaro B¨¢ez y a su hijo Mart¨ªn B¨¢ez por lavado de dinero. Y, desde entonces, la atenci¨®n volvi¨® a fijarse en esta peque?a localidad de tres peri¨®dicos de los cuales solo uno informa sobre el caso B¨¢ez. El diario se llama Prensa Libre y pertenece al propio B¨¢ez. El pasado mi¨¦rcoles, el diario de B¨¢ez informaba en ¡°exclusiva¡± sobre la denuncia que B¨¢ez hab¨ªa interpuesto contra Leonardo Fari?a, el contable que lo involucr¨® en el blanqueo de dinero.
¡°Cuando Kirchner se fue a Buenos Aires, en 2007, se llev¨® a muchos colaboradores para all¨¢¡±, comenta un empleado de la Casa de Gobierno de Santa Cruz. ¡°Y a alguna de esa gente los vimos volver al cabo de un a?o con mucho dinero. Y sin disimularlo. Si ten¨ªan que comprarse una casa se la compraban ac¨¢, para presumir delante de todo el pueblo¡±.
¡°Es cierto que se comentan muchas cosas en la cancha, en la confiter¨ªa, en la calle¡¡±, se?ala el gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta. ¡°Pero hay que probar si el enriquecimiento de alguien se hizo de una forma il¨ªcita. Cuando apareci¨® esto lo primero que hicimos en la Gobernaci¨®n fue ponernos a disposici¨®n de la justicia. Necesitamos que esa investigaci¨®n se haga. Porque si hubo obra p¨²blica a la que se acusa de haber sido pagada con sobreprecio hay que probarlo. Despu¨¦s, lo que hizo B¨¢ez con esa plata es un problema de ¨¦l como empresario. Pero la gente tiene que quedarse tranquila en saber c¨®mo se manej¨® este proceso. Me hubiera gustado que la presidenta [Cristina Fern¨¢ndez] hubiese dicho esto mismo: que la justicia act¨²e, que se aclare¡±.
A ra¨ªz del caso B¨¢ez, los medios m¨¢s cr¨ªticos contra el Gobierno de Fern¨¢ndez volvieron a informar sobre c¨®mo se hab¨ªan enriquecido los llamados ¡°ping¨¹inos¡±, es decir, los colaboradores que ya trabajaban con Kirchner cuando era gobernador y a mucho de los cuales se llev¨® a Buenos Aires. Y sali¨® a relucir el nombre de Rudy Ulloa, el hombre que comenz¨® ceb¨¢ndole el mate a Kirchner y haci¨¦ndole recados, despu¨¦s fue su ch¨®fer, m¨¢s adelante compr¨® varios medios de comunicaci¨®n en Santa Cruz, un supermercado, y se construy¨® una bonita casa en R¨ªo Gallegos donde ha instalado seguridad privada las 24 horas.
Este periodista intent¨® comunicarse con L¨¢zaro B¨¢ez, en cuya casa tambi¨¦n hay un coche de vigilancia apostado las 24 horas; con su hijo Mart¨ªn B¨¢ez, tambi¨¦n acusado de lavado de dinero y propietario del edificio Club Boca de R¨ªo Gallegos, a cuya inauguraci¨®n asisti¨® Cristina Fern¨¢ndez en 2011; con el director del diario Prensa Libre y la emisora Magna, pertenecientes a B¨¢ez. Intent¨® hablar, igualmente, con M¨¢ximo Kirchner en la inmobiliaria donde supuestamente trabaja; contact¨® con dos amigos de M¨¢ximo Kirchner, dos diputados de la organizaci¨®n juvenil La C¨¢mpora, Mauricio G¨®mez Bull y Mat¨ªas Bezzi, que indicaron que ten¨ªan que sopesar si hablaban y despu¨¦s rechazaron ponerse al tel¨¦fono.
Finalmente, Rudy Ulloa, el antiguo ayudante personal de Kirchner, accedi¨® a mencionar unas escuetas palabras: ¡°Nunca he concedido una entrevista. Solo voy a decir que a m¨ª no me perdonan el ¨¦xito. No me perdonan que empec¨¦ limpiando zapatos y repartiendo peri¨®dicos y ahora tengo unos 200 empleados y una linda casa. Con mi amigo del alma, que cada d¨ªa lo extra?o m¨¢s, aprend¨ª a ser buena persona. Y que es posible mejorar el mundo, que las cosas pueden hacerse. Ahora lo que siento es que todas estas acusaciones de lavado de dinero llegan cuando ¨¦l no est¨¢ ac¨¢ para defenderse¡±.
Cristina Fern¨¢ndez no se ha referido nunca directamente al caso de L¨¢zaro B¨¢ez. Tan s¨®lo brome¨® al respecto el pasado 2 de mayo, pero sin mencionar su nombre: ¡°Si tomamos una unidad de medici¨®n igual para todos, vamos a encontrar much¨ªsimos empresarios y empresas K [kirchneristas] en la Argentina, porque se han cansado de ganar plata los bancos y las empresas¡±.
L¨¢zaro B¨¢ez, sin embargo, aclar¨® esta semana ante la justicia que es ¡°un hombre de bien¡±. Su diario lo public¨® el jueves en exclusiva.
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