Bachelet mantiene el suspenso sobre un posible giro a la izquierda
A un mes de las primarias de la oposici¨®n, es una inc¨®gnita el nivel de profundidad de las reformas que pretende llevar a cabo la expresidenta de Chile si llega a La Moneda
La expresidenta Michelle Bachelet ha tenido una agenda intensa desde que lleg¨® a Chile el 27 de marzo despu¨¦s de 30 meses en Nueva York: anunci¨® su candidatura a La Moneda, instal¨® su comando en una casona remodelada de un barrio de moda de la capital, present¨® a su equipo de campa?a, fue proclamada por los socialistas y el Partido Por la Democracia (PPD) y pr¨¢cticamente todos los d¨ªas tiene actividades tanto en Santiago como en otras zonas del pa¨ªs, donde se ha querido mostrar cercana a la ciudadan¨ªa y alejada de los desprestigiados partidos del centroizquierda.
La m¨¦dico, sin embargo, mantiene un asunto crucial en la lista de pendientes a un mes de las primarias de la oposici¨®n del 30 de junio: anunciar a la ciudadan¨ªa la profundidad y los alcances de las reformas que pretende realizar si llega a la Moneda, como todo parece indicar seg¨²n las encuestas.
La exdirectora ejecutiva de ONU Mujeres, en el mismo discurso donde anunci¨® su candidatura el 28 de marzo, hizo un diagn¨®stico acabado de las transformaciones sufridas en el pa¨ªs en su ausencia y prometi¨® grandes reformas para combatir la desigualdad. Bachelet comenz¨® de inmediato a presentar a los equipos de trabajo que, en diferentes ¨¢reas, como educaci¨®n, reforma tributaria o a la Constituci¨®n, deber¨¢n presentar en breve sus conclusiones. Uno de sus asesores explica en privado: ¡°Ella ha dado solamente los titulares y el resto est¨¢ a¨²n pendiente¡¡±
Uno de sus asesores explica en privado: ¡°Ella ha dado solamente los titulares y el resto est¨¢ a¨²n pendiente¡¡±
Pero, incluso en su c¨ªrculo cercano, que se debate entre la discreci¨®n y el secretismo, no es claro cu¨¢n radicales ser¨¢n sus anuncios. Hay quienes aseguran que lleg¨® a Chile a realizar cambios de fondo que sorprender¨¢n incluso al establishment de la Concertaci¨®n, el conglomerado de partidos con los que gobern¨® entre 2006 y 2010. En privado, sin embargo, otros informan que seguir¨¢ en la senda del reformismo de los ¨²ltimos veinte a?os y que la izquierdizaci¨®n que ha mostrado en esta primera etapa, donde se abri¨® al debate sobre el consumo de la marihuana y los derechos de los homosexuales, acabar¨¢ despu¨¦s de las primarias.
La tensi¨®n est¨¢ instalada en su propio equipo de campa?a y qued¨® reflejaba en un episodio que ocurri¨® a fines de abril. Una de las principales disputas que tuvo el centroizquierda en ausencia de Bachelet fue la necesidad de convocar a una Asamblea Constituyente para cambiar la Constituci¨®n de 1980 de Pinochet. La propuesta, que levant¨® al movimiento estudiantil, sedujo a parte de la Concertaci¨®n y produjo repulsi¨®n en otras figuras. Hace algunas semanas, uno de los expertos del comando, Fernando Atria, indic¨® que ¡°el problema constitucional tendr¨¢ que resolverse por las buenas o por las malas¡±. El coordinador del grupo, Francisco Z¨²?iga, se molest¨® por estos juicios, como buena parte de la fracci¨®n moderada del centroizquierda chileno, anclada sobre todo en la Democracia Cristiana. Un sector del conglomerado piensa que este mecanismo termina concentrando el poder en l¨ªderes populistas, como ocurri¨® en Venezuela.
En el plano de la educaci¨®n sucedi¨® algo parecido: la candidata anunci¨® que su prioridad en caso de volver a La Moneda ser¨¢ la educaci¨®n gratuita en todos sus niveles. Una semana despu¨¦s, sin embargo, precis¨® que resultar¨ªa regresivo que quienes pueden pagar no lo hagan. ¡°Personalmente, creo que yo puedo pagar la universidad de mi hija¡±, puso como ejemplo. La expresidenta, cinco d¨ªas m¨¢s tarde, volvi¨® al plan original, aplaudido por los sectores m¨¢s progresistas, y dijo que avanzar¨¢ en gratuidad universal para todos los estudiantes.
En el plano tributario tampoco es claro hasta d¨®nde llegar¨¢ Bachelet, sobre todo considerando la ca¨ªda del precio del cobre chileno y que el ritmo de crecimiento de Latinoam¨¦rica decaer¨¢ en los pr¨®ximos a?os por la desaceleraci¨®n de China. El jefe econ¨®mico de su candidatura, el economista Alberto Arenas, dio se?ales de tranquilidad al mercado a comienzos de abril y se?al¨® que ¡°es posible combatir la desigualdad y mantener el crecimiento econ¨®mico¡±. El viernes pasado, en una charla ante empresarios, dijo que las medidas que preparan estimular¨¢ el ahorro y la inversi¨®n y aclar¨® que se debe terminar con el mito de que la reforma tributaria reduce la inversi¨®n.
Pero, ?qu¨¦ tan a la izquierda regres¨® Bachelet? ?tendr¨¢ la fuerza y el respaldo pol¨ªtico para terminar con las desigualdades y los abusos del modelo capitalista que hicieron estallar el conflicto social en 2011? Hasta ahora nadie lo sabe y la candidata, que no ha concedido entrevistas a ning¨²n peri¨®dico nacional ni internacional, ha dado pocas pistas. Un asesor, sin embargo, acota un hecho clave: ¡°Bachelet no es la misma que lleg¨® a La Moneda en 2006 ni la que se fue de Chile en septiembre de 2012 a liderar ONU Mujeres. Ahora goza de una autonom¨ªa total que ejerce y hace saber¡±.
Lo sucedido a comienzos de mes a ra¨ªz de las primarias parlamentarias, que se celebrar¨¢n, como las presidenciales, el 17 de noviembre, revela algunos cambios de Bachelet: le solt¨® la mano a su principal escudero, el senador socialista Camilo Escalona, por desobedecerle y no querer medirse en primarias con un compa?ero de partido.
El episodio Escalona, engranaje pol¨ªtico clave en su primer Gobierno, ha hecho pensar en los problemas que podr¨ªa enfrentar Bachelet con sus partidos en un eventual segundo per¨ªodo ¨Cya los tuvo en su primera Administraci¨®n- y en si lograr¨¢ llevar a cabo su programa ¨Cque a¨²n se desconoce- si la oposici¨®n no logra una mayor¨ªa en el Parlamento. Hasta ahora, lo ¨²nico que parece claro es que la m¨¦dico socialista sigue corriendo con ventaja, incluso en las encuestas menos optimistas. De acuerdo a un estudio publicado por el peri¨®dico Pulso el 10 de mayo, Bachelet baj¨® de un 73,7% a un 56,6% desde su llegada a Chile.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.