Caracas amenaza a Bogot¨¢ con evaluar su papel en las conversaciones con las FARC
Cabello asegur¨® que el gesto de Santos era ¡°una agresi¨®n¡± al pueblo de Venezuela
Lo dijo Mao hace mucho ya y Venezuela sigue esas ideas al pie de la letra aunque en sentido figurado: ¡°Solo hace falta una chispa para que se incendie la pradera¡±. La visita del l¨ªder opositor Henrique Capriles Radonski al Palacio de Nari?o en Bogot¨¢, donde fue recibido por el presidente Juan Manuel Santos, ha sido esa chispa que ha provocado una reacci¨®n virulenta en el alto nivel del gobierno de Nicol¨¢s Maduro.
Primero fue el n¨²mero dos, Diosdado Cabello, quien dijo que el gesto del mandatario colombiano era ¡°una agresi¨®n¡± al pueblo de Venezuela. ¡°Santos ha puesto una bomba de tiempo en las relaciones bilaterales al reunirse con un fascista y asesino¡±, agreg¨®, en referencia al gobernador del estado de Miranda. ¡°Desde el Poder Legislativo rechazamos contundentemente esa reuni¨®n, porque se trata de una conspiraci¨®n contra Venezuela que encuentra en territorio colombiano y en el Gobierno colombiano apoyo. Entendemos que es un plan de la derecha internacional donde el presidente Santos es parte activa¡±.
Avanzada la noche venezolana del mi¨¦rcoles tom¨® la palabra el canciller El¨ªas Jaua y fue m¨¢s all¨¢. El Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, dijo, ¡°evaluar¨¢ seguir siendo parte de los acuerdos de paz en Colombia¡±. A su juicio, el jefe de Estado colombiano hab¨ªa recibido a una persona ¡°que desconoce a las instituciones venezolanas¡±.
Las palabras de la canciller¨ªa local no son poca cosa. Hace un par de semanas, en una entrevista con el diario bogotano El Espectador, los negociadores de la guerrilla de las FARC, ¡°Pablo Catatumbo¡±, ¡°Iv¨¢n M¨¢rquez¡±, ¡°Jes¨²s S¨¢ntrich¡± y ¡°Marco Calarc¨¢¡± reconocieron las gestiones del fallecido Hugo Ch¨¢vez para que se concretaran las reuniones con el gobierno colombiano en La Habana. ¡°Ch¨¢vez aclimat¨® con paciencia y sabidur¨ªa la necesaria confianza en una salida negociada. Todos los primeros pasos se dieron en Colombia con su ayuda¡±, explicaron. Por esa raz¨®n Cabello ped¨ªa a Bogot¨¢ ¡°un poquito de consideraci¨®n por quienes han hecho tanto por la paz¡±.
Ch¨¢vez sab¨ªa moverse, pero sus herederos no tienen con qu¨¦. Somos nosotros los que tenemos mucho que perder"
Todo este cortocircuito ha desvelado la estrategia del presidente Santos de acercarse a Ch¨¢vez al asumir el poder en 2010, y los esfuerzos que hizo por congeniar con un gobierno que combati¨® duramente como ministro de la Defensa de su antecesor, ?lvaro Uribe. ¡°Son evidentes las diferencias doctrinarias entre ambos pa¨ªses¡±, explica la internacionalista Beatriz de Majo. Bogot¨¢ se aprovech¨® de la buen relaci¨®n que surgi¨® entre los dos mandatarios ¨CCh¨¢vez alguna vez calific¨® a Santos como su nuevo mejor amigo en respuesta a un halago de ¨¦ste ante un pleno de la Sociedad Interamericana de Prensa- para explorar un acuerdo de cese al fuego e incorporaci¨®n a la vida pol¨ªtica con la guerrilla de las FARC, antecedido por conversaciones en una zona ajena a las hostilidades. S¨®lo una alianza estrecha con Caracas pod¨ªa posibilitar la concreci¨®n del di¨¢logo. El postrero aporte de Ch¨¢vez ha sido maniobrar para sentar a las partes.
Fueron muchas las veces que el comandante presidente dijo que Caracas era neutral frente al conflicto interno en Colombia. Con Andr¨¦s Pastrana (1998-2002) hubo fuertes cruces verbales por esa causa, pero con Uribe (2002-2010) las tensiones llegaron al borde de la guerra y a la suspensi¨®n del intercambio comercial, que jam¨¢s ha vuelto a alcanzar las cifras del pasado. En 2008, tras el bombardeo del campamento de ¡°Ra¨²l Reyes¡±, Ch¨¢vez orden¨® movilizar tropas a la frontera y congel¨® todos los negocios binacionales. Ese mismo a?o se intercambiaron bienes entre los dos pa¨ªses por valor de 7.200 millones de d¨®lares, pero en 2012 lleg¨® esa cifra lleg¨® a menos de la mitad ¨C3.289 millones- seg¨²n estad¨ªsticas de la Direcci¨®n de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) de Colombia.
Ni siquiera los esfuerzos de Santos han vuelto a recuperar el dinero transferido, porque en la medida que se profundizaba el modelo expropiador chavista se generaba desconfianza en las inversiones extranjeras. Desde el mi¨¦rcoles los malos recuerdos han vuelto como la peor de las pesadillas. Ahora los hijos de Ch¨¢vez han puesto en suspenso el papel de Caracas, que s¨®lo acompa?a al proceso por medio de un veterano funcionario de carrera, el embajador ante la OEA, Roy Chaderton. ¡°Un retiro de ese mecanismo ser¨ªa contraproducente para Maduro porque no podr¨ªa atribuirse cualquier ¨¦xito en un acuerdo¡±, razon¨® Beatriz de Majo en conversaci¨®n con este diario. Maduro le ha pedido al diplom¨¢tico que regrese a Caracas para ¡°evaluar con mente fr¨ªa la situaci¨®n¡±.
Capriles afirm¨® que considera inaceptable que la paz en Colombia sea objeto de chantaje y sigui¨® con su agenda en Colombia, que incluy¨® un mitin ante la comunidad venezolana radicada en la capital colombiana. La ministra de Exteriores de ese pa¨ªs, Mar¨ªa ?ngela Holgu¨ªn ha prometido tratar este asunto lejos de la opini¨®n p¨²blica, como ha sido la costumbre de Santos. Puede que esta vez las cosas no lleguen tan lejos. Sumida en una severa crisis de desabastecimiento, Venezuela necesita mucho m¨¢s del vecino que en el pasado. Adem¨¢s, Colombia ha sabido buscar otros socios comerciales m¨¢s confiables durante este tiempo. Hoy Venezuela no es el segundo destino de sus exportaciones, como en el pasado. ¡°Ch¨¢vez sab¨ªa moverse, pero sus herederos no tienen con qu¨¦. Somos nosotros los que tenemos mucho que perder. Esa reacci¨®n tambi¨¦n afectar¨¢ al gobierno y reforzar¨¢ la posici¨®n de la oposici¨®n democr¨¢tica en el exterior¡±, opin¨® el ex vicecanciller Milos Alcalay. A lo que Beatriz de Majo agreg¨®: ¡°La actitud asumida por el Gobierno de Maduro es una prueba de que en Venezuela se criminaliza a la disidencia¡±.
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