El Gobierno brit¨¢nico cierra filas para defender a sus servicios secretos

Los pesos pesados del Gobierno brit¨¢nico salieron ayer en defensa de los servicios secretos y rechazaron las acusaciones del diario The Guardian de que han accedido sorteando la ley brit¨¢nica a informaciones de ciudadanos brit¨¢nicos o residentes en Reino Unido. Ni el primer ministro David Cameron ni el jefe del Foreign Office, William Hague, confirmaron o desmintieron que el centro neur¨¢lgico de las escuchas de inteligencia, GCHQ, ha utilizado el programa estadounidense Prisma, que ha sido acusado de entrar en los servidores de Google, Skype y otras siete grandes empresas de Internet.

Por la ma?ana, Cameron record¨® que las agencias de inteligencia est¨¢n sometidas al escrutinio de la Comisi¨®n de Inteligencia y Seguridad de los Comunes. ¡°Ese escrutinio es importante y voy a asegurarme de que as¨ª ocurra¡±, declar¨® el primer ministro. La comisi¨®n ha recibido ¡°cierta informaci¨®n¡± y hoy acceder¨¢ a un informe completo, seg¨²n explic¨® por la tarde el responsable de Exteriores en una comparecencia de urgencia en los Comunes.

¡°Se ha sugerido que el GCHQ utiliza nuestra colaboraci¨®n con Estados Unidos para sortear la ley brit¨¢nica, obteniendo informaci¨®n que no habr¨ªan podido obtener legalmente en Reino Unido. Quiero dejar claro que esa acusaci¨®n no tiene base¡±, dijo Hague. ¡°Cualquier dato obtenido por nosotros a trav¨¦s de Estados Unidos que afecta a nacionales de Reino Unido es sometido a los adecuados controles y salvaguardas de Reino Unido¡±, asegur¨®.

Sin embargo, Hague se escud¨® en la necesaria discreci¨®n con la que ha de abordar las cuestiones del espionaje para eludir cualquier detalle concreto sobre la forma en que se realizan esos intercambios de informaci¨®n. No se refiri¨® a la acusaci¨®n clave realizada por el extrabajador a cuenta de la CIA Edward Snowden de que los brit¨¢nicos utilizan desde 2007 el programa Prisma. ¡°Nuestras agencias practican y acatan la ley de Reino Unido en todo momento, incluso cuando tratan informaci¨®n de fuera de Reino Unido¡±, dijo. Tampoco quiso aclarar si Londres ha pedido a Washington que no esp¨ªe a brit¨¢nicos en Reino Unido, alegando que cada pa¨ªs act¨²a de acuerdo con sus propias leyes.

Las palabras de William Hague parec¨ªan haber sido cuidadosamente redactadas por un abogado para que, pase lo que pase, nadie le pueda acusar de haber mentido al Parlamento. Pero, incluso tomadas al pie de la letra, parec¨ªan m¨¢s pensadas para respetar la letra de la ley que su esp¨ªritu. Nada de lo que dijo el jefe del Foreign Office impedir¨ªa un escenario en el que los estadounidenses esp¨ªan en Reino Unido y, cuando encuentran algo interesante, avisan a los brit¨¢nicos para que estos puedan cumplir los requisitos legales necesarios.