¡°?No hay nadie que viole a la ministra negra?¡±
Una consejera de la Liga Norte arremete con insultos racistas contra la titular de Integraci¨®n del gobierno italiano, C¨¦cile Kyenge
La ministra italiana de Integraci¨®n, C¨¦cile Kyenge, de 48 a?os, tiene a gala decir: ¡°No soy de color, yo soy negra¡±. Tanto su nombramiento, el pasado 28 de abril, como su defensa sin tapujos de los derechos de los inmigrantes han puesto de los nervios a la Liga Norte, el partido xen¨®fobo que sostuvo al ¨²ltimo gobierno de Silvio Berlusconi. Si hace unas semanas era el eurodiputado Mario Borghezio quien dec¨ªa que Kyenge, oculista de profesi¨®n, estar¨ªa mejor de criada que de ministra, ahora los insultos han pasado a mayores. Dolores Valandro, una consejera municipal de la Liga Norte en Padua, ha escrito en su p¨¢gina de Facebook: ¡°?Pero es que no hay nadie que la viole?¡±.
La pregunta ¨Cescrita en may¨²sculas, lo que en el lenguaje de la red representa un grito¡ª iba acompa?aba de una rese?a de una p¨¢gina de Internet llamada "Todos los cr¨ªmenes de los inmigrantes¡± en la que, junto a una fotograf¨ªa de la ministra Kyenge, se da cuenta de la detenci¨®n de un africano por el supuesto intento de violaci¨®n de dos muchachas en G¨¦nova. La consejera Valandro, tambi¨¦n conocida por Dolly, escribe: ¡°?Pero es que no hay nadie que la viole, al menos para que pueda entender qu¨¦ siente la v¨ªctima de un delito infame? ?Verg¨¹enza!¡±.
Nada m¨¢s trascender la existencia del brutal comentario, los responsables de la Liga Norte intentaron echarle agua al asunto. Al tiempo que Flavio Tosi, vicesecretario federal del partido, hablaba de una ¡°declaraci¨®n incalificable¡± y anunciaba la expulsi¨®n inmediata de Dolores Valandro, esta borraba la frase de Facebook y declaraba en la radio: ¡°No soy mala. Era solo una broma. A veces me desahogo de la rabia as¨ª. Pido perd¨®n. Yo no soy violenta¡¡±. El problema es que, vistos en perspectiva, la intensidad de los insultos no han hecho m¨¢s que aumentar. A trav¨¦s de Twitter, Kyenge advirti¨®: ¡°Este lenguaje instiga a la violencia a toda la ciudadan¨ªa¡±.?
La contestaci¨®n al nombramiento de una ministra negra por parte del primer ministro Enrico Letta no ha sido ni mucho menos anecd¨®tica
Aunque la ministra suele reaccionar con tranquilidad, insistiendo en que Italia no es racista, la contestaci¨®n al nombramiento de una ministra negra por parte del primer ministro Enrico Letta no ha sido ni mucho menos anecd¨®tica. Desde la Liga Norte y sus aleda?os se le ha dicho de todo, ampar¨¢ndose muchas veces en el anonimato que permite la red. Desde ¡°zul¨²¡± o ¡°mono congol¨¦s¡± a advertencias del tipo: ¡°Vu¨¦lvete a ?frica; si te quedas, te vamos a matar¡±. El ambiente hostil que rodea algunas de sus apariciones en ciudades del norte la obligan a viajar acompa?ada de un fuerte dispositivo de seguridad. El mi¨¦rcoles fue abucheada al llegar a un barrio a las afueras de Mil¨¢n y, hace unas semanas, tambi¨¦n en la capital de Lombard¨ªa, sus guardaespaldas impidieron que se acercara a ella un consejero de la Liga Norte que, al parecer, solo pretend¨ªa estrecharle la mano.
La ministra suele decir: ¡°Los insultos no me afectan porque tengo un objetivo¡±. Su primera iniciativa ha sido un proyecto de ley para conceder la ciudadan¨ªa italiana a los hijos de los inmigrantes nacidos en suelo italiano, el llamado ius soli. ¡°Mi presencia al frente del ministerio es una oportunidad para demostrar a muchos emigrantes que ellos tambi¨¦n pueden salir adelante¡±. C¨¦cile Kyenge naci¨® en 1964 en Kambove, en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo. Su padre, un funcionario bien situado de la etnia bakunda, tuvo cuatro esposas y 39 hijos. ¡°Crecer en una familia pol¨ªgama¡±, ha explicado la ministra de Integraci¨®n, ¡°no significa que compartas esa visi¨®n de la vida, pero no reniego de mis or¨ªgenes¡±. A los 19 a?os, Kyenge viaj¨® a Italia para estudiar Medicina con una beca, pero lleg¨® tarde y tuvo que sobrevivir sin papeles, trabajando de cuidadora, sintiendo en carne propia los prejuicios y la ignorancia. ¡°Aunque me gradu¨¦ con notas altas, no pod¨ªa trabajar porque necesitaba la ciudadan¨ªa. Adem¨¢s, siempre encuentras a gente que no quiere que la toques por tener otro color de piel¡±.
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