Uno de cada tres alumnos portugueses se queda sin Selectividad por la huelga
El 90% de los profesores de instituto secunda la convocatoria de paro contra los recortes
Los profesores de instituto portugueses, puestos en pie de guerra desde hace semanas, vapuleados por la crisis y agobiados por las medidas de ajuste, desafiaron al Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho con una huelga estrat¨¦gica convocada este lunes, fecha en que se celebraba, en todo el pa¨ªs, la prueba de Portugu¨¦s de los Ex¨¢menes Nacionales, equivalentes a la Selectividad. El resultado lo dio el mismo ministro de Educaci¨®n, Nuno Crato, al final de la ma?ana: casi uno de cada tres estudiantes convocados a esa prueba no pudieron celebrarla, simplemente, por falta de docentes que vigilaran las salas. Al ministerio le sobreviene, as¨ª, un l¨ªo monumental, con cerca de 50.000 estudiantes con el examen hecho y unos 22.000 con la prueba pendiente, sin nota y, por tanto, sin acceso a la universidad. El ministro se apresur¨® a fijar una nueva fecha para que se examinen los que no lo hicieron: ser¨¢ el 2 de julio y a?adi¨® que las preguntas garantizar¨¢n el mismo grado de dificultad.
Durante la ma?ana hubo comentarios de todo tipo: en el Liceu Cam?ens, en el coraz¨®n de Lisboa, donde casi 400 estudiantes (de los 500 convocados) se quedaron sin hacer el examen, el padre de una de ellos comentaba en televisi¨®n, con cara compungida, que su hija se hab¨ªa pasado una noche angustiosa pegada a Internet para ver si hab¨ªa examen o no. Otro estudiante enfadado sin prueba comentaba que la huelga de los profesores constitu¨ªa ¡°una falta de respeto a los alumnos y a ellos mismos¡±. Hab¨ªa otros, sin embargo, que se solidarizaron con sus maestros y que no ve¨ªan mucho problema en postergar la prueba.
Los profesores se sumaron al paro masivamente. En m¨¢s de un 90%. Y si solo se quedaron sin examen 22.000 alumnos fue porque, para las labores de vigilancia, bastaba un pu?ado de profesores por centro y porque fueron reclutados para ello, seg¨²n denunciaron los sindicatos, profesores de primaria y personal no docente.
Los docentes van a tener que trabajar m¨¢s horas porque no se sustituir¨¢ a los colegas que se jubilen
El malestar de los profesores viene de lejos. Como todos los funcionarios, han visto volatilizarse sus pagas extras por decisi¨®n gubernamental, han visto c¨®mo los impuestos suben y los sueldos y los complementos bajan. Los dos ¨²ltimos a?os han sido malos. Pero temen m¨¢s los a?os que vienen. Los planes del Gobierno, presionado por la troika, prev¨¦n un ahorro brutal de 4.800 millones de euros en tres a?os. Y ese ahorro saldr¨¢, en su mayor parte, de los ministerios de Sanidad y Educaci¨®n, a base de suprimir puestos y de jubilar funcionarios. Una tenaza que ya ha empezado a cerrarse.
Los profesores van a tener m¨¢s horas (sin contar las de tutor¨ªa o de preparaci¨®n de clases) y las aulas seguir¨¢n creciendo ininterrumpidamente de n¨²mero de alumnos como consecuencia de que no se sustituyen los profesores que se jubilan y se cuenta cada vez menos con los profesores contratados, esto es, los que no tienen la categor¨ªa de funcionarios. David Luna, profesor de Historia en el Instituto de Rio de Mouro, localidad cercana a Lisboa, explica que la media anda ya por 30 alumnos, cuatro m¨¢s que hace dos a?os. A?ade que esos cuatro alumnos se notan mucho, m¨¢s si cabe en un ambiente pesimista, a veces desesperanzado, en el que los estudiantes reflejan las penurias que viven sus familias, mordidas por el paro y la depauperaci¨®n econ¨®mica. ¡°A veces hay padres que nos piden, simplemente, auxilio¡±, dice otra profesora de este centro.
Hay profesores, casados y con hijos, contratados que, para seguir ejerciendo, aceptan un puesto a 200 kil¨®metros de su casa porque el que ten¨ªan ha desaparecido. Y los hay con peor perspectiva: una nueva ley a permitir¨¢ que un funcionario sin ocupaci¨®n pase a una categor¨ªa ¡°especial¡± en la que cobrar¨¢ un 60% del salario. Pasado un plazo, si esa ocupaci¨®n sigue sin llegar, pasar¨¢ a cobrar el seguro de desempleo perdiendo el estatus de funcionario. Eso le puede pasar a Margarida Mota, una profesora de Franc¨¦s con 35 a?os de ense?anza de Rio de Mouro, si el a?o que viene no hay estudiantes de esa lengua. Han desaparecido, por los recortes, los profesores de apoyo a estudiantes con dificultades. Se han reducido las horas de gimnasia y los ayudantes en artes.
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