Los mexicanos hacen temblar las redes despu¨¦s de un sismo de 5.8
Ciudadanos y pol¨ªticos inundan Twitter con mensajes sobre el terremoto, una tradici¨®n ya
¡°Por culpa del temblor reca¨ª en mi adicci¨®n a las pasitas con chocolate¡±, ¡°M¨¦xico tiembla porque va a jugar contra Italia¡±, ¡°¡ª Oye EPN ?Qu¨¦ opinas del 5.9 Richter? ¡ª Pues, ese tal Rick Ter deber¨ªa de mejorar sus calificaciones¡±. Los anteriores son solo tres de los cientos de mensajes que bajo el hastag #tenemossismo circulan desde la madrugada de este domingo por la red social Twitter, despu¨¦s de que un terremoto de 5.8, con epicentro en el sure?o Estado de Guerrero, despertara a buena parte de la poblaci¨®n del pa¨ªs.
Desde la llegada al mundo de los tel¨¦fonos m¨®viles inteligentes, el fen¨®meno ¡°sismo¡± se vive de forma distinta. En los ¨²ltimos tiempos las bromas se replican a trav¨¦s de internet cada vez que, como en este caso, el temblor queda solo en susto, pero incluso durante los primeros segundos, cuando todo a¨²n se est¨¢ moviendo, las redes sociales juegan un papel fundamental. Para los m¨¢s amantes de las nuevas tecnolog¨ªas, antes de la fuerte sacudida, una se?al un tanto apocal¨ªptica alerta en los celulares de lo que est¨¢ por llegar. De inmediato, el Servicio Sismol¨®gico Nacional, pol¨ªticos, instituciones, medios de comunicaci¨®n y cualquier ciudadano com¨²n, inundan las redes con mensajes que dan cuenta del suceso, un acto convertido ya en tradici¨®n y que cada vez m¨¢s sirve a la poblaci¨®n para orientarse en plena crisis. ¡°En la #Narvarte se sinti¨® muy fuerte¡±, comentaba uno, ¡°Antes de tuittear#TenemosSismo o algo parecido chequen instalaciones de gas y el¨¦ctricas as¨ª como las de agua y reporten a autoridades¡±, recomendaba otro.
Como en su d¨ªa hizo costumbre Marcelo Ebrard ¨Cinventor de #tenemossismo-, cada vez que la ciudad cruje, su sucesor al frente del Gobierno del Distrito Federal, Miguel ?ngel Mancera, informa al minuto sobre las labores del Ejecutivo. Este domingo, a trav¨¦s de su cuenta, envi¨® a los ciudadanos un total de nueve mensajes: desde el escueto y a la vez solemne ¡°est¨¢ temblando¡± ¨Cque confirma de forma oficial que la sacudida no es un mareo de cada qui¨¦n-, hasta el m¨¢s t¨¦cnico ¡°tambi¨¦n sin reporte de emergencias en la revisi¨®n de la Zona Centro del Pa¨ªs realizada v¨ªa Matra desde el C-4¡±. Pero Mancera no es el ¨²nico pol¨ªtico que se apunta a esta pr¨¢ctica. El secretario de Gobernaci¨®n federal, Miguel ?ngel Osorio Chong, narr¨® el fen¨®meno en tiempo real con consejo incluido: ¡°Est¨¢ temblando en estos momentos, mantengan la calma¡±.
El 19 de septiembre de 1985 un temblor de m¨¢s de ocho grados en la escala Richter transform¨® la Ciudad de M¨¦xico y destroz¨® a familias enteras, dejando en torno a 10.000 muertos -aunque se desconoce la cifra exacta- y m¨¢s de 30.000 estructuras derruidas. Desde entonces, cada pocos meses se repiten los temblores de entre 4 y 5 grados, muchos de ellos imperceptibles para la mayor parte de la poblaci¨®n. Sin embargo, el a?o pasado, el Distrito Federal vivi¨® un nuevo susto al registrarse un sismo de 7.4 que sacudi¨® muy fuerte a toda la urbe. El recuerdo de lo sucedido hace casi treinta a?os provoca crisis nerviosas en buena parte de la poblaci¨®n cada vez que vuelve a temblar. En este sentido, las redes sociales funcionan hoy d¨ªa como herramienta de catarsis colectiva.
As¨ª, la presencia inmediata de las autoridades, as¨ª como la publicaci¨®n constante de datos, y las historias de millones de ciudadanos a lo largo y ancho de la Rep¨²blica ayudan a configurar en un primer momento el mapa del suceso. Pero con el paso de las horas, a medida que las placas tect¨®nicas se tranquilizan, Twitter se vuelve un hervidero de frases ingeniosas: ¡°Seg¨²n los reportes, las iglesias del DF hoy estuvieron llenas desde temprano¡±, se le¨ªa esta ma?ana. En otro tono, los m¨¢s rom¨¢nticos reclaman atenci¨®n: ¡°Mientras t¨² me ignoras el #temblor me sacudi¨® toda la noche¡±, ¡°#Tenemossismo pero no tenemos novio. L¡± , o ¡°Si no te llama despu¨¦s del temblor para ver c¨®mo est¨¢s, es que no te ama¡±, esta ¨²ltima muy repetida.
Durante la noche varias colonias de la capital, una ciudad con 20 millones de habitantes, continuaban sin luz. Aunque apenas eran las dos de la ma?ana, muchos bares de la zona c¨¦ntrica hab¨ªan cerrado ya, y en los que permanec¨ªan abiertos, los j¨®venes tomaban cerveza sentados en torno a una mesa iluminada solo por la luz de una vela. Nadie pod¨ªa usar los ba?os, pero la m¨²sica sonaba a¨²n a trav¨¦s de una computadora y las instant¨¢neas de la noche ya estaban colgadas en Facebook. Mientras el mundo se derrumba, internet observa.
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