La gigantesca protesta en la calle fractura a la sociedad de Brasil
Los l¨ªderes del Partido de los Trabajadores polemizan sobre su apoyo a las marchas Los manifestantes se dividen ante la presencia de grupos oficiales Las protestas bloquean las principales v¨ªas de R¨ªo y Sao Paulo
El Movimiento por el Pase Libre (MPL) se propuso sacar el jueves a la calle a un mill¨®n de personas en Brasil y las sac¨®. Salieron de Facebook y paralizaron m¨¢s de 80 ciudades. Pero se hab¨ªa propuesto tambi¨¦n que la jornada fuese festiva y ah¨ª no obtuvo el mismo ¨¦xito. En el municipio de Ribeirao Preto, a 313 kil¨®metros de S?o Paulo, un manifestante de 18 a?os muri¨® atropellado cuando un conductor embisti¨® una barricada para cruzarla. Se produjeron enfrentamientos con la polic¨ªa en 10 de las 80 ciudades donde hubo movilizaciones. Un despliegue especial de antidisturbios impidi¨® que cientos de manifestantes avanzaran hacia el palacio presidencial de Planalto, donde se encontraba la presidenta, Dilma Rousseff. Otro grupo de violentos intent¨® tomar el Congreso, otro incendi¨® el Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Exteriores. Y ayer falleci¨® una barrendera de la ciudad de Bel¨¦n, en el estado norte?o de Par¨¢, a causa de las grandes cantidades de gas lacrim¨®geno que inhal¨® el jueves.
Cientos de militantes del Partido de los Trabajadores (PT) acudieron a la manifestaci¨®n en S?o Paulo, donde llegaron a reunirse 110.000 personas, y tuvieron que abandonarla entre silbidos, insultos y amenazas. Varios integrantes de Pase Libre tuvieron que formar junto a otros voluntarios un cord¨®n humano para protegerlos. Les llamaron corruptos, oportunistas y mensaleiros, en relaci¨®n al esc¨¢ndalo de sobornos por el que han sido condenados varios dirigentes del PT. Y ellos respond¨ªan que estaban luchando por una sociedad m¨¢s justa y por las mejoras en el transporte p¨²blico desde hac¨ªa muchos a?os. Pero no se daban las mejores condiciones para el debate.
Al concluir la protesta, el Movimiento por el Pase Libre de S?o Paulo emiti¨® un comunicado en Facebook, su gran medio de difusi¨®n, donde dec¨ªa: ¡°En el acto de hoy presenciamos episodios aislados y lamentables de violencia contra la participaci¨®n de diversos grupos. (¡) El MPL es un movimiento social apartidista, pero no antipartidista. Repudiamos los actos de violencia que se emplearon contra esas organizaciones durante la manifestaci¨®n de hoy, de la misma manera que repudiamos la violencia policial. Desde las primeras protestas, esas organizaciones formaron parte de la movilizaci¨®n. Oportunismo es intentar excluirlas de la lucha que construimos juntos¡±.
El Movimiento por el Pase Libre decidi¨® suspender las manifestaciones hasta que mantuviesen una asamblea hoy donde se anunciar¨ªa qu¨¦ hacer. Pero, como un claro s¨ªntoma de las fracturas sobrevenidas, otras organizaciones convocaron protestas en 35 ciudades.
En el Partido de los Trabajadores tampoco tienen las cosas muy claras. El jueves, el presidente nacional del partido, Rui Falc?o, escribi¨® en las redes: ¡°?El PT ir¨¢ a la calle junto a los j¨®venes! La lucha del pueblo es la lucha del PT¡±. Y al d¨ªa siguiente, muchos de sus dirigentes guardaron silencio ante esa invitaci¨®n. Pero el gobernador de Bah¨ªa, Jaques Wagner, dej¨® claro que no hab¨ªa que unirse a unas protestas donde no existe una pauta concreta de lo que se reivindica. ¡°Est¨¢ bien que el PT no sea hostil con nadie ni criminalice el movimiento. Pero no puede sumarse a una cosa difusa. Tengo miedo de esa glamourizaci¨®n¡±, indic¨® en declaraciones recogidas por la Folha de S?o Paulo.
Dilma Rousseff, que hab¨ªa suspendido el viaje oficial a Jap¨®n previsto para el lunes pr¨®ximo con el objeto de seguir de cerca los acontecimientos, se reuni¨® ayer por la ma?ana con varios de sus ministros. Y sali¨® de ella sin emitir ninguna declaraci¨®n. Algunos analistas conservadores criticaron que no tomase el mando con mayor firmeza. El presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, el cardenal Raymundo Damasceno, declar¨® que ella deber¨ªa hacer un pronunciamiento oficial.
Mientras tanto, el jefe de Gabinete de la presidencia, Gilberto Carvalho, expres¨® su temor ante la posibilidad de que las manifestaciones pudieran comprometer la Jornada Mundial de la Juventud que comienza el pr¨®ximo 22 de julio en Brasil con la presencia del papa Francisco. ¡°Lo que est¨¢ aconteciendo puede tener un reflejo en la Jornada. Dilma [Rousseff] est¨¢ preocupada por esto. Y vamos a llamar a la sociedad brasile?a para tomar medidas. Tenemos que impedir este tipo de manifestaciones que no traen ning¨²n bien para el pa¨ªs¡±, se?al¨®.
Hay otra cuesti¨®n, menos urgente pero no menos importante, que gravita sobre la cabeza de algunos dirigentes del PT: ?Qu¨¦ pasar¨¢ en 2014, cuando el escaparate de Brasil ante el mundo sea m¨¢s grande que nunca con la inauguraci¨®n del Mundial? El Gobierno asegura que la celebraci¨®n del Mundial est¨¢ garantizada. Pero, ?qu¨¦ pasar¨¢, si estallan de nuevo unas manifestaciones tan masivas s¨®lo tres meses antes de las presidenciales de octubre de 2014?
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