El tr¨¢fico de armas de EE UU hacia Centroam¨¦rica, un misterio en expansi¨®n
Los datos sobre el comercio il¨ªcito son escasos, pero la ATF confirma que un tercio de las armas que llega a Guatemala procede de este pa¨ªs
En 2009, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos de Estados Unidos (ATF en sus siglas en ingl¨¦s) concluy¨® que 2.687 de las 6.000 armas halladas en un b¨²nker en Guatemala -el 40%-, hab¨ªan sido fabricadas o compradas en EE UU. En los ¨²ltimos cinco a?os, la fiscal¨ªa de este pa¨ªs ha llevado a cabo 34 investigaciones relacionadas con el tr¨¢fico de armas de EE UU a Guatemala en las que estaban implicadas m¨¢s de medio millar de armas de origen estadounidense. Estos hechos evidencian c¨®mo la circulaci¨®n il¨ªcita de armamento se est¨¢ abriendo paso hacia Centroam¨¦rica, un fen¨®meno del que se tiene muy poca informaci¨®n pero cuya dimensi¨®n es mayor de la que se presume, ensombrecida por la inapelable proporci¨®n del tr¨¢fico entre EE UU y M¨¦xico, mucho mejor documentado. Sin embargo, un reciente informe del centro Woodrow Wilson alerta de la transcendencia de este tr¨¢nsito hacia el denominado Tri¨¢ngulo de la Muerte -Honduras, El Salvador y Guatemala-, una de las zonas con la mayor tasa de homicidios por armas del planeta, fortalecida por el narcotr¨¢fico y la corrupci¨®n.
Naciones Unidas ha calculado en m¨¢s de un mill¨®n las armas que circulan en Guatemala, de las que s¨®lo 450.000 est¨¢n registradas. En ese pa¨ªs, ocho de cada diez homicidios se producen por heridas de bala
¡°El tr¨¢fico de armas de EE UU hacia Guatemala es mayor del que pens¨¢bamos¡±, se?ala en conversaci¨®n telef¨®nica Colby Goodman, autor del estudio del Wilson Center. ¡°El informe muestra que las armas no s¨®lo pasan a M¨¦xico sino que tambi¨¦n se dirigen a pa¨ªses como Guatemala u Honduras e incluye una llamada de atenci¨®n para el Gobierno de EE UU que deber¨ªa atender¡±, indica.
En general, la mayor parte de esas armas acaba en manos de los narcotraficantes que las emplean para proteger los alijos de droga con destino a EE UU, un c¨ªrculo vicioso que incrementa la espiral de violencia de una de las regiones con mayor criminalidad del hemisferio. El c¨¢rtel de los Zetas se ha establecido en los ¨²ltimos a?os en Guatemala para asegurar sus rutas de narcotr¨¢fico. Tras asesinar a 11 miembros del c¨¢rtel guatemalteco Zacapa en 2008, las autoridades estadounidenses rastrearon dos de las pistolas empleadas en la matanza hasta una armer¨ªa de Texas. Este es s¨®lo uno de los abundantes ejemplos del tr¨¢nsito ilegal de armamento entre el norte y el sur de la regi¨®n.
El Salvador y Guatemala tienen arsenal suficiente para surtir a cada uno de sus soldados con siete armas, de acuerdo con un informe de Naciones Unidas publicado en 2012. Naciones Unidas ha calculado en m¨¢s de un mill¨®n las armas que circulan en Guatemala, de las que s¨®lo 450.000 est¨¢n registradas. En ese pa¨ªs, ocho de cada diez homicidios se producen por heridas de bala y de ellos, entre cuatro y 22 pueden vincularse a una misma arma, generalmente ilegal, de acuerdo con el Ministerio del Interior guatemalteco.
Los datos sobre el tr¨¢fico de armas de EE UU hacia Centroam¨¦rica, sin embargo, todav¨ªa son escasos y no alcanzan la fiabilidad y precisi¨®n de los relacionados con la circulaci¨®n il¨ªcita hacia M¨¦xico, debido a que la colaboraci¨®n entre esos Estados con la ATF es m¨¢s reciente, advierte Goodman. Este acuerdo permiti¨® establecer que, entre 2006 y 2009, el 34% de las armas decomisadas a la delincuencia y el crimen organizado guatemaltecos fueron ingresadas ilegalmente desde EE UU. El Salvador ha firmado recientemente un acuerdo similar con la ATF que ha instalado un enviado especial en la embajada de EE UU en ese pa¨ªs. Honduras, sin embrago se niega a llevar a cabo acuerdos para registrar el origen de las armas.
El hecho de que la ATF haya establecido que el 34% de las armas proceden de EE UU puede significar que este pa¨ªs es una tercera parte de nuestro problema de contrabando, no el problema completo, pero eso no refleja necesariamente que ¨¦se sea el mismo porcentaje de las armas que circulan en el mercado negro de Guatemala"
¡°En un pa¨ªs como Guatemala donde la mayor¨ªa de los homicidios se cometen con arma de fuego [ocho de cada diez seg¨²n cifras oficiales], identificar el origen de las armas ilegales es crucial¡±, afirma en un correo electr¨®nico Julie L¨®pez, periodista independiente de Guatemala, experta en tr¨¢fico de armas, crimen organizado y narcotr¨¢fico en la regi¨®n. ¡°El hecho de que el eTrace [el programa de la ATF]? haya establecido que el 34% de las armas proceden de EE UU puede significar que este pa¨ªs es una tercera parte de nuestro problema de contrabando, no el problema completo, pero eso no refleja necesariamente que ¨¦se sea el mismo porcentaje de las armas que circulan en el mercado negro de nuestro pa¨ªs¡±, puntualiza.
A diferencia de M¨¦xico, donde el 70% de las armas procede de EE UU, de acuerdo con el Departamento de Justicia, en el caso de Guatemala, el origen es m¨¢s diverso. ¡°Est¨¢n las armas viejas del conflicto armado, que todav¨ªa circulan, y otras que llegan de contrabando de As¨ªa¡±, indica L¨®pez. El fiscal general de Guatemala tambi¨¦n se?al¨® a Honduras como una de las principales v¨ªas de acceso de armas hacia este pa¨ªs. ¡°En Guatemala, en particular, y en Centroam¨¦rica, en general, hay muchas armas porque el sistema legal es bastante m¨¢s laxo¡±, se?ala Goodman, quien llama la atenci¨®n, no obstante, sobre la necesidad de revisar, igualmente, la legislaci¨®n de EE UU.
La Administraci¨®n Obama aprob¨® una disposici¨®n que obliga a los proveedores de armas de los Estados de la frontera a informar de las ventas de armas voluminosas, una medida de seguridad para prevenir la circulaci¨®n il¨ªcita de armas. Aunque en el caso de M¨¦xico, de acuerdo con el informe de Goodman, ¡°la mayor¨ªa de las compras se realizan a lo largo de la frontera¡±, el estudio se?ala c¨®mo en el caso de Guatemala, la ATF documenta que se han rastreado transacciones en Georgia, Kansas, Missouri y Washington.
¡°La forma de contrabando respecto de M¨¦xico aunque es similar en muchas cosas, tambi¨¦n mantiene diferencias. En el caso de Guatemala, muchos supuestos involucran a ciudadanos guatemaltecos que viven en EE UU, que compran el arma aqu¨ª y se la env¨ªan a un familiar all¨ª a trav¨¦s de terceros que viajan a ese pa¨ªs o de trabajadores guatemaltecos que trabajan en la agricultura estadounidense¡±, explica Goodman. En su estudio se ponen de manifiesto las dos principales v¨ªas por las que los traficantes hacen llegar las armas a Guatemala: escondidas entre otros objetos en paquetes enviados a trav¨¦s de M¨¦xico o facturadas en vuelos directos. ¡°Es lo que me confirm¨® la ATF pero me sorprende dado el incremento de seguridad en los aeropuertos tras el 11-S¡±, explica el autor del texto.
La informaci¨®n obtenida del rastreo permite establecer un mapa de las redes criminales, algo muy valioso para comprobar c¨®mo se interrealcionan estas bandas y sus conexiones en otros pa¨ªses¡± Colby Goodman
L¨®pez no reduce a EE UU y Guatemala la responsabilidad exclusiva por le tr¨¢fico de armas. ¡°La culpa de la proliferaci¨®n de armas en el mercado negro de Guatemala y Centroam¨¦rica es multilateral. M¨¦xico tambi¨¦n recibe armas y granadas de los ej¨¦rcitos centroamericanos, especialmente de los narcotraficantes que operan en el sur del territorio mexicano¡±, se?ala. La periodista tambi¨¦n vincula a la falta de recursos y la corrupci¨®n del gobierno guatemalteco. ¡°Si las autoridades fueran m¨¢s efectivas se podr¨ªa controlar, al menos, una parte del ingreso de armas en las fronteras y dentro del pa¨ªs¡±, explica.
En su informe, Goodman reivindica una mayor colaboraci¨®n entre los Estados del Tri¨¢ngulo de la Muerte con la ATF y una presencia constante de representantes de esa oficina en los pa¨ªses de Centroam¨¦rica para reducir la intensidad del tr¨¢fico. ¡°La informaci¨®n obtenida del rastreo permite establecer un mapa de las redes criminales, algo muy valioso para comprobar c¨®mo se interrealcionan estas bandas y sus conexiones en otros pa¨ªses¡±, explica. L¨®pez tambi¨¦n pide la implicaci¨®n del resto de Gobiernos del istmo y de M¨¦xico en un problema que est¨¢ en el coraz¨®n de la violencia de ese territorio.
La operaci¨®n R¨¢pido y Furioso puso bajo los focos el problema del tr¨¢fico de armas entre EE UU y M¨¦xico, pero el comercio il¨ªcito con destino al Tri¨¢ngulo de la Muerte sigue siendo un misterio que demanda una respuesta a nivel regional. Durante el discurso sobre el Estado de la Uni¨®n, el presidente de EE UU, Barack Obama, pidi¨® un voto a favor de las v¨ªctimas de la violencia armada en su pa¨ªs en aras de lograr una reforma de la legislaci¨®n sobre el control de armas. El Senado desoy¨® su petici¨®n. En Centroam¨¦rica hay miles de v¨ªctimas de esas mismas armas que tambi¨¦n esperan ayuda. ¡°El hecho de que ocho de cada 10 v¨ªctimas de homicidio en Guatemala muera por heridas causadas por un arma de fuego hace urgente un compromiso nacional e interregional¡±, demanda L¨®pez.
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