Los esc¨¢ndalos de espionaje ilegal salpican tambi¨¦n a Scotland Yard

Las acusaciones de pr¨¢cticas ilegales en el espionaje que desde hace ya semanas se?alan a los servicios secretos brit¨¢nicos se han extendido tambi¨¦n a Scotland Yard en los ¨²ltimos d¨ªas. Por un lado, una investigaci¨®n del diario The Guardian y del programa ¡°Dispatches¡± de la cadena de televisi¨®n Channel 4 ha revelado que el brazo de inteligencia de la Polic¨ªa Metropolitana, conocido como Special Branch, Divisi¨®n Especial en ingl¨¦s, intent¨® reunir inteligencia con el objetivo de desacreditar a la familia de Stephen Lawrence, un joven negro asesinado en 1993 por un grupo de racistas blancos sin que mediara provocaci¨®n alguna.

Aquel asesinato, que a¨²n 20 a?os despu¨¦s sigue generando una gran controversia en el pa¨ªs no solo porque se trat¨® de un crimen completamente gratuito y por motivos exclusivamente racistas sino porque la actitud pasiva con la que Scotland Yard condujo entonces las investigaciones acab¨® transform¨¢ndose en la mejor herramienta para denunciar el racismo que estaba instalado en el propio cuerpo policial. A¨²n hoy, solo el 10% de los miembros de Scotland Yard pertenecen a una minor¨ªa ¨¦tnica a pesar de que el 40% de la poblaci¨®n londinense procede de minor¨ªas ¨¦tnicas.

A ese problema se a?ade ahora la revelaci¨®n de que no solo la polic¨ªa hizo muy poco para capturar a los asesinos y probar su culpabilidad, sino que en realidad sus esfuerzos se concentraron en desacreditar a la familia de Lawrence, que hab¨ªa lanzado una gran campa?a para denunciar el racismo policial.

La polic¨ªa hizo muy poco para capturar a los asesinos y probar su culpabilidad

Las revelaciones del Guardian y Channel 4 van m¨¢s all¨¢. La Special Branch se infiltr¨® tambi¨¦n en grupos pacifistas o antirracistas o que intentaban denunciar la corrupci¨®n policial. La ministra del Interior, Theresa May, se vio forzada el lunes a anunciar en los Comunes su decisi¨®n de ampliar las actuales investigaciones a¨²n en curso del caso Lawrence para incluir estas nuevas alegaciones, lanzadas en particular por un antiguo agente de la Special Branch, Peter Francis, que actuaba de forma encubierta.

Las denuncias de Francis, que ha destapado ahora su verdadera icentidad, han reavivado un debate que ¨¦l mismo lanz¨® hace dos a?os, cuando denunci¨® que una decena de agentes secretos de Scorland Yard entablaban relaciones sentimentales con mujeres de los grupos que pretend¨ªan infiltrar y al menos uno de ellos lleg¨® a tener un hijo con una de esas mujeres a pesar de que en su vida civil era un hombre casado y padre de familia.