Francia carga contra la Comisi¨®n y exige m¨¢s autonom¨ªa para hacer las reformas
Hollande reclama a Bruselas que no imponga subidas de la edad de jubilaci¨®n
Par¨ªs ha dicho basta a las imposiciones de los tecn¨®cratas europeos. Fran?ois Hollande cree que algunas recomendaciones de la Comisi¨®n Europea ¡°son contraproducentes¡± porque determinan la forma de gobernar, afectan a la soberan¨ªa nacional, socavan la imagen de la Uni¨®n Europea e incluso ¡°ponen en peligro reformas que son objetivamente necesarias¡±. Francia ha exigido a la Comisi¨®n Europea que quite de sus recomendaciones semestrales algunos detalles relativos a la reforma de las pensiones que Bruselas reclam¨® a Par¨ªs a cambio de darle dos a?os m¨¢s para cumplir el objetivo de d¨¦ficit. Una fuente del El¨ªseo se?al¨® que es preciso ¡°cambiar el m¨¦todo¡± seg¨²n el cual la Comisi¨®n dicta a los Estados ¡°la intensidad de las reformas¡±, y a?adi¨® que esas ¨®rdenes perentorias ¡°restan legitimidad¡± a las pol¨ªticas y ¡°niegan la autonom¨ªa de los Gobiernos y los Parlamentos nacionales¡±.
En concreto, Par¨ªs exige a Bruselas que borre la referencia a la necesidad de elevar la edad legal de la jubilaci¨®n ¡ªmedida que Fran?ois Hollande ya se ha negado a tomar¡ª, y conmina a los colaboradores del comisario econ¨®mico, Olli Rehn, a a?adir en el documento final de recomendaciones que la reforma de las pensiones ser¨¢ ¡°concertada con los agentes sociales¡±.
El El¨ªseo sostiene que ¡°todos los jefes de Gobierno¡± con los que ha hablado Hollande sobre este asunto ¡ªy la fuente cita a los de Alemania, Espa?a e Italia¡ª ¡°est¨¢n de acuerdo en que la Comisi¨®n no tiene legitimidad para decir c¨®mo se deben hacer las reformas¡±, aunque ven con buenos ojos que Bruselas siga recomendando a los Gobiernos los sectores que deben retocar.
La fuente aclar¨® que no se trata de que Par¨ªs no quiera hacer las reformas que pide Bruselas ¡ª¡°va en nuestro propio inter¨¦s hacerlas¡±¡ª, pero se?al¨® que algunas demandas excesivas dificultan la aprobaci¨®n de esas mismas reformas. ¡°Aprendemos paso a paso¡±, dijo la fuente, ¡°pero si nos quejamos es porque queremos salvar la reforma de las pensiones¡±.
El latigazo del presidente franc¨¦s, que llega a solo dos d¨ªas del Consejo Europeo del jueves y el viernes, tiene varias lecturas. En casa, suena como un mensaje de paz hacia los sindicatos m¨¢s refractarios al retoque de las pensiones, que ya han amenazado con salir a la calle si el Gobierno defiende las tesis de Bruselas. Gran parte de la poblaci¨®n francesa percibe a la UE como una f¨¢brica de recesi¨®n y desigualdades, y m¨¢s despu¨¦s de la aplicaci¨®n a rajatabla del librillo ultraliberal en Grecia, Portugal, Espa?a e Irlanda. A la vez, el Partido Socialista franc¨¦s teme un descalabro en las elecciones europeas de 2014. El Frente Nacional est¨¢ por delante en algunos sondeos, y, en palabras del ministro de Industria, Arnaud Montebourg, ¡°la actual pol¨ªtica de Bruselas es gasolina para el FN¡±.
En el contexto europeo, Par¨ªs lleva algunas semanas emple¨¢ndose a fondo para encontrar una voz propia y rearmarse moralmente ante sus socios, a la vez que pacta con Alemania las bases de la futura arquitectura europea. Una de las v¨ªas elegidas es el choque frontal con el presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, que parece cada d¨ªa m¨¢s d¨¦bil una vez ha perdido el apoyo de Alemania, aunque esta recela de Bruselas por lo contrario que Par¨ªs, por su inacci¨®n. El ejemplo m¨¢s reciente de ese pulso ha sido la defensa a ultranza de la excepci¨®n cultural, cuando Par¨ªs logr¨® que el sector audiovisual quedara fuera de las negociaciones de libre comercio con Estados Unidos. Barroso se empe?¨® en lo contrario, y tild¨® a Francia de reaccionaria en un gesto de p¨¦simo perdedor.
En la capital europea, en fin, se acumulan las se?ales de fin de ciclo, de final de r¨¦gimen. Adem¨¢s de Par¨ªs y Berl¨ªn, las otras capitales cada vez se alejan m¨¢s de la Comisi¨®n. Madrid y Roma claman por algo de est¨ªmulo, por un poco de manga ancha ante su dificil¨ªsima situaci¨®n. Londres se ha embarcado en una deriva que puede acabar en un refer¨¦ndum, e incluso ?msterdam emite se?ales de malestar: ¡°Los tiempos para una mayor integraci¨®n han pasado¡±, ha asegurado el Gobierno holand¨¦s. Del reguero de broncas y desacuerdos no se libra siquiera la troika, la instituci¨®n formada por Comisi¨®n, BCE y FMI. Tras la gesti¨®n conjunta de los diferentes rescates, el Fondo ha afirmado que la Comisi¨®n niega la realidad.
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