Bruselas acusa a los grandes pa¨ªses de no combatir el paro
La Comisi¨®n Europea contraataca ante el alud de cr¨ªticas de Berl¨ªn y Par¨ªs
La Comisi¨®n Europea reaccion¨® el mi¨¦rcoles a los palos que le llueven desde Berl¨ªn, Par¨ªs y el resto de capitales, empe?adas en europeizar todos y cada uno de los fracasos de esta crisis. Alemania critica abiertamente a Bruselas por su inacci¨®n. Francia est¨¢ en pie de guerra contra la Comisi¨®n por imponerle reformas y por una pol¨ªtica econ¨®mica de talla ¨²nica, que no ha hecho sino agravar la crisis. Bruselas recogi¨® el testigo y contraatac¨® en v¨ªsperas de una cumbre que, entre otras medidas, quiere sacar adelante est¨ªmulos contra el paro juvenil. ¡°Hay competencias que no son propias de la Comisi¨®n; son responsabilidad de los pa¨ªses miembros. El empleo es una de ellas. Son las capitales quienes m¨¢s pueden hacer ah¨ª, y llevan a?os mirando hacia otro lado, sin hacer nada¡±, explic¨® el mi¨¦rcoles a un grupo de corresponsales una alta fuente de Bruselas.
El presidente de la Comisi¨®n, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, convoc¨® en 2009 una cumbre sobre paro en Praga. Asistieron Suecia, Rep¨²blica Checa y Espa?a. ¡°Ni un pa¨ªs m¨¢s¡±, record¨® la misma fuente. ¡°Ahora el paro est¨¢ en el centro de los problemas y Alemania es capaz de movilizar a toda Europa para la cumbre en Berl¨ªn. Est¨¢ bien. Pero hay que decir que las medidas contra el empleo juvenil estaban ah¨ª desde hace tiempo¡±, dijo, y Alemania, por ejemplo, las bloque¨® en alg¨²n caso. Al final, esas propuestas van a ser protagonistas en la cumbre que arranca hoy, ¡°pero hay que recordar que el Consejo, con los Estados miembros, y el Europarlamento no acaban de ponerse de acuerdo sobre los presupuestos, que es de donde deben salir los fondos¡±, a?adi¨®.
Hay un aire de fin de siglo en Bruselas, a escasos meses de las elecciones europeas, con pr¨¢cticamente todo lo importante congelado a la espera de los comicios de oto?o en Alemania y una sensaci¨®n de negacionismo que se extiende desde la situaci¨®n de la banca a la uni¨®n bancaria o la dif¨ªcil salida de la crisis en los pa¨ªses con m¨¢s problemas. Bruselas y los Gobiernos se culpan mutuamente por esa situaci¨®n de impasse, con los mercados acechando a la espera del detonante que vuelva a encender las alamas de la crisis del euro. Las grandes capitales han aprovechado incluso para vincular, como en el caso de Par¨ªs, las pol¨ªticas que salen de Bruselas con el resurgimiento de partidos radicales. ¡°Pero las ra¨ªces de los extremismos en Europa son m¨¢s profundas; siempre han estado ah¨ª. El Frente Nacional apareci¨® mucho antes que las pol¨ªticas de austeridad¡±, seg¨²n record¨® esa alta fuente. ¡°El hecho de que los grandes partidos de centroderecha o centroizquierda insistan en culpar de todo a Bruselas solo les va a traer problemas: a la larga saldr¨¢n ganando los partidos antieuropeos¡±, abund¨®.
En lo peor de la crisis, la reacci¨®n de los Gobiernos fue darle m¨¢s poder a Bruselas: de ah¨ª surgieron los cors¨¦s fiscales en las constituciones, el marcado acento proausteridad con el sello de Berl¨ªn (cuyo liderazgo en Europa es abrumador) y las recomendaciones espec¨ªficas por pa¨ªses que ahora critica Francia. ¡°Al final se impone un nuevo consenso que pasa por la necesaria consolidaci¨®n fiscal, pero con el acento en las reformas y medidas de apoyo contra el paro juvenil y para facilitar el cr¨¦dito. Las reformas son fundamentales en esa estrategia: si alg¨²n pa¨ªs critica a Bruselas por hacer recomendaciones, hay que preguntarse por qu¨¦ vot¨® a favor de darle a la Comisi¨®n ese mandato¡±, cerr¨®.
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