La huelga en Portugal paraliza el transporte y afecta a servicios p¨²blicos
Los dos principales sindicatos convocan conjuntamente este paro tras el fracaso del ¨²ltimo
El Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho afronta hoy su cuarta huelga general contra su pol¨ªtica de recortes y de austeridad a rajatabla en los dos a?os de legislatura que lleva en el poder en Portugal. Las dos principales centrales sindicales del pa¨ªs, la CGTP y la UGT han convocado este paro conjuntamente, algo que no acontece siempre en el pa¨ªs. De hecho, los dos sindicatos desfilar¨¢n en manifestaciones separadas en Lisboa. Con todo, es un nuevo zarandeo a un Ejecutivo que, a pesar todo (incluidas las otras tres huelgas generales y los sondeos desfavorables) no ha cambiado apenas nada la pol¨ªtica de recortes y de ahorro. Eso s¨ª, se cuida bien de se?alar que no hay alternativa posible y de que le viene impuesta por una troika acreedora que cada dos meses visita Portugal para comprobar los resultados.
El transporte p¨²blico se ha visto muy afectado. En Lisboa ha cerrado el metro y no ha circulado ning¨²n tren. Los autobuses lo han hecho a cuentagotas y, por lo general, repletos. Muchos han recurrido a su coche particular o a taxis. Los hospitales y ambulatorios, en todo el pa¨ªs, han retrasado consultas generales, de especialistas y operaciones quir¨²rgicas. S¨®lo las urgencias han funcionado como cualquier otro d¨ªa. El sector privado, sin embargo, se ha visto mucho menos tocado. Las tiendas, en su gran mayor¨ªa, abrieron, as¨ª como los restaurantes. Los sindicatos, sin embargo, se?alaron que hab¨ªa f¨¢bricas paralizadas por la huelga.
A media ma?ana, tanto el secretario general de la UGT, Carlos Silva, como el de la CGTP. Arm¨¦nio Carlos, aseguraban que la adhesi¨®n hab¨ªa sido muy alta, rozando lo excepcional. El ministro de Presidencia, Lu¨ªs Marquez Guedes, replic¨®, tras el Consejo de Ministros, que el pa¨ªs ¡°no se ha parado¡±.
Esta cuarta huelga general se produce en un contexto particular: es cierto que la ¨²ltima gran marcha organizada por los movimientos ciudadanos, celebrada el pasado 1 de junio, se sald¨® con un fracaso. Algunos lo achacaron a un previsible hartazgo de la gente a salir a la calle sin respuesta del Gobierno, a una suerte de resignaci¨®n fatalista al ver que el Gobierno no se mueve. Pero tambi¨¦n lo es que el reciente paro de los profesores de instituto el mismo d¨ªa de los ex¨¢menes de selectividad, seguido en su inmensa mayor¨ªa, lo que lleg¨® a poner en riesgo el futuro universitario de 70.000 alumnos hizo recular al ministerio de Educaci¨®n, que transigi¨® con algunas de las peticiones de los docentes. En concreto, el Gobierno acept¨® retrasar la entrada en vigor de una ley que posibilitaba el despido de funcionarios.
El Gobierno, por su boca del ministro de Finanzas, V¨ªtor Gaspar, asegur¨® el martes que algo comienza a moverse para mejor: la recaudaci¨®n comienza a subir y el mismo ministro aventur¨® que hasta es posible que, si todo sigue as¨ª, se puedan bajar algunos impuestos en esta legislatura. No es nada f¨¢cil que esto sea as¨ª (el mismo primer ministro asegur¨® ayer que no se compromete) pero el hecho de que el por lo general pesimista y algo cenizo ministro de Finanzas se empe?e a ver algo de luz en el t¨²nel cerrado de la econom¨ªa portuguesa es todo un signo.
Con todo, los intereses de la deuda suben: los intereses de los bonos portugueses a diez a?os en el mercado secundario han sobrepasado ya estos d¨ªas la barrera psicol¨®gica de los 7%, algo que no ocurr¨ªa desde diciembre. Y la Uni¨®n Europea, en un informe hecho p¨²blico ayer relativo a la ¨²ltima visita de la troika ped¨ªa al Gobierno portugu¨¦s que acelerara ¡°las reformas¡±, esto es, los recortes en gastos en la funci¨®n p¨²blica y que haga p¨²blico el prometido plan de Passos Coelho para ahorrar 4.700 millones de euros en tres a?os, algo que tiene que estar listo antes del 15 de julio.
Passos Coelho, en un debate en el Parlamento, ayer, repiti¨® que su Gobierno carece de alternativa y critic¨® a la izquierda la suya, que consiste, entre otras cosas, en renegociar la deuda con Europa y el FMI. El primer ministro sigue convencido de que lo mejor para Portugal es pagar cuanto antes y en los plazos acordados a fin de evitar el fantasma de un segundo rescate. Ayer, en referencia a la huelga, con la tranquilidad del que ya est¨¢ acostumbrado a este tipo de zarandeos, manifest¨®: ¡°El pa¨ªs no est¨¢ para huelgas y s¨ª para el trabajo y el rigor. Pero ¨¦se es un derecho inalienable de las personas¡±.
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