Portugal cierra la crisis de Gobierno con la vuelta del ministro que hab¨ªa dimitido

El Gobierno portugu¨¦s cierra su crisis pol¨ªtica de la misma manera surrealista que la comenz¨®: el ministro de Asuntos Exteriores, Paulo Portas, l¨ªder de uno de los partidos que sustenta la coalici¨®n gubernamental y que el martes hab¨ªa presentado su dimisi¨®n ¡°de forma irrevocable¡± aunque nunca fue aceptada por el primer ministro, Pedro Passos Coelho, vuelve al Gobierno, cuatro d¨ªas despu¨¦s, con m¨¢s poder, exactamente como vice primer ministro, coordinador de las pol¨ªticas econ¨®micas e interlocutor de la troika. El mismo primer ministro, en una alocuci¨®n televisada a todo el pa¨ªs, as¨ª lo ha asegurado este s¨¢bado. A la alocuci¨®n asisti¨® Portas, a la derecha de Passos Coelho, con los brazos cruzados y cara de circunstancias, sin abrir la boca.

A¨²n falta que el presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, ratifique el acuerdo, pero todo apunta a que ser¨¢ as¨ª: Cavaco Silva ha exigido que el acuerdo entre las dos formaciones presente garant¨ªas de continuidad y entre estas garant¨ªas se cuenta la de que los dos secretarios generales de los dos partidos de la coalici¨®n (Passos Coelho por el PSP, y Paulo Portas por el CDS, ambos de centroderecha) estuvieran presentes en el Gobierno.

De esta forma acaba una semana vertiginosa y alocada desde el punto de vista pol¨ªtico, que puso en riesgo la coalici¨®n gubernamental y parlamentaria, dej¨® al Gobierno en suspenso, al pa¨ªs en estado de choque y a los mercados con un ataque de nervios. Tambi¨¦n convirti¨® a Portugal en un pa¨ªs m¨¢s debilitado y pobre, con p¨¦rdidas en la Bolsa e intereses m¨¢s altos en los bonos de la deuda.

No ha sido f¨¢cil encontrar esta soluci¨®n. De hecho, Passos Coelho se ha reunido con Portas al menos cinco veces para convencer al ministro dimitido y prisionero de su propia palabra de que regresara al Ejecutivo. Passos Coelho, en su alocuci¨®n, asegura que el acuerdo al que han llegado las dos formaciones, y que se reflejar¨¢ en los nombres y los puestos del nuevo Gobierno ¡ªdel que a¨²n se desconocen todos los detalles¡ª, durar¨¢ ¡°hasta el fin de la legislatura¡±. Es un mensaje de tranquilidad que el primer ministro portugu¨¦s quiere hacer llegar no s¨®lo al pa¨ªs, sino a Europa, a los acreedores y a los mercados, recelosos desde que el martes la renuncia de Portas pusiera al Gobierno portugu¨¦s y su hasta ahora reconocida estabilidad en la cuerda floja.

Portas, que no ha dicho una palabra a la prensa desde que dimiti¨®, renunci¨® por no estar de acuerdo con el nombramiento de la nueva ministra de Finanzas, Maria Luis Albuquerque, nombrada esta semana. A su juicio, este nombramiento significaba continuismo en la pol¨ªtica econ¨®mica portuguesa. ?l hab¨ªa criticado ciertas subidas de impuestos y determinados recortes a pensionistas y jubilados, recortes que Passos Coelho hab¨ªa juzgado inevitables. Ahora, su nuevo cargo de vice primer ministro con responsabilidades econ¨®micas le coloca por encima de, precisamente, la mujer que ha criticado y le habilita, en teor¨ªa, para dulcificar la f¨®rmula de la austeridad permanente ejecutada por el Gobierno portugu¨¦s desde que comenz¨® a actuar, en junio de 2011.

La oposici¨®n y muchos analistas han criticado no s¨®lo la irresponsabilidad de ambos l¨ªderes de la derecha portuguesa por abrir una crisis que se ha llevado por los aires buena parte del cr¨¦dito internacional ganado por Portugal a lo largo de los dos duros ¨²ltimos a?os; tambi¨¦n han denunciado que este nuevo Gobierno que surge ahora sale, a su juicio, debilitado y fragilizado, recompuesto sin la necesaria argamasa pol¨ªtica y demasiado expuesto a nuevas disputas y rupturas. Toda la izquierda parlamentaria portuguesa ha exigido elecciones anticipadas.

Los dos l¨ªderes de la derecha portuguesa pierden. Pero el que m¨¢s lo hace es el propio Portas, detonante y protagonista de la crisis con esa dimisi¨®n fantasma nunca del todo consumada. A pesar de acumular m¨¢s poder, su figura pol¨ªtica se difumina despu¨¦s de haber aceptado a volver a un Gobierno al que renunci¨®, de forma explosiva e ¡°irrevocable¡±.