El uso de aviones oficiales crece un 39% durante el gobierno de Rousseff

El uso abusivo de aviones oficiales de las Fuerzas A¨¦reas Brasile?as (FAB) por los altos l¨ªderes pol¨ªticos ha aumentado un 39% durante el mandato de la presidenta Dilma Rousseff.

Hace dos semanas, en plena protesta callejera contra los gastos superfluos de los pol¨ªticos, considerados dinero de corrupci¨®n sustra¨ªdo a la poblaci¨®n, cuatro altos cargos fueron descubiertos usando aviones de las FAB para fines privados. Fueron el presidente del Congreso, Henrique Alves, que us¨® un avi¨®n oficial para llevar a la final de la Copa de las Confederaciones, en el estado Maracan¨¢ de R¨ªo, a su novia, amigos y familiares; el presidente del Senado, Ren¨¢n Calheros, que fue a la boda de un diputado amigo; el ministro de la Previsi¨®n Social, Garabaldi Alves, para ir tambi¨¦n a un partido de f¨²tbol, y el gobernador del Estado de R¨ªo, S¨¦rgio Cabral, que usa cada fin de semana un helic¨®ptero del Gobierno para ir de vacaciones a 80 kil¨®metros de R¨ªo llevando a su mujer, a las empleadas dom¨¦sticas y a su perro. Entre ida y vuelta y viajes para hacer compras, el helic¨®ptero oficial suele hacer media docena de vuelos semanales.

En un primer momento trataron de justificar dichos viajes por tratarse de personalidades que cuando viajan lo hacen, seg¨²n ellos, representando su funci¨®n oficial. Presionados por la opini¨®n p¨²blica, todos ellos acabaron devolviendo el dinero al Estado. Cabral entreg¨® el helic¨®ptero al Cuerpo de Bomberos.

La presidenta Rousseff afirm¨® que ¡°no era una cosa seria¡± ese uso abusivo de aviones oficiales para fines particulares.

Desde 2002, los viajes oficiales de ministros y altos cargos de la Administraci¨®n p¨²blica est¨¢n restringidos a casos de emergencia m¨¦dica o cuando, trat¨¢ndose de una misi¨®n oficial, no existen vuelos civiles en ese momento y para ese lugar. Al llegar al poder, Rousseff pidi¨® que los pol¨ªticos usasen estos vuelos civiles los fines de semana, cuando muchos salen de Brasilia. La Administraci¨®n paga estos desplazamientos a ellos a sus?familias. Sin embargo, en su mandato, no solo no fue obedecida sino que dichos vuelos (llamados "de la alegr¨ªa") han aumentado casi un 40% seg¨²n datos del diario O Estad?o de S?o Paulo. Aun cuando aparecen como misiones oficiales, acaban siendo usados para fines partidistas en sus respectivos colegios electorales.?

En el ¨²ltimo semestre, los vuelos realizados por autoridades del Gobierno en aviones oficiales suponen un trayecto de 10 veces la ida y vuelta a la luna: 5.800 vuelos, calculados en 45 millones de reales (casi 20 millones de d¨®lares), seg¨²n Fernando Catalano, del departamento de ingenieros de la FAB de S?o Paulo.

Jorge Hage, ministro jefe del Control general de la Uni¨®n, que nunca ha viajado en un avi¨®n oficial, considera que si el trayecto del viaje del pol¨ªtico es m¨¢s barato y existe en vuelos civiles es ¡°oportuno y recomendable¡± no usar los aviones de la FAB.?

A partir de ahora y despu¨¦s del control ejercido tanto por la opini¨®n p¨²blica como por los medios de comunicaci¨®n, que tiene acceso a los datos de gasto oficial a trav¨¦s de la nueva ley de transparencia, a los pol¨ªticos les ser¨¢n m¨¢s dif¨ªciles realizar esos ¡°vuelos de la alegr¨ªa¡±, una anomal¨ªa en los gastos p¨²blicos que parad¨®jicamente no fue denunciada en las manifestaciones de los sindicatos del jueves pasado. Esas cr¨ªticas son t¨ªpicas del movimiento de los espont¨¢neos, muy sensibles a los gastos in¨²tiles de la Administraci¨®n p¨²blica. En Brasil, uno de los pa¨ªses con mayores cargas fiscales del mundo, un trabajador debe entregar al Estado en impuestos el equivalente a cuatro meses de su sueldo.