La econom¨ªa argentina se desboca
El Gobierno de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez aumenta la intervenci¨®n en los mercados El Ejecutivo sigue sin hallar la f¨®rmula para frenar la escalada de los precios y del d¨®lar
El Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez no quiere ser un esclavo de las grandes corporaciones, ya sean nacionales ¡ªl¨¦ase el grupo Clar¨ªn¡ª o extranjeras. Las leyes del mercado no tienen por qu¨¦ dictar la pol¨ªtica de un pa¨ªs. Esa es la premisa b¨¢sica de Fern¨¢ndez. Pero a la hora de aplicarla se producen fen¨®menos llamativos. El pen¨²ltimo de ellos ya se ha contado: Argentina, el antiguo granero del mundo, ha dejado de exportar trigo para que no suba el precio del pan. El pan se ha encarecido en lo que va de a?o un 50%, m¨¢s del doble que la inflaci¨®n extraoficial y cinco veces superior a la oficial. Los agricultores est¨¢n obligados a vender en el mercado interno lo que hayan almacenado. El secretario de Comercio, Guillermo Moreno, impuls¨® la venta de un pan econ¨®mico que cuesta 10 pesos el kilo (1,84 d¨®lares). Pero ese producto solo abarca el 10% de lo que se vende en cualquier panader¨ªa. El que pretenda conseguirlo al precio reducido tiene que apurarse, porque en cuanto se acaban las existencias, se dispara el precio.
¡°Lo que puede pasar ahora es que muchos productores de trigo dejen de sembrar. Si saben que no lo pueden vender a un precio rentable, ?para qu¨¦ vas a sembrar?¡±, explica Mart¨ªn Rapetti, economista y profesor de la Universidad de Buenos Aires. Con la carne pas¨® algo semejante. Moreno promovi¨® desde 2006 el consumo interno. As¨ª que el pasado mayo sobrevino el fin de un reinado: por primera vez las exportaciones argentinas de carne se situaban por detr¨¢s de Brasil, de Uruguay y hasta de Paraguay. Argentina es el ¨²ltimo exportador de los tres socios originarios de Mercosur.
Pero el problema m¨¢s apremiante ahora es el de la inflaci¨®n, la palabra que ni el ministro de Econom¨ªa, Hern¨¢n Lorenzino, se atreve a pronunciar. Para frenarla, el Gobierno anunci¨® en febrero un acuerdo mediante el cual las principales cadenas de supermercados se compromet¨ªan a congelar los precios de 10.000 productos desde el 1 de febrero al 1 de abril en m¨¢s de mil establecimientos. Terminaron los dos meses y el congelamiento se prolong¨® hasta mayo. Termin¨® mayo y Moreno, el secretario de Comercio, le arranc¨® a los due?os de los supermercados un acuerdo para mantener congelados los precios de 500 productos.
La presidenta, Cristina Fern¨¢ndez, declar¨® en sus discursos que los ciudadanos deb¨ªan estar pendientes para que los comerciantes no incumplieran la ley. Y desde junio, decenas de militantes kirchneristas salieron a los supermercados con la lista de los 500 productos en la mano. El 4 de julio, Guillermo Moreno, acompa?ado de c¨¢maras para que propagaran lo que hac¨ªa, clausur¨® durante varias horas cuatro supermercados en la capital y la provincia de Buenos Aires, a los que acus¨® de desabastecimiento de los art¨ªculos recogidos en el acuerdo.
¡°A m¨ª esas medidas me parecen circenses, no tendr¨¢n efecto sobre la econom¨ªa¡±, explica el profesor Rapetti, tambi¨¦n investigador econ¨®mico del Consejo Nacional de Investigaciones Cient¨ªficas y T¨¦cnicas (Conicet). ¡°El problema es que la inflaci¨®n no se frena. Y nos estamos dirigiendo hacia una crisis devaluatoria. Buena parte de los economistas pens¨¢bamos que tras vencer en las presidenciales de 2011 el Gobierno iba a anunciar una devaluaci¨®n. Esa es la forma convencional de combatir una falta de d¨®lares como la que tenemos. Pero en lugar de eso dio un giro m¨¢s intervencionista. Empezaron con las trabas a las importaciones y despu¨¦s el control sobre la adquisici¨®n de d¨®lares. Pero eso es tapar un agujero para destapar otros¡±.
Rapetti se considera un economista progresista y asume que la intenci¨®n de no someterse a las leyes del mercado resulta atractiva. ¡°Este Gobierno tuvo una ret¨®rica de favorecer a los m¨¢s desventajados. Pero su pol¨ªtica es muy cortoplacista y en el medio plazo terminar¨¢ haci¨¦ndole da?o a quien se dice favorecer. Porque cuando haya una devaluaci¨®n los m¨¢s perjudicados ser¨¢n los m¨¢s humildes. Y vamos hacia ese camino. No creo que se produzca una crisis como la de 2001. Pero habr¨¢ una devaluaci¨®n fuerte. Cada vez hay m¨¢s economistas que se unen a esta interpretaci¨®n. No hemos tocado fondo, pero estamos asistiendo al ¨²ltimo periodo de este Gobierno y esta estrategia populista que se va a intensificar¡±.
Por ahora, Guillermo Moreno sigue manteniendo su rumbo. Con el respaldo absoluto de Cristina Fern¨¢ndez.
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