El ¡®Costa Concordia¡¯ revive el drama
La fiscalia italiana se opone a pactar una condena leve con el capit¨¢n Francesco Schettino El marino se enfrenta a una sentencia de hasta 20 a?os de prisi¨®n
El capit¨¢n Francesco Schettino sabe que va a ser condenado, que la peligrosa maniobra de acercar el Costa Concordia a la isla del Giglio en plena noche y su cobarde huida del barco abandonando a su suerte a m¨¢s de 4.200 personas entre tripulaci¨®n y pasajeros tiene dif¨ªcil defensa, sobre todo porque ¨Cun a?o y medio despu¨¦s del naufragio¡ª sigue pesando la memoria de los 32 muertos y la imagen de una nave gigantesca todav¨ªa acostada sobre el paisaje de la Toscana. Por todo eso, su abogado, Domenico Pepe, aprovech¨® ayer el inicio de la vista en Grosseto para solicitar al tribunal que su cliente sea condenado a tres a?os y cinco meses de prisi¨®n. Pero la fiscal¨ªa, que s¨ª pact¨® con los responsables secundarios del naufragio, se opone frontalmente a que el capit¨¢n Schettino huya tambi¨¦n del juicio.
As¨ª pues, Francesco Schettino, de 52 a?os, se enfrenta en solitario a una condena que puede llegar a los 20 a?os de c¨¢rcel si el tribunal lo encuentra finalmente culpable de, entre otros, los delitos de homicidio culposo m¨²ltiple, abandono de la nave y naufragio por negligencia. El accidente se produjo al chocar la nave con un escollo despu¨¦s de que Schettino decidiera ¡ªal parecer por su cuenta y riesgo¡ª acercar el Costa Concordia a la isla del Giglio para agasajar a un miembro de la tripulaci¨®n. Adem¨¢s, el capit¨¢n est¨¢ acusado de no avisar inmediatamente a las autoridades mar¨ªtimas del accidente. En la memoria de los italianos quedaron gravadas las dos conversaciones mantenidas aquella noche entre Schettino y Gregorio de Falco, el jefe de la capitan¨ªa de Livorno, quien a voz en grito ordenaba una y otra vez al capit¨¢n en fuga que regresara inmediatamente al barco y se pusiera al mando de las labores de evacuaci¨®n. Pero Schettino no regres¨®.
La nave se inclin¨® unos 90 grados y el capit¨¢n se cay¨® sobre una de las lanchas salvavidas¡± Domenico Pepe, abogado de Schettino
Ahora se encuentra solo en el banquillo de los acusados. Para el jefe de la fiscal¨ªa de Grosseto, Francesco Verusio, no hay duda de la culpabilidad de Schettino: ¡°La ¨²nica cuesti¨®n que nos queda ahora es ver la gravedad de la pena que se le pueda imponer. Estamos muy satisfechos de la manera en que hemos argumentado nuestra acusaci¨®n. Espero que el juicio se desarrolle de la manera m¨¢s r¨¢pida posible¡±. Enfrente, adem¨¢s de la fiscal¨ªa, tendr¨¢ a 242 partes civiles, entre las que destaca la presencia del armador de la nave, Costa Cruceros. La gran cantidad de testigos ¡ª338 por parte de la fiscal¨ªa, 96 llamados por la defensa y otros 575 por las partes demandantes¡ª contribuir¨¢ a que el juicio se alargue hasta, como m¨ªnimo, principios de 2014. Entre los testigos del naufragio sorprendi¨® ayer la presencia en Grosseto de la joven Domnica Cemortan, quien seg¨²n diversos testimonios se encontraba en el puente de mando del Costa Concordia en el momento de la colisi¨®n, despu¨¦s de haber cenado con el capit¨¢n Schettino en uno de los restaurantes del barco. Cemortan se declar¨® sorprendida por que ¡°solo haya una persona en el banquillo¡±, e hizo votos porque durante el juicio se descubra a ¡°los verdaderos responsables¡±.
Por su parte, Schettino aprovech¨® una pausa para expresar su extra?eza por la lentitud de las labores de retirada del barco. ¡°Es muy raro¡±, dijo, ¡°que mi nave, la Costa Concordia, est¨¦ todav¨ªa all¨ª [en la isla del Giglio]¡±. Ya desde el principio, los intereses del capit¨¢n y del armador del barco chocaron abiertamente. El objetivo de Costa Cruceros es que el capit¨¢n Schettino sea considerado el ¨²nico responsable del naufragio. En Italia lo tiene f¨¢cil, porque desde ayer es el ¨²nico que se sienta en el banquillo del Teatro Moderno de Grosseto, pero no as¨ª en Estados Unidos. A partir del 23 de julio, en California se abre un proceso paralelo emprendido por unos 300 pasajeros ¡ªno solo estadounidenses¡ª contra la multinacional de los cruceros, a la que exigen que indemnice a las v¨ªctimas.
El pasado mes de abril, la naviera alcanz¨® un acuerdo con la fiscal¨ªa italiana para pagar un mill¨®n de euros como sanci¨®n administrativa.
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