La Comisi¨®n Europea retir¨® el aspecto m¨¢s lesivo para Washington

Un escondido ¡ªy en apariencia discreto¡ª art¨ªculo 42 del reglamento de protecci¨®n de datos desat¨® todas las alarmas entre los socios estadounidenses. Tambi¨¦n, en menor medida, en algunos despachos de la Comisi¨®n Europea. El art¨ªculo 42 alud¨ªa al intercambio de datos con terceros pa¨ªses y prohib¨ªa expresamente a cualquier entidad ceder informaci¨®n a las autoridades de otros Estados (incluso las judiciales) salvo autorizaci¨®n expresa de las agencias de protecci¨®n de datos de cada pa¨ªs. Los retoques de ¨²ltima hora lo hicieron desaparecer de la versi¨®n final.

En los cinco p¨¢rrafos que lo desarrollaban, se establec¨ªa incluso que esas agencias de protecci¨®n de datos informasen a los sujetos de los que se pidieran detalles (empresas o ciudadanos) y a las autoridades nacionales donde residiesen. Estados Unidos se opuso con fuerza a esa regulaci¨®n invocando los riesgos para la seguridad. Visto con perspectiva, resulta llamativo el ejemplo con el que la carta del Departamento de Comercio ilustra esos peligros: ¡°?Se supone que una agencia de protecci¨®n de datos debe decidir qu¨¦ pruebas necesita la FTC [autoridad de comercio estadounidense] para investigar un programa inform¨¢tico de espionaje y la importancia de ese caso para proteger los intereses de los consumidores estadounidenses?¡±.

Tambi¨¦n la Direcci¨®n General de Fiscalidad percibi¨® con claridad el alcance de la norma: ¡°Tenemos que considerar sus implicaciones pol¨ªticas¡±, indic¨® en el documento de consultas internas al que ha tenido acceso este diario.

La consecuencia m¨¢s inmediata fue que, en enero de 2012, cuando la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea y responsable de Justicia, Viviane Reding, present¨® p¨²blicamente su propuesta, no hab¨ªa rastro del art¨ªculo 42. La pol¨¦mica suscitada por esa mutilaci¨®n ha provocado precisamente el efecto contrario. El Parlamento, ahora responsable junto con los Estados miembros de enmendar el texto, ha decidido restituirlo.

¡°El art¨ªculo no desapareci¨® como consecuencia de la presi¨®n, sino por la resistencia que mostraron algunos departamentos, entre ellos el de Competencia y el de Fiscalidad¡±, confirman fuentes de las instituciones europeas. Dar un paso as¨ª supondr¨ªa ¡°lo contrario del camino que hemos andado en los ¨²ltimos a?os¡± en materia de lucha contra los carteles o el fraude fiscal transfronterizo. Esas fuentes niegan que el art¨ªculo 42 hubiese impedido el espionaje estadounidense a ciudadanos e instituciones europeas, una revelaci¨®n que ha impactado de lleno en este proceso legislativo.

El Gobierno estadounidense est¨¢ especialmente interesado en ver c¨®mo se desarrolla la directiva, la parte de esta legislaci¨®n que afecta de lleno al tratamiento de datos en el sector p¨²blico. ¡°Estados Unidos est¨¢ ejerciendo presi¨®n en los pa¨ªses miembros¡±, asegura Dimitris Droutsas, responsable de ese proyecto en el Parlamento Europeo. El dossier va mucho m¨¢s lento de lo previsto en el Consejo Europeo, con grandes reticencias por parte de Alemania, Reino Unido y algunos pa¨ªses escandinavos.

¡°Europa es siempre muy t¨ªmida en su respuesta a los actos de EE UU. Aceptamos muchas cosas que ser¨ªan inaceptables si provinieran de cualquier otro pa¨ªs¡±, resume una de las eurodiputadas m¨¢s cr¨ªticas con este pa¨ªs, la liberal holandesa Sophie in¡¯t Veld.