Un hombre es abatido tras matar a seis vecinos en un edificio de Florida
Se desconocen las causas por las que el tirador comenz¨® a disparar indiscriminadamente contra los residentes del inmueble
Un equipo de operaciones especiales (SWAT, en sus siglas en ingl¨¦s) abati¨® el viernes por la noche a un hombre que a media tarde empez¨® a disparar indiscriminadamente a los vecinos de un tranquilo edificio de Hialeah, al norte de Miami. Tras acabar con la vida de seis personas, el individuo, identificado como Pedro Vargas, se atrincher¨® en el interior del inmueble. Los agentes trataron de negociar con ¨¦l pero, al constatar que no se iba a entregar, decidieron penetrar en la residencia y acabaron con su vida.
El sargento Eddie Rodr¨ªguez declar¨® a la agencia Associated Press que la polic¨ªa recibi¨® una llamada alrededor de las 6.30 de la tarde del viernes alertando de que se hab¨ªan realizado disparos en un edificio de cinco plantas con decenas de apartamentos en Hialeah. Vargas, de 43 a?os, ha sido descrito por la polic¨ªa en rueda de prensa como "un hombre tranquilo" sin antecedentes penales. Aunque las autoridades siguen investigando los motivos de la masacre, todo apunta a una disputa entre vecinos que se resolvi¨® de manera tr¨¢gica.
Dos de sus v¨ªctimas son la pareja que se encargaba del mantenimiento del edificio. Su hija ha declarado a la cadena de televisi¨®n ABC que sus padres fueron a atender una queja de un vecino antes de que comenzaran los disparos. ¡°Eso es todo lo que sabemos¡±, ha se?alado la chica. Otras tres personas, dos mujeres y un hombre, todos miembros de la misma familia, fueron hallados muertos en uno de los apartamentos. Zulima Niebles identific¨® los cad¨¢veres como los de su hermana, su cu?ado y su sobrina.
El tirador tambi¨¦n acab¨® con la vida de otro vecino que justo entraba por la puerta del edificio con uno de sus hijos. El portavoz de la polic¨ªa dijo desconocer si el autor de los disparos mat¨® deliberadamente a esta ¨²ltima v¨ªctima o si de trat¨® de una bala perdida que, lamentablemente, impact¨® sobre el hombre. ¡°Desde donde estaba pod¨ªa disparar a los transe¨²ntes del otro lado de la calle, pudiendo alcanzar a esta persona¡±, ha se?alado Rodr¨ªguez.
Los disparos desataron el p¨¢nico entre los residentes que se encontraban en el inmueble. Algunos se precipitaron a la calle en cuanto vieron entrar al equipo del SWAT, otros se parapetaron en sus casas, pero algunos dejaron sus puertas abiertas permitiendo al tirados entrar en las viviendas y seguir apuntando indiscriminadamente. Miriam Vald¨¦s, de 70 a?os, y que vive justo un piso m¨¢s arriba de donde se desat¨® el tiroteo, ha comentado a la prensa que corri¨® asustada hasta la unidad de la polic¨ªa cuando est¨¢ entr¨® en el edificio para tratar de negociar con el tirador.
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