Martin Indyk, nuevo enviado especial de EE UU para Oriente Pr¨®ximo

A escasas horas de que se reanuden las conversaciones de paz entre israel¨ªes y palestinos en Washington, el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ha anunciado que Martin Indyk ser¨¢ el encargado de auspiciar esas negociaciones en su calidad de nuevo enviado especial estadounidense para la paz Oriente Pr¨®ximo. Indyk, un jud¨ªo de 62 a?os, fue el arquitecto de la pol¨ªtica estadounidense en la regi¨®n durante el Gobierno de Bill Clinton y sirvi¨® como embajador en Israel entre 1995 y 1997 y entre 2000 y 2001.

Indyk es un gran conocedor de la diplomacia en la regi¨®n. Su estancia en un kibutz durante la guerra del Yom Kipur en 1973 hizo nacer en ¨¦l la convicci¨®n de que la paz en Oriente Pr¨®ximo no solo era necesaria sino que era posible y fue el punto de partida de su carrera en la pol¨ªtica internacional, tal y como confes¨® hace unos a?os en una entrevista para el portal Leadel.net y que este lunes ha recordado de nuevo. ¡°Desde hace 40 a?os he tenido la convicci¨®n de que la paz es posible¡±.

Su estancia en un kibutz durante la guerra del Yom Kipur en 1973 hizo nacer en ¨¦l la convicci¨®n de que la paz en Oriente Pr¨®ximo no solo era necesaria sino que era posible

Nacido en Londres y criado en Australia, Indyk no se nacionaliz¨® estadounidense hasta 1993, menos de una semana antes de que Clinton lo nombrara director de Asuntos para Oriente Pr¨®ximo y Asia del Consejo Nacional de Seguridad, la mayor autoridad sobre la materia. Hasta entonces, el nuevo enviado especial, hab¨ªa servido 10 meses como director de la Inteligencia australiana en Oriente Pr¨®ximo. En 1982, tras emigrar a EE UU, trabaj¨® por director de Investigaciones del Comit¨¦ de Asuntos P¨²blicos Israel¨ª (AIPAC, en sus siglas en ingl¨¦s), uno de los lobbys proisrael¨ªes m¨¢s influyentes de Washington. M¨¢s adelante se integr¨® en la junta directiva del Instituto de Washington de Pol¨ªtica para Oriente Pr¨®ximo y en la actualidad era el director del programa de Pol¨ªtica Exterior de la prestigiosa Brookings Institution.

Su nombramiento como embajador de EE UU en Israel en 1995 convirti¨® a Indyk en el primer jud¨ªo en ocupar ese puesto. Indyk tambi¨¦n fue el primer embajador a quien se le prohibi¨® el acceso a informaci¨®n confidencial durante una investigaci¨®n sobre una presunta filtraci¨®n de documentos secretos llevada a cabo por el Departamento de Estado. En octubre de 2000 qued¨® exculpado de cualquier responsabilidad.

Durante su primera etapa como embajador, el papel de Indyk fue fundamental para el proceso de paz ayudando a la ejecuci¨®n de los acuerdos de Oslo, firmados en 1993, gracias a su buena relaci¨®n con el primer ministro israel¨ª Isaac Rabin. Durante ese per¨ªodo, Indyk afianz¨® los v¨ªnculos con el sector m¨¢s progresista de los l¨ªderes israel¨ªes y no escondi¨® su apoyo a Simon Perez en su carrera para dirigir el pa¨ªs.

Las buenas relaciones con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina. Mahmoud Abbas, y las conversaciones fluidas con Netanyahu, adem¨¢s de su experiencia sobre los anteriores y truncados procesos de paz, ayudar¨¢n a Kerry a apuntalar un proceso de paz

Tras la elecci¨®n de Benjamin Netanyahu, Indyk regres¨® a Washington para retomar su cargo como embajador en 2000 y trabajar con el primer ministro, Ehud Barack, en el impulso de nuevas negociaciones de paz, que fueron truncadas con el inicio de la segunda intifada. La defensa de una Jerusal¨¦n cuya direcci¨®n fuera compartida por israel¨ªes y palestinos, proclamada por Indyk entonces, enfad¨® a los grupos jud¨ªos norteamericanos.

Las buenas relaciones con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina. Mahmud Abbas, y las conversaciones fluidas con Netanyahu, adem¨¢s de su experiencia sobre los anteriores y truncados procesos de paz, ayudar¨¢n a Kerry a apuntalar un proceso de paz en cuya reanudaci¨®n el secretario de Estado se ha implicado personalmente desde que accedi¨® al cargo en febrero de este a?o. ¡°Indyk es realista y sabe que la paz en Palestina no llegar¨¢ de inmediato, pero sabe que ahora se ha abierto un camino y que hay que recorrerlo¡±, ha se?alado Kerry.