Golpe al ¡®Estado profundo¡¯
La sentencia trata de liquidar las tramas que organizaron cr¨ªmenes para desestabilizar al Gobierno islamista
Militares en activo o antiguos oficiales, agentes de los servicios de seguridad o del espionaje, ex altos cargos de la Administraci¨®n, confidentes, hooligans, pistoleros de ultraderecha de los Lobos Grises¡ Toda una amalgama de descontentos con la pol¨ªtica del Gobierno islamista moderado del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas en turco), con el supuesto objetivo de defender a Turqu¨ªa de las amenazas contra el laicismo y proteger los valores de la Rep¨²blica fundada en 1923 por Mustaf¨¢ Kemal, Atat¨¹rk. El lema del llamado Estado profundo se expresa perfectamente con la m¨¢xima ¡°cuanto peor, mejor¡±.
El atentado mortal contra un juez del Supremo en 2006, la muerte a tiros de un sacerdote cat¨®lico italiano, poco despu¨¦s, y sobre todo, el asesinato del periodista turco-armenio Hrant Dink, tiroteado ante la sede de su revista en Estambul en 2007, hicieron temer que Turqu¨ªa hubiera entrado en una espiral de violencia que recordaba al clima de tensi¨®n previo al golpe de Estado de 1980. Dink se hab¨ªa atrevido a publicar en el semanario Agos art¨ªculos en los que se recordaba el genocidio armenio de 1915 bajo el Imperio Otomano, uno de los mayores tab¨²es de la Turqu¨ªa moderna. La difusi¨®n de una fotograf¨ªa en la que polic¨ªas que detuvieron al asesino del director de Agos sonre¨ªan con ¨¦l mientras le abrazaban con una bandera turca, desat¨® un gigantesco esc¨¢ndalo en la sociedad turca.
Investigaciones period¨ªsticas como las del semanario Nokta, clausurado en 2008 tras una denuncia del jefe del Estado Mayor, y del diario Taraf sacaron a la luz la existencia de una trama golpista turca que se destap¨® tras el descubrimiento de una caja con explosivos en la casa de un oficial del Ej¨¦rcito. Tras la llegada al poder del AKP de Recep Tayyip Erdogan en 2002, algunos servicios de inteligencia militares empezaron a preparar planes contra el Gobierno. Varios generales mantuvieron reuniones conspiratorias junto a grupos de civiles cuando, en la primavera de 2004, Erdogan se declar¨® favorable al refer¨¦ndum sobre la reunificaci¨®n de Chipre organizado por la ONU. Los militares se negaban en redondo a abandonar el norte de la isla, que Turqu¨ªa hab¨ªa ocupado en 1974. Pero los planes de golpe cayeron en el olvido tras el fracaso de la consulta a causa del voto negativo de los grecochipriotas.
Los fiscales del caso Ergenekon acusaron tambi¨¦n a algunos de los procesados de organizar un atentando contra el primer ministro o de planear el asesinato del premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk. Pero los principales cargos en el macrojuicio que ha pretendido desenmascarar al Estado profundo se concentran en las acciones que ten¨ªan el prop¨®sito de sembrar el caos para justificar una intervenci¨®n militar en Turqu¨ªa.
Los planes de la trama Ergenekon inclu¨ªan un ataque de la aviaci¨®n turca contra cazas griegos sobre aguas del Egeo para abrir un frente de hostilidades que comprometiera al Gobierno. En el sumario tambi¨¦n se recogen las acusaciones de planear atentados contra mezquitas de Ankara y Estambul. Incluso llegaron a existir preparativos para colocar una bomba en un antiguo submarino de la Armada fondeado en el Cuerno de Oro de Estambul durante la visita de un grupo de escolares.
Durante los cinco a?os que ha durado el proceso, la situaci¨®n de algunos de los acusados ha dado un vuelco. El profesor de la Universidad de Ankara Mehmet Haberal, y el periodista del peri¨®dico laico Cumhurriyet Mustaf¨¢ Balbay, fueron elegidos diputados en la Asamblea de Ankara en las listas del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdem¨®crata). Precisamente la implicaci¨®n de civiles en el proceso ha sido el principal argumento de la oposici¨®n para cuestionar la validez del caso Ergenekon, al que han calificado de caza de brujas contra rivales pol¨ªticos. Nedim Sener, un conocido periodista de investigaci¨®n turco tambi¨¦n encausado en el macrojuicio, declaraba ayer a Reuters: ¡°Al principio cre¨ªmos que esto era un esfuerzo para limpiar el Estado profundo, pero pronto nos dimos cuenta de que solo se trataba de librarse de los oponentes [al Gobierno]¡±.
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