Hungr¨ªa impone una dura condena por cr¨ªmenes racistas
Una banda mat¨® a seis gitanos entre 2008 y 2009 y aterroriz¨® a la minor¨ªa
La casa de una familia gitana empez¨® a arder el 23 de febrero de 2009. Les hab¨ªan lanzado varios c¨®cteles molotov por la ventana. Ocurri¨® a la una de la madrugada en Tataszentgy?rgy, a 32 kil¨®metros de Budapest. Cuando hu¨ªan del fuego, el padre, de 27 a?os, y uno de los hijos, de cinco, fueron asesinados a tiros. Otros dos ni?os fueron heridos. Cuatro a?os despu¨¦s de la oleada de cr¨ªmenes contra gitanos que conmocion¨® al pa¨ªs entre 2008 y 2009, hoy un tribunal h¨²ngaro ha condenado a cadena perpetua a tres hombres y a 13 a?os de prisi¨®n a un cuarto por seis asesinatos racistas.
La sentencia es excepcional y tiene, seg¨²n Erika Muhi, la responsable de la organizaci¨®n de defensa legal para las minor¨ªas Neki, "un valor ejemplar" en un pa¨ªs donde los gitanos, que representan alrededor del 8% de la poblaci¨®n de 10 millones de h¨²ngaros, son la v¨ªctima principal de los ataques de la extrema derecha y de la discriminaci¨®n. "Aunque puede que no cambie la actitud de la sociedad, confiamos en que la decisi¨®n del tribunal tenga un efecto disuasorio", a?ade Muhi. El racismo contra los gitanos salpica el debate p¨²blico h¨²ngaro, alentado sobre todo por el partido ultraderechista Jobbik y su feroz ret¨®rica antigitana ¡ªy antisemita¡ª desde que entr¨® en el Parlamento en 2010 como tercera fuerza pol¨ªtica. Jobbik presenta a la comunidad gitana como un grupo de vagos que viven de subsidios, entregados a tener hijos y a los peque?os hurtos.
La serie de asesinatos de 2008 y 2009 cre¨® un clima de p¨¢nico entre la comunidad gitana espoleado por la Guardia H¨²ngara, una organizaci¨®n de civiles uniformados que que se dedicaba a patrullar por los pueblos para aterrorizar a esta minor¨ªa. Aunque est¨¢ prohibida desde 2009, han surgido grupos violentos que act¨²an en el pa¨ªs ¡ªlos ¨²ltimos incidentes serios ocurrieron el verano pasado¡ª bajo otros nombres y similares m¨¦todos. Dos de los cuatro condenados formaban parte de un grup¨²sculo de extrema derecha distinto de la Guardia H¨²ngara, que a uno de ellos le parec¨ªa "poco efectiva" contra los gitanos, como cuenta Eszter Jov¨¢novics, de la Uni¨®n de Libertades Civiles de Hungr¨ªa, al salir del tribunal. La banda planific¨® y ejecut¨® los asesinatos durante meses. Uno de sus objetivos era lograr "que los gitanos se radicalizaran y hubiera violencia ¨¦tnica", explica Kristof Domina, director del Instituto Athena de Budapest, especializado en los grupos extremistas.
"Con esta sentencia, el tribunal ha corregido los errores de procedimiento que hubo", afirma satisfecha Jov¨¢novics en referencia a los fallos durante la investigaci¨®n. Sin embargo, denuncia que, cuatro a?os despu¨¦s, "ni la polic¨ªa ni los fiscales est¨¢n especializados en investigar delitos de odio, no hay protocolos espec¨ªficos ni bases de datos ni m¨¦todos de protecci¨®n de las v¨ªctimas adecuados. Adem¨¢s, la polic¨ªa tiende a no tener en cuenta el componente racista de los delitos, y los trata como cr¨ªmenes ordinarios. Es un problema sistem¨¢tico aqu¨ª".
El Gobierno del populista de derechas Viktor Orb¨¢n, en el punto de mira de Bruselas por su deriva autoritaria, se ha apresurado a sacar a relucir en una nota de prensa sus logros a la hora de combatir el racismo. Cuando se cometieron los asesinatos gobernaban los socialistas. "El Gobierno se ocupa de esto desde un punto de vista t¨¦cnico, con leyes, pero de vez en cuando hace gui?os simb¨®licos [a los extremistas] para calmar a los votantes de extrema derecha", explica D¨®mina.
Un d¨ªa antes del fallo, la madre del hombre y abuela del ni?o asesinados en Tataszentgy?rgy dijo a Reuters: "Es como hace cuatro a?os (...) no podemos sacudirnos este racismo, esta pobreza". Y a?ade que a¨²n hay desconocidos que por la noche acechan su casa.
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