Defender los derechos humanos en Colombia es cada vez m¨¢s peligroso

El riesgo por defender los derechos de las m¨¢s diversas comunidades en cualquier regi¨®n de Colombia va en aumento. Pero lo que m¨¢s preocupa es que de las amenazas contra defensores de derechos humanos se est¨¢ pasando al asesinato. As¨ª se desprende de un informe que acaba de presentar el programa Somos Defensores que monitorea las agresiones contra defensores y l¨ªderes sociales en Colombia.

En promedio, durante el primer semestre de 2013, cada d¨ªa fue agredido un defensor y cada cuatro d¨ªas uno de ellos fue asesinado, seg¨²n las cifras del informe H¨¦roes An¨®nimos. Y aunque las agresiones ¨Cque incluyen amenazas, asesinatos, atentados, detenciones arbitrarias¨C, se redujeron en un 5,6% comparado el primer semestre de 2012, los homicidios crecieron 27%. Esto quiere decir que si bien se pas¨® 163 a 153 agresiones, se increment¨® de 29 a 37 l¨ªderes asesinados, lo que convertir¨ªa a 2013 en el a?o m¨¢s cr¨ªtico en la ¨²ltima d¨¦cada. El 2012 cerr¨® con un ya tr¨¢gico saldo de 69 defensores muertos.

Durante el primer semestre de 2013, cada d¨ªa fue agredido un defensor y cada cuatro d¨ªas uno fue asesinado, seg¨²n las cifras de?H¨¦roes An¨®nimos.

¡°Las amenazas se han ido transformando y se han vuelto cada vez m¨¢s directas. En 2011 eran digitales, a trav¨¦s de correos electr¨®nicos y llamadas. En 2012 el actor armado se le presentaba al l¨ªder para intentar callarlo y en lo que va de 2013, las amenazas pasaron a ser acciones f¨ªsicas¡±, explic¨® Carlos Guevara, miembro del programa Somos Defensores que est¨¢ integrado por tres ONGs de derechos humanos.

Las v¨ªctimas son en su mayor¨ªa l¨ªderes comunitarios, dirigentes ind¨ªgenas, sindicalistas, reclamantes de tierras, l¨ªderes de v¨ªctimas y de desplazados por el conflicto armado. Pero tambi¨¦n hay l¨ªderes cafeteros, mineros y afroamericanos. Preocupa adem¨¢s que 12 de estos defensores hab¨ªan reportado amenazas y sus asesinatos siguieron un patr¨®n muy parecido. Primero los secuestraron y luego los asesinaron con el agravante de que casi todos los cuerpos ten¨ªan se?ales de tortura. Otros fueron asesinados en su propia casa. ¡°Esa forma de agresi¨®n significa que la v¨ªctima fue seguida durante un tiempo suficiente como para identificar cu¨¢ndo era m¨¢s vulnerable y cu¨¢ndo el homicidio pod¨ªa quedar m¨¢s impune¡±, agrega Guevara.

Uno de esos l¨ªderes es ?ver Cordero, reconocido defensor de derechos humanos, l¨ªder de v¨ªctimas y de restituci¨®n de tierras del departamento de C¨®rdoba, al norte del pa¨ªs, que fue asesinado el mismo d¨ªa en que en los colombianos se movilizaban para marchar a favor de las v¨ªctimas del conflicto y del proceso de paz que adelanta el gobierno de Juan Manuel Santos con las FARC.

Ese 9 de abril, mientras el centro de Bogot¨¢ se llenaba con 900.000 personas, en Valencia, un municipio azotado por la violencia en el departamento de C¨®rdoba y donde se concentra gran parte de las solicitudes de restituci¨®n de tierras, Cordero fue baleado por dos sicarios. Su muerte se produjo cuando iba a la marcha que apoyar¨ªa la salida negociada al conflicto en Colombia. Y aunque este hombre de 45 a?os no hab¨ªa sido amenazado, hab¨ªa alertado sobre las intimidaciones a 114 l¨ªderes de desplazados de esa regi¨®n.

Las amenazas son la agresi¨®n m¨¢s frecuente. Y en este caso, las cifras tambi¨¦n han aumentado. Ya van 86 amenazas, cinco m¨¢s que en el mismo periodo de 2012, la mayor¨ªa a trav¨¦s de panfletos que los victimarios distribuyen en las poblaciones donde ejercen liderazgo los defensores. En los departamentos donde m¨¢s se dieron agresiones, los defensores son l¨ªderes de tierras y de poblaci¨®n desplazada.

Ese es el caso del l¨ªder de restituci¨®n de tierras Iv¨¢n Dar¨ªo Restrepo que estaba protegido por parte del Estado. Seg¨²n el informe, fue asesinado el 4 de mayo en la sala de su casa frente a su esposa, minutos despu¨¦s de que sus escoltas terminaran su turno de vigilancia. Lo mataron dos hombres vestidos de polic¨ªas. Se sabe que Restrepo hab¨ªa denunciado alianzas entre integrantes de bandas criminales de su regi¨®n y la polic¨ªa.

El informe de Somos Defensores tambi¨¦n da cuenta sobre los posibles responsables de las agresiones a estos defensores. En 70 de los casos aparecen como victimarios los paramilitares que no se desmovilizaron e integrantes de bandas criminales, seguidos de autores desconocidos. En el caso de las guerrillas y agentes del Estado, el informe destaca que su autor¨ªa en estos hechos ha venido disminuyendo.

¡°Hay que reconocer que las cosas han cambiado, muestra de ello es el acceso de muchas de las poblaciones vulnerables a mecanismos de denuncia, de protecci¨®n, la puesta en marcha de Ley de V¨ªctimas y de Restituci¨®n de Tierras, la b¨²squeda de acuerdos de paz con los grupos insurgentes, incluso los mismos golpes que le ha dado el gobierno a las bandas criminales¡±, dice Guevara con relaci¨®n al discurso guerrerista del gobierno anterior.

Aun as¨ª, pese a que la vulneraci¨®n a los derechos humanos en el pa¨ªs ha disminuido, Somos Defensores asegura que hoy el peligro se concentra en ciertas regiones y sectores que trabajan defendiendo derechos de desplazados, v¨ªctimas y despojados que buscan recuperar sus tierras.

El informe tambi¨¦n hace una fuerte cr¨ªtica a la Unidad de Protecci¨®n del gobierno que ha enfocado sus esfuerzos -y un enorme presupuesto- a brindar esquemas de seguridad que incluyen carros blindados y escoltas. Por eso proponen apostarle a la prevenci¨®n y a la investigaci¨®n para dar con los responsables de las amenazas y las agresiones. Seg¨²n Guevara, desde que el gobierno cre¨® en 2009 la Mesa Nacional de Garant¨ªas han asesinado a 219 defensores de derechos humanos sin que las investigaciones arrojen resultados.