Guerra de narcos entre Nicaragua y Honduras
La cruenta batalla entre bandas en una zona lim¨ªtrofe revela el avance criminal
La lejana y olvidada zona caribe?a de La Mosquitia, que Nicaragua comparte con Honduras, se ha convertido en un importante enclave disputado por c¨¦lulas del narcotr¨¢fico cuyo ¨²ltimo enfrentamiento, el lunes, dej¨® al menos 17 muertos, seg¨²n las autoridades hondure?as. Se trata de una regi¨®n clave en la ruta de la droga que viaja del sur del continente hacia Estados Unidos, un hormiguero del narco donde se hacen cada vez m¨¢s comunes los enfrentamientos y matanzas perpetradas por el crimen organizado.
El infierno se desat¨® en la remota comunidad de Bel¨¦n ¡ªen la provincia de Gracias a Dios, fronteriza con Nicaragua¡ª pasadas las ocho de la ma?ana del lunes, cuando se enfrentaron dos grupos rivales que se disputaban el control de 700 kilos de coca¨ªna. Una banda liderada por el nicarag¨¹ense Juan Carlos Villalobos Quiroz, El Muco, lleg¨® a la zona caribe?a con dos lanchas y 40 hombres para el trasiego de la droga. Estos hombres se enfrentaron con sus rivales hondure?os, lo que caus¨® la masacre, seg¨²n altos oficiales del Ej¨¦rcito de Honduras.
Varios vecinos de Bel¨¦n asist¨ªan a un funeral cuando se vieron atrapados en la balacera entre narcos. Aterrorizados, los lugare?os corrieron en busca de refugio. ¡°Era la guerra. No respetaron ni a ni?os ni a mujeres, los disparos no cesaban y tem¨ªamos lo peor. El choque de los grupos en este lugar es permanente, pero nunca se hab¨ªa hecho en un cementerio, esto es algo que no vamos a olvidar¡±, dijo un vecino de Bel¨¦n citado por el diario La Tribuna.
En esa regi¨®n del Caribe hay varios grupos ligados al narcotr¨¢ficos que realizan labores de avituallamiento, protecci¨®n y traslado de la droga a los grandes c¨¢rteles de M¨¦xico y Colombia. ¡°Son vecinos que se meten a este negocio por dinero, pero que con el tiempo van ganando protagonismo, hasta formar estructuras locales que prestan servicios a varios carteles, aunque no tienen un compromiso fuerte con un cartel determinado: trabajan con el que mejor les pague¡±, explica Roberto Orozco, experto en seguridad y crimen organizado. Orozco afirma que en esta regi¨®n tienen una fuerte influencia los carteles mexicanos de Sinaloa y Los Caballeros Templarios, pero tambi¨¦n el colombiano del Valle del Cauca.
Esta presencia se ve favorecida por los escandalosos ¨ªndices de pobreza de la regi¨®n (seg¨²n la ONU, 12 de los 25 municipios m¨¢s pobres de Nicaragua est¨¢n en el Caribe), el atraso hist¨®rico al que han sido condenados sus habitantes ¡ªmuchos de ellos ind¨ªgenas¡ª y el olvido de las autoridades, tanto nicarag¨¹enses como hondure?as. ¡°Es una combinaci¨®n explosiva a la que hay que agregar las consecuencias de la cada vez m¨¢s efectiva lucha contra el narcotr¨¢fico en Sudam¨¦rica, porque estos grupos buscan otros centros de operaci¨®n¡±, explic¨® F¨¦lix Maradiaga, ex secretario general del Ministerio de Defensa de Nicaragua. ¡°Centroam¨¦rica ha dejado de ser ¨²nicamente un corredor de la droga, para convertirse en un centro de operaci¨®n y acci¨®n¡±, agreg¨® Maradiaga.
Quienes controlen este cada vez m¨¢s valioso enclave, aseguran los expertos, lograr¨¢n los mayores beneficios del lucrativo negocio del traslado de la droga: por Honduras pasa cerca del 80% de la droga que se env¨ªa hacia EE UU. En una regi¨®n hundida en la miseria, los habitantes ven en este negocio su gran esperanza de supervivencia: los vecinos protegen los fardos que llegan del sur del continente, se arman para dar protecci¨®n a los narcotraficantes y hasta son capaces de enfrentarse a las autoridades. En pago a este apoyo, reciben droga o d¨®lares en efectivo, lo que ha permitido mejorar su nivel de vida, remozar sus pobres viviendas y hasta pagarse televisi¨®n por sat¨¦lite, conformando lo que se conoce como las narcoaldeas del Caribe.
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