Las claves para acabar con 65 a?os de conflicto

Estado palestino y seguridad: La Autoridad Nacional Palestina (ANP) reclama plena soberan¨ªa en su estado independiente, con Gaza y Cisjordania como territorio y Jerusal¨¦n Este por capital. Benjam¨ªn Netanyahu, primer ministro israel¨ª, en su discurso de Bar Ilan de 2009, se avino a la soluci¨®n de dos estados pero exige que Palestina est¨¦ desmilitarizada ¨Calgo que no asume Ab¨¢s, que quiere armamento, ¡°limitado¡± porque hay otras prioridades- y que se mantenga una presencia militar propia en el Valle del Jord¨¢n, con control del espacio a¨¦reo y las fronteras exteriores. Israel pretende seguir teniendo bases militares en suelo palestino. La ANP se niega a aceptar ni un soldado israel¨ª dentro. Podr¨ªa acatar una fuerza extranjera (tipo OTAN o UE) que garantice la paz.

Fronteras y asentamientos: Israel defiende mantener todo Jerusal¨¦n, incluso la parte ocupada, y los asentamientos levantados en Cisjordania, en zona invadida en 1967. Los palestinos quieren volver a las fronteras previas a 1967, avaladas por la resoluci¨®n 242 de Naciones Unidas. Ab¨¢s y la Liga ?rabe aceptan intercambios puntuales de suelo, ¡°m¨ªnimos y justos¡±, que modifiquen ligeramente ese trazado, algo que Israel podr¨ªa estudiar. Palestina quiere que se reconozca la ¡°ilegalidad¡± de las colonias, con m¨¢s de medio mill¨®n de israel¨ªes. Netanyahu defender¨¢ la anexi¨®n de la mayor parte de los asentamientos y se calcula que quedar¨ªan descolgados unos 70.000 colonos, que s¨ª deber¨ªan ser reubicados o asimilados por el estado palestino. Israel se ha negado esta vez a una moratoria en la construcci¨®n de asentamientos, como la aprobada en 2010.

Jerusal¨¦n: Israel ocup¨® dos tercios de ciudad a los jordanos en el 67 y luego expropi¨® el 30%. Esa propiedad nunca ha sido reconocida por la comunidad internacional, como tampoco el hecho de que en 1980 una ley fundamental decretase es que la capital ¨²nica e indivisible de Israel (resoluci¨®n 478 del Consejo de Seguridad de ese a?o). La ANP exige como irrenunciable que Jerusal¨¦n Este sea su capital, con los 280.000 habitantes ¨¢rabes actuales, salpicados con una quincena de colonias. En 2010, Israel baraj¨® ceder la mitad y decretar un r¨¦gimen especial sobre los santos lugares de la ciudad vieja, clave para jud¨ªos, musulmanes y cristianos. Los palestinos, siempre que sea su capital, debatir¨ªan una ¡°ciudad abierta y compartida¡± con supervisi¨®n internacional sobre los recintos religiosos. El plan de partici¨®n de 1947 incluye el Corpus Separatum, que designa una supervisi¨®n de la ONU, pero no convence hoy. Hay redactadas nueve propuestas sobre el municipio y 17 sobre la ciudad vieja.

Refugiados: 760.000 palestinos fueron expulsados en la Nakba, la cat¨¢strofe de 1948, hoy convertidos en m¨¢s de cinco millones de refugiados dispersos por Gaza, Cisjordania, Siria, L¨ªbano y Jordania. Otra resoluci¨®n, la 194, reconoce su derecho al retorno, aunque hasta los palestinos, m¨¢s all¨¢ de las declaraciones formales, lo entienden imposible. Israel no los quiere en su estado porque pondr¨ªan en peligro su mayor¨ªa jud¨ªa. Propone su vuelta a los Territorios, ya pa¨ªs, o una compensaci¨®n econ¨®mica, que asumir¨ªa la comunidad internacional. Habl¨® de acoger a un grupo simb¨®lico de 50.000. Israel exige, adem¨¢s, el reconocimiento del suyo como un estado jud¨ªo, aunque ahora mismo mill¨®n y medio de ¨¢rabes, en su mayor¨ªa musulmanes, viven en ¨¦l.

Agua: El agua dulce de los acu¨ªferos cisjordanos es esencial para ambos lados. Israel la explota hoy en el Valle del Jord¨¢n hasta en un 80%, dice la ANP, cuando a los palestinos se les raciona. Por eso exige un reparto equitativo.