El caso del caso ¡®mensal?o¡¯ entra con muchas inc¨®gnitas en su fase definitiva

¡°Este juicio, m¨¢s que la condena de personas, es la condena de un modelo pol¨ªtico¡±, ha afirmado el mi¨¦rcoles por la tarde el magistrado Roberto Barboso, que acaba de ser nombrado nuevo miembro del Supremo de Brasil. Lo afirm¨® en la apertura de la ¨²ltima fase del proceso del mensal?o, iniciado hace seis a?os y conocido como el soborno a pol¨ªticos y partidos por parte del Partido de los Trabajadores (PT) para conseguir entre 2003 y 2005, una mayor¨ªa parlamentaria al primer Gobierno del expresidente Lula da Silva.

Seg¨²n Barroso, el juicio se debe ¡°a la incapacidad de la pol¨ªtica institucional de ir al encuentro de los deseos de la sociedad¡±. El magistrado, cercano a las ideas del Partido de los Trabajadores (PT) ha alertado que ¡°o se hace una reforma pol¨ªtica o todo volver¨¢ como antes¡±. Seg¨²n ¨¦l todos estos esc¨¢ndalos forman parte de la ¡°cultura de la corrupci¨®n de la sociedad brasile?a¡± y las instituciones pol¨ªticas ¡°son un reflejo de la sociedad¡±.

El Supremo en su sesi¨®n del mi¨¦rcoles por la tarde rechaz¨® todos los preliminares presentados por los abogados de los 25 condenados a la c¨¢rcel y tambi¨¦n los recursos concretos de los primeros cuatro casos examinados Los pr¨®ximos d¨ªas seguir¨¢n analizando las objeciones a las condenas del resto delos condenados.

El punto m¨¢s delicado y pol¨¦mico es la decisi¨®n que deber¨¢ tomar el Supremo Tribunal Federal (STF) sobre los llamados embargos infringentes que se dan si los condenados tuvieron cuatro votos de absoluci¨®n. En este caso, hay once implicados que tuvieron cuatro votos en contra de su condena, entre los que figuran altos dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) como Jos¨¦ Dirceu, exministro de Lula, el diputado Jos¨¦ Genoino, expresidente del partido, y Jo?o Paulo Cunha, expresidente del Congreso.

El tema es pol¨¦mico porque no existe consenso sobre si el Supremo debe o no admitir que esos condenados puedan tener un nuevo proceso. Estaba previsto en el antiguo reglamento del Supremo, pero m¨¢s tarde desapareci¨® en la nueva ley.

De aceptar esos embargos, once de los procesados podr¨ªan ver disminuidos los a?os de c¨¢rcel a los que fueron condenados, lo que les permitir¨ªa cumplir el resto de la condena en r¨¦gimen semiabierto, durmiendo en la c¨¢rcel y trabajando durante el d¨ªa en una colonia agr¨ªcola.

Una de las acusaciones a nueve de los reos fue la de ¡®formaci¨®n de cuadrilla¡¯ ¨C una figura jur¨ªdica que acusa a por lo menos a cuatro personas de ponerse de acuerdo para cometer un delito - que no tuvo el consenso de todos los miembros de la Corte. En el caso mensal?o, Dirceu, por ejemplo, fue acusado de formado parte de una cuadrilla para sobornar al Congreso.

La sociedad sigue con atenci¨®n las posibles decisiones de los magistrados ya que, de admitir dichos recursos, se abrir¨ªa el proceso para esos once de los 25 condenados con un nuevo instructor y un nuevo relator, lo que podr¨ªa suponer m¨¢s a?os de discusi¨®n y espera y hasta la prescripci¨®n de los cargos.

Los magistrados afirman que, en su decisi¨®n, no se dejar¨¢n influenciar por el ¡°grito de la calle¡± que pide que los condenados ingresen ya en la c¨¢rcel como hab¨ªa solicitado desde el principio el Fiscal General Roberto Gurgel, que acaba de jubilarse. Sin embargo, algunos de los magistrados que se hab¨ªan ya demostrado favorables a aceptar un nuevo proceso para esos once condenados, han empezado a replantearse su posici¨®n, seg¨²n ha informado el diario Folha de S?o Paulo. Una de las inc¨®gnitas es la postura que tomar¨¢n dos nuevos magistrados del Supremo nombrados recientemente por la presidente Dilma Rousseff para sustituir a los dos que acaban de jubilarse y que actuar¨¢n por primera vez en sus puestos.

Todo el proceso, con sus discusiones y tomas de decisi¨®n de los miembros del Supremo, est¨¢ siendo retransmitido desde la tarde de este martes por televisi¨®n.

La primera parte de esta ¨²ltima parte del proceso deber¨ªa ser breve y resolverse en el plazo de un par de semanas. Se trata s¨®lo de analizar algunos puntos que, seg¨²n los abogados de los reos, no quedaron claros y presentan contradicciones. Los magistrados consideran que se trata m¨¢s bien de una maniobra para ganar tiempo antes de que sus clientes ingresen en prisi¨®n.

M¨¢s complejo ser¨ªa si la Corte decidiera aceptar el examen de los embargos,ya que supondr¨ªa rehacer de nuevo el proceso para esos once condenados.

Los pol¨ªticos del PT condenados en el mensal?o siempre han considerado el proceso como un ¡°juicio pol¨ªtico¡± contra el expresidente Lula da Silva, aunque ¨¦ste acaba de admitir que su partido ¡°ha podido cometer errores¡± y podr¨¢ ¡°seguir cometi¨¦ndolos¡±, pero que no por eso dejar¨¢ de seguir siendo el mayor partido de izquierdas de Am¨¦rica Latina.

Un nuevo caso de corrupci¨®n

Justo en esta fase final del esc¨¢ndalo del mensal?o la prensa ha sacado a la luz otro presunto esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que esta vez golpea al mayor partido de la oposici¨®n, el PSDB. Se trata de lo que ya ha sido apellidado de trensal¨¤o, porque se refiere a las acusaciones de formaci¨®n de cartel de varias empresas en las licitaciones del metro de S?o Paulo y de los trenes del servicio p¨²blico. Las acusaciones, a¨²n sin probar, apuntan que pudo haber connivencia en la licitaci¨®n y propinas a favor de los que ocupaban desde el a?o 2000 hasta la actualidad el Gobierno del Estado de S?o Paulo, en manos del PSDB. El PT ya ha pedido que se cree una investigaci¨®n parlamentaria para estudiar el caso.

La reapertura del juicio del mensal?o ha coincidido con las nuevas manifestaciones callejeras del martes en S?o Paulo convocadas por 22 entidades exigiendo que se examinen los contratos de licitaciones de las obras del metro y de los dem¨¢s transportes p¨²blicos de la ciudad, despu¨¦s del ¨²ltimo esc¨¢ndalo levantado por la alemana Siemens en relaci¨®n con las licitaciones en la construcci¨®n del metro.

El problema se ha agravado porque, al parecer, esas licitaciones a trav¨¦s del presunto cartel tuvieron lugar en cinco Estados del pa¨ªs y en obras licitadas por el gobierno federal. Todo ello ha hecho que la fase final y decisiva del mensal?o se haya te?ido de una tensi¨®n especial y que la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica est¨¦ ahora especialmente puesta en las decisiones del Supremo.