Merkel desata la pol¨¦mica al visitar Dachau en plena campa?a electoral
La canciller ha sido el primer jefe de Gobierno alem¨¢n en visitar el campo de concentraci¨®n
Primero el campo de concentraci¨®n y, un cuarto de hora m¨¢s tarde, un mitin electoral en una carpa cervecera. Angela Merkel ha sido la primera canciller federal de Alemania en visitar el campo de concentraci¨®n nazi de Dachau, junto a la localidad del mismo nombre situada unos 20 kil¨®metros al noroeste de M¨²nich. Otra novedad de la cita ha sido su coincidencia con el ¨²ltimo mes de campa?a para las generales del 22 de septiembre, en las que Merkel se presenta a la reelecci¨®n con la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU). Tras recordar a las v¨ªctimas y reunirse con supervivientes en el campo, la canciller ha hablado del Holocausto tambi¨¦n en el acto festivo posterior. ¡°No puede haber un contraste mayor¡±, ha asegurado. Ha recordado que ¡°el campo de concentraci¨®n tambi¨¦n estaba entonces a cuatro pasos de Dachau; el que quer¨ªa, pod¨ªa ver y o¨ªr¡± lo que pasaba con sus presos: ¡°por eso es importante que no vuelva a suceder, que no volvamos a mirar a otro lado¡±.
El padrino pol¨ªtico y antecesor democristiano de Merkel en la Canciller¨ªa, Helmut Kohl, particip¨® en actos festivos parecidos en Dachau en 1990, pero no visit¨® el recinto conmemorativo. Muchos pol¨ªticos conservadores de la Uni¨®n Social Cristiana (CSU), partido hermano de la CSU en el land de Baviera, tuvieron durante d¨¦cadas una relaci¨®n tensa con el antiguo campo de concentraci¨®n, donde murieron m¨¢s de 40.000 personas entre jud¨ªos, presos pol¨ªticos y otros represaliados del r¨¦gimen nazi. Fue el primer campo de concentraci¨®n que levantaron y se convirti¨® en uno de los m¨¢s c¨¦lebres tras la liberaci¨®n de 1945. Hasta aproximadamente el cambio de siglo, los l¨ªderes locales de la CSU se distanciaron del museo, financiado con fondos del land a partir de 1965. Un pol¨ªtico socialcristiano de Dachau lleg¨® a proponer en los cincuenta la voladura de lo que quedaba de los edificios originales.
Tras recordar a las v¨ªctimas y reunirse con supervivientes , la canciller habl¨® del Holocausto en un acto festivo posterior
Las cr¨ªticas a la canciller por su visita a Dachau vienen ahora del centroizquierda. Renate K¨¹nast, l¨ªder de Los Verdes, critica lo que considera ¡°una combinaci¨®n inadmisible¡± de actos electorales y homenaje a las v¨ªctimas del Holocausto. Seg¨²n ha reprochado K¨¹nast a Merkel en unas declaraciones al diario Leipziger Volkszeitung, ¡°el que se toma en serio la memoria de semejante escenario del horror no hace una visita as¨ª en periodo electoral¡±. El historiador Wolfgang Benz, especialista en la ¨¦poca nazi, lamenta que la visita ¡°se produzca tan tarde¡±. Para Benz, la ceremonia ha dado ¡°la impresi¨®n de ser algo de paso¡±.
La presidenta de la Comunidad de Culto Israelita en M¨²nich y expresidenta del Consejo Central de los Jud¨ªos en Alemania, Charlotte Knobloch, defiende en cambi¨® la decisi¨®n. Considera Knobloch ¡°encomiable que la canciller aproveche una estancia en la regi¨®n¡± para ver el complejo conmemorativo.
La visita de Merkel ha tenido lugar a las siete menos cuarto de la tarde, entre sendos actos electorales en las localidades de Erlangen y Dachau.
Dachau es el ¨²nico campo de concentraci¨®n que funcion¨® durante los 12 a?os de dictadura de Hitler. Sirvi¨® de modelo para el sistema de exterminio organizado en la Alemania nazi. Se cree que su primer comandante, el general de la SS Theodor Eicke, tuvo la idea de decorar el port¨®n de entrada con la inscripci¨®n infame ¡°El trabajo os har¨¢ libres¡±. Merkel ha dicho que el acto ha respondido a una invitaci¨®n de Max Mannheimer, jud¨ªo superviviente de Theresienstadt, Auschwitz y Dachau. El pintor y escritor de 93 a?os ha considerado ¡°un honor¡± que la canciller aceptara la cita. La ha recibido junto al presidente del Comit¨¦ Internacional de Dachau, Pieter Dietz de Loos. Merkel ha depositado una corona de flores ante el monumento conmemorativo. La directora del centro, Gabriele Hammermann, y el propio Mannheimer la han guiado por varias salas de Dachau. Merkel ha hablado de su ¡°sentimiento de verg¨¹enza y conmoci¨®n¡±. ¡°No se trata¡± ha admitido, ¡°de una cita f¨¢cil¡±.
La visita a Dachau se encuadra en una tradici¨®n de los l¨ªderes democristianos alemanes, desde el primer canciller Konrad Adenauer hasta el presidente Richard von Weizs?cker, de protagonizar gestos de cercan¨ªa hacia Israel y los jud¨ªos en Alemania. Pero el rechazo que la visita puede provocar en los sectores m¨¢s derechistas de la CSU y la CDU permite dudar de su valor como maniobra electoralista.
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