Los expertos coinciden en que las im¨¢genes son las de un ataque qu¨ªmico
La agresi¨®n coincide con la visita de los inspectores de armas qu¨ªmicas de la ONU
¡°Es extra?o que el ataque se produjera a 15 minutos en coche de donde se alojan los inspectores de armas qu¨ªmicas de Naciones Unidas [que llegaron el domingo al pa¨ªs]¡±, se?ala Dina Esfandiary, especialista en el arsenal qu¨ªmico sirio del Instituto Internacional de Estudios Estrat¨¦gicos (IISS) de Londres. ¡°Es un momento muy extra?o¡±, coincide el analista sueco Aron Lund. El cu¨¢ndo y el d¨®nde del ataque con armas qu¨ªmicas contra la poblaci¨®n civil del barrio de Duma en Damasco, que seg¨²n los rebeldes sirios ha causado 1.300 muertes, resulta desconcertante para los expertos. Y este desconcierto contribuye a alimentar la duda acerca de si el r¨¦gimen de Bachar el Asad ha usado armas qu¨ªmicas contra su poblaci¨®n o no.
Seg¨²n los rebeldes sirios, el ataque caus¨® ayer 1.300 muertes
Una duda en absoluto balad¨ª. Esa fue, precisamente, la l¨ªnea roja establecida por el presidente de EE UU, Barack Obama, cuando el 20 de agosto de 2012 afirm¨® que ¡°el uso de todo tipo de armas qu¨ªmicas¡± supondr¨ªa el punto de no retorno para El Asad. No obstante, la l¨ªnea roja que Washington se autoimpuso ya fue traspasada parcialmente en dos ocasiones. La primera, el pasado 19 de marzo en el ataque contra la ciudad de Khan el Asal, en el norte del pa¨ªs. Tras el asalto, que caus¨® al menos 27 muertos y 100 heridos, varios testigos relataron c¨®mo un gas hab¨ªa provocado irritaciones oculares y problemas respiratorios entre la poblaci¨®n. La segunda fue el 25 de marzo. Opositores denunciaron el uso de armamento qu¨ªmico por parte del Ej¨¦rcito cuando rodeaban una base militar en la localidad de Adra, cerca de Damasco. Murieron dos milicianos y unos 23 resultaron heridos.
La violaci¨®n de la l¨ªnea roja fue considerada parcial porque los ataques no fueron a gran escala. Aun as¨ª, el 13 de junio Washington sub¨ªa el tono por boca del viceasesor de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, al afirmar que ¡°muestras fisiol¨®gicas e informes de m¨²ltiples fuentes dentro de Siria coinciden con la exposici¨®n de armas qu¨ªmicas, incluido el gas sar¨ªn¡±. Las palabras de Rhodes est¨¢n en l¨ªnea con la analista del IISS. Esfandiary confirma que ¡°Siria tiene el mayor arsenal de armas qu¨ªmicas de Oriente Pr¨®ximo¡±. No hay duda del potencial mort¨ªfero del arsenal sirio. Lo que sigue sobre la mesa es si ayer fue empleado, y Lund confiesa no haber visto ¡°ninguna evidencia¡± de ello.
Adem¨¢s, Esfandiary menciona que ¡°los s¨ªntomas [mostrados por las v¨ªctimas] no se corresponden con el uso de sar¨ªn y gas mostaza, sustancias importantes en las reservas de Damasco. Quiz¨¢s haya sido una mezcla de agentes, o un potente agente para disolver manifestaciones. Ha habido envenenamiento por asfixia, pero no est¨¢ claro qu¨¦ se us¨® para causarla¡±.
Amy Smithson, del centro James Martin para la No Proliferaci¨®n, cuestiona las pruebas aportadas por la Casa Blanca e introduce otro elemento de duda. ¡°EE UU no ha proporcionado evidencias que descarten que los rebeldes est¨¦n detr¨¢s de los ataques de marzo¡±. Jean Pascal Zanders, del Instituto Europeo de Estudios de Seguridad, secunda el escepticismo de Smithson. ¡°Pr¨¢cticamente no hay detalles sobre la procedencia de las muestras¡± que Rhodes emple¨® como base para sus conclusiones, lo que hace ¡°imposible evaluaciones independientes¡±.
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