Una nueva generaci¨®n reclama la vigencia del sue?o de Martin Luther King
Miles de personas celebran en Washington el 50 aniversario del hist¨®rico discurso de Martin Luther King
![Participantes de la marcha conmemorativa acceden al National Mall este s¨¢bado en Washington.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/IWRCDGHYX266I3Q6IVKJHW4T4Y.jpg?auth=e6d74e6fdd118b86474ef8e7643ada1fb74633581fba23ca0c681ef036a2ccd5&width=414)
Una nueva generaci¨®n de l¨ªderes y activista negros ha regresado este s¨¢bado al lugar en el que hace 50 a?os Martin Luther King pronunci¨® su discurso I have a dream para recordar que su misi¨®n sigue inacabada, que el movimiento por los derechos civiles tiene hoy nuevos objetivos y que es preciso seguir trabajando por la igualdad.
¡°Nuestra generaci¨®n no puede permanecer sentada, disfrutando de los m¨¦ritos y las glorias pasadas¡±, ha dicho ante decenas de miles de personas concentradas en el monumento a Lincoln, en la gran explanada del centro de Washington, Cory Booker, alcalde de Newark (New Jersey), candidato dem¨®crata al Senado y uno de los m¨¢s brillantes y renovadores dirigentes negros en la actualidad.
El hecho de que Booker sea uno de los pol¨ªticos con m¨¢s futuro en EE UU es, en s¨ª mismo, un reconocimiento del progreso conseguido en este pa¨ªs en el medio siglo transcurrido desde que King pronunci¨® aquellas palabras inspiradoras que se han convertido en parte del evangelio laico de esta naci¨®n, a la altura casi de su texto constitucional. Como lo es la presencia en esta jornada de Eric Holder, el primer fiscal general negro de EE UU. Y como el mi¨¦rcoles lo ser¨¢ la intervenci¨®n de Barack Obama, que ha abierto el camino, no solo a los negros, sino a que los miembros de otras razas, particularmente los latinos, puedan, no ya so?ar, sino a aspirar a ser presidentes.
Nuestra generaci¨®n no puede permanecer sentada, disfrutando de los m¨¦ritos y las glorias pasadas¡± Cory Booker
![Fuente: 'Time'](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4RJACW27QBZRXUT7TPNVAXZ3ZE.png?auth=ece63d45a1102f99b7c6beb1304bdb91d18fdef8ea9d22e1a4f13e54b8920fe4&width=414)
¡°La marcha de hoy no es para recordar el pasado¡±, ha se?alado Holder, uno de los oradores m¨¢s aplaudidos. ¡°La Am¨¦rica que King so?¨® hace 50 a?os no se ha hecho realidad, pero 150 a?os despu¨¦s de la Emancipaci¨®n est¨¢ a nuestro alcance¡±. El Fiscal General ha recordado que a¨²n hay problemas como las restricciones al derecho al voto y pr¨¢cticas discriminatorias que deben confrontarse.
Desde primera hora de la ma?ana, la riada de familias, parejas y grupos organizados venidos de todas partes del pa¨ªs camino del National Mall para celebrar el 50 aniversario del discurso de King ha sido constante. Ancianos en sillas de ruedas, ni?os en carritos, j¨®venes y adultos con pancartas reclamando igualdad de oportunidades laborales y un sistema de justicia justo... Distintas generaciones han coincidido en las inmediaciones del monumento a Lincoln para conmemorar el sue?o de King y recordar que todav¨ªa sigue vivo.
Junto a las viejas leyendas del movimiento negro, especialmente el congresista John Lewis, el ¨²nico superviviente entre los oradores de hace 50 a?os, han marchado este s¨¢bado j¨®venes negros que todav¨ªa se sienten discriminados, no ya formalmente por las leyes y el estado, pero s¨ª cotidianamente por una sociedad en la que se han agudizado la diferencias sociales.
J¨®venes como Sasha Farid, de 16 a?os, que recuerda que ¡°hace 50 a?os se habl¨® de segregaci¨®n y ahora hablamos de prejuicios raciales, pero hay que seguir luchando y so?ando¡±. J¨®venes como Deon Walsh, que acudi¨® con una camiseta con el rostro de Trayvon Martin, cuyo asesino fue declarado inocente este verano y que se ha convertido en el ¨²ltimo s¨ªmbolo del trato discriminatorio que los negros sufren a¨²n de parte de la justicia. ¡°A nuestra generaci¨®n¡±, dice Walsh, ¡°se nos ha apartado, consciente o inconscientemente del movimiento de los a?os sesenta, pero la lucha contin¨²a y somos nosotros quienes debemos de recoger el testigo¡±.
Este s¨¢bado han marchado j¨®venes negros que todav¨ªa se sienten discriminados, no ya formalmente por las leyes y el estado, pero s¨ª cotidianamente por una sociedad en la que se han agudizado la diferencias sociales
A Trayvon Martin ha aludido tambi¨¦n Martin Luther King III, el hijo del c¨¦lebre pastor, para advertir de que ¡°este no es el tiempo de una conmemoraci¨®n nost¨¢lgica¡± de la obra de su padre, sino una oportunidad para volver a escuchar sus palabras y contrastarlas con una realidad todav¨ªa injusta, en vivienda, en educaci¨®n, en salud, en alimentaci¨®n, en oportunidades. ¡°Su sue?o est¨¢ lejos de ser alcanzado¡±, sentenci¨®.
Acompa?ado de toda su familia, Glenn Forsythe explica a sus hijos la importancia del movimiento por los derechos civiles y las consecuencias que ha tenido para ellos, varias generaciones despu¨¦s. "La injusticia, en cualquier parte, es una amenaza para la justicia en todas partes", dice citando a King. "Estamos aqu¨ª no s¨®lo como afroamericanos. Venimos para unirnos con los hispanos, los asi¨¢ticos, la comunidad gay y todos los blancos para defender lo que es justo para todos".
"Quiero que mis hijos vean el legado de Martin Luther King", explica Jeffrey Byrd mientras camina con su hija. "Quiero que sepan lo importante que fue la lucha de sus ancestros y que todos, en alg¨²n momento, nos hemos apoyado y beneficiado del trabajo de otros"
Entre los asistentes se encontraban algunos de los manifestantes que hace cinco d¨¦cadas acudieron a la capital para escuchar por primera vez a King. "Hace 50 a?os estaba exactamente aqu¨ª", cuenta John Terry, 74 a?os, de Carolina del Norte. "Desde entonces ha habido muchos cambios, pero queda mucho por hacer. El sue?o de King no se ha cumplido, pero ha ayudado".
La del s¨¢bado ha sido una jornada de celebraci¨®n de la minor¨ªa negra que, indudablemente, oculta algunas de las responsabilidades de los propios negros en su desventaja actual respecto a otras razas
Una de las quejas actuales de los afroamericanos tiene que ver con las reformas electorales hechas en varios estados con el objetivo evidente de reducir la influencia del voto de las minor¨ªas. Como dec¨ªa uno de los manifestantes, James McDowel, ¡°s¨¦ que mi voto todav¨ªa cuenta, pero cada vez cuenta menos¡±.
Entre quienes se han dirigido desde las escalinatas del monumento a Lincoln a las m¨¢s de 100.000 personas congregadas en el Mall se encontraban los familiares de Trayvon Martin, defensores de los derechos civiles y el primo de Emmett Till, un joven negro de 14 a?os que en 1955 fue secuestrado y linchado por haberse dirigido a una mujer blanca en un restaurante. Tras la tanda de discursos, que se ha prolongado desde las ocho de la ma?ana hasta casi las dos de la tarde, todos los congregados se han dirigido hacia el monumento a Washington, en una repetici¨®n de la marcha que hace 50 a?os encabez¨® King.
La del s¨¢bado ha sido una jornada de celebraci¨®n de la minor¨ªa negra que, indudablemente, oculta algunas de las responsabilidades de los propios negros en su desventaja actual respecto a otras razas. Pero el recuerdo de la persecuci¨®n y la humillaci¨®n sufridos por esa comunidad en el pasado es tan brutal que, en conciencia, nada puede exponerse ahora como matiz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.