La dimisi¨®n del ministro de Exteriores de Brasil refuta a los opositores bolivianos
La renuncia de Patriota cambia la interpretaci¨®n de que la fuga de un senador boliviano fue organizada por las altas esferas del Gobierno brasile?o
La renuncia de Antonio Patriota del Ministerio de Exteriores de Brasil, como consecuencia del viaje clandestino que hace poco organiz¨® un diplom¨¢tico brasile?o de segundo nivel para hacer escapar de Bolivia a un senador considerado por el Gobierno de Morales como un ¡°criminal¡±, refut¨® a los opositores bolivianos que en las horas previas hab¨ªan sostenido que este ¡°escape¡± fue organizado por las altas esferas del Gobierno brasile?o, con el claro prop¨®sito de mostrar a ¨¦ste en abierta discrepancia con su hom¨®logo boliviano. Tambi¨¦n refut¨® al propio fugado, Roger Pinto Molina, quien desde Brasilia agradeci¨® por su libertad ¡°a la presidenta Dilma Rousseff¡±.
Por el contrario, los peri¨®dicos brasile?os, le¨ªdos en La Paz en estos d¨ªas, informaron que Rousseff se enfad¨® con Patriota cuando supo del incidente, lo que ocasion¨® la dimisi¨®n de ¨¦ste y su traslado a Nueva York, donde ocupar¨¢ el cargo de embajador ante la ONU. Poco antes Ytamaraty (que es como se conoce a la canciller¨ªa brasile?a) hab¨ªa iniciado una investigaci¨®n a su encargado de Negocios en Bolivia, Eduardo Saboia, quien llev¨® a Pinto Molina de La Paz al Brasil el pasado fin de semana. Saboia dijo a la televisi¨®n que hab¨ªa actuado de motu proprio e ¡°inspirado por Dios¡±, porque estaba harto de la falta de acci¨®n de su pa¨ªs en este caso y porque el senador, que llevaba 452 d¨ªas encerrado en una habitaci¨®n a lado de su oficina, se hallaba ¡°a un paso del suicidio". Tambi¨¦n asegur¨® que no es opositor a Rousseff, que vot¨® por ella en las elecciones.
Que el caso se reduzca a una acci¨®n individual de un diplom¨¢tico compasivo no ha sido una buena noticia para los sectores m¨¢s radicales de la oposici¨®n boliviana que hubieran querido que fuera el Gobierno de Brasil en pleno el que, ¡°rescatando¡± a Pinto Molina, le recordara a Morales la necesidad de respetar los derechos humanos de los disidentes. Pinto Molina obtuvo asilo hace m¨¢s de un a?o porque, siendo senador, se le hab¨ªa encausado en 14 diferentes juicios penales, los cuales adem¨¢s se hab¨ªan organizado poco despu¨¦s de que comenzara a hablar de las supuestas relaciones del Gobierno boliviano con el narcotr¨¢fico. Pese a ello, La Paz se neg¨® a conceder el salvoconducto que necesitaba para salir legalmente del pa¨ªs, lo que convirti¨® al senador en un s¨ªmbolo del supuesto autoritarismo de Morales.
Este giro de los hechos tambi¨¦n explica por qu¨¦ el Gobierno boliviano, que suele reaccionar con intensidad frente hechos como ¨¦ste, que afectan la soberan¨ªa nacional, hubiera actuado ahora con gran mesura. El lunes el canciller David Choquehuanca consider¨® el caso ¡°muy serio¡±, pues crear¨ªa un precedente para que cualquier diplom¨¢tico trasladara drogas o personas a trav¨¦s de las fronteras, y pidi¨® explicaciones a Brasil, pero no retir¨® a su embajador de Brasilia. Y, poco antes, dos ministros del gabinete pol¨ªtico aseguraron que las relaciones bilaterales no ser¨ªan afectadas por el incidente. Pero el indicio m¨¢s interesante en este sentido es que el presidente Morales, quien siempre ha sido el principal protagonista de los debates internacionales, ni siquiera se haya pronunciado sobre lo ocurrido.
Esta prudencia ha llevado a algunos a plantear otra hip¨®tesis, aun m¨¢s complicada, que supone un acuerdo secreto entre ambos pa¨ªses para superar de este modo una situaci¨®n que no pod¨ªan resolver por las v¨ªas convencionales, ya que Bolivia no pensaba retroceder de su negativa a dar el salvoconducto a Pinto, y Brasil no pod¨ªa entregar al senador luego de haberle dado asilo. Sin embargo, la renuncia de Patriota tambi¨¦n echa por tierra esta teor¨ªa, aunque algunos recalcitrantes sigan defendi¨¦ndola con el argumento de que el excanciller no se va a casa, sino a ocupar un excelente nuevo puesto.
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