La decisi¨®n de atacar Siria, pendiente de una justificaci¨®n contundente

Un ataque sobre Siria, que ya puede considerarse como un hecho inevitable, parece condicionado ¨²nicamente por la necesidad de exponer pruebas contundentes sobre el uso de armas qu¨ªmicas con objeto de otorgar la mayor legitimidad posible a una intervenci¨®n que no va a contar con el visto del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Estados Unidos, que junto al Reino Unido y Francia encabezar¨¢ la operaci¨®n, dice que dispone de esas pruebas y que las pondr¨¢ en conocimiento del mundo en breve.

En una entrevista este mi¨¦rcoles por la noche con la cadena p¨²blica de la televisi¨®n norteamericana, el presidente Barack Obama no mostr¨® esas pruebas, aunque dijo que su Administraci¨®n ¡°ha concluido que el Gobierno sirio ha sido el responsable de esto (el ataque de la semana pasada con posible uso de gases t¨®xicos) y, por tanto, tiene que haber una respuesta internacional¡±.

La sombra de la guerra de Irak, que se justific¨® por la falsedad de la existencia de armas de destrucci¨®n masiva en ese pa¨ªs, est¨¢ ejerciendo una presi¨®n considerable sobre los principales actores de este episodio en las horas previas al lanzamiento de los primeros misiles. Ninguno de los tres gobiernos que ejercen el liderazgo quiere repetir los errores pasados, y buscan las mayores garant¨ªas de que la acci¨®n ser¨¢ lo m¨¢s limpia posible, desde el punto de vista militar, y lo m¨¢s justificada posible, desde el punto de vista pol¨ªtico.

Con ese prop¨®sito se est¨¢n identificado los objetivos militares y con ese prop¨®sito el Gobierno brit¨¢nico present¨® este mi¨¦rcoles en el Consejo de Seguridad una propuesta de resoluci¨®n en la que se solicita autorizaci¨®n por ¡°el uso de todos los medios necesarios¡± para proteger a la poblaci¨®n civil en Siria, copiando el modelo que se utiliz¨® en 2011 con Libia.

La resoluci¨®n parece condenada al fracaso, puesto que Rusia, que tiene derecho de veto, ha dejado muy claro que no la va a respaldar. Pero en el debate se intentar¨¢ dejar claro que las potencias occidentales han hecho todo lo posible para que el organismo que mejor representa la voluntad de la comunidad internacional se implique en esta crisis, aunque los tres pa¨ªses m¨¢s involucrados han advertido claramente que no creen necesaria una resoluci¨®n de la ONU para actuar.

Es incierto cu¨¢nto puede ese ¨²ltimo esfuerzo diplom¨¢tico retrasar el inicio de la actividad militar, que se preve¨ªa para antes del final de esta semana. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido a Washington y sus aliados unos d¨ªas m¨¢s. ¡°Dejen que los inspectores concluyan sus cuatro d¨ªas de trabajo, y entonces tendremos que analizar cient¨ªficamente las pruebas y despu¨¦s supongo que tendremos que informar al Consejo de Seguridad para que tome las acciones pertinentes¡±, declar¨® Ban en La Haya. Teniendo en cuenta que los inspectores han cumplido hoy su segunda jornada de actividad en Siria, habr¨ªa que esperar a¨²n varios d¨ªas antes de poder proceder a un voto en el Consejo.

A juzgar por los comentarios de los miembros de la Administraci¨®n norteamericana, no parece probable que se tenga tanta paciencia. "Nosotros vamos a tomar nuestras propias decisiones de acuerdo a nuestro propio calendario¡±, ha manifestado la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf. Washington asegura que dispone de datos obtenidos por sus servicios de inteligencia que demuestran el empleo de gases venenosos fuera de toda duda. Se trata de fotos, filmaciones y grabaciones de comunicaciones entre funcionarios sirios que se le mostraron a Obama el pasado fin de semana y que lo convencieron plenamente de la necesidad de actuar cuanto antes. Esas pruebas o parte de ellas se dar¨¢n a conocer previamente al ataque, quiz¨¢ este mismo jueves.

A partir de ese momento, habr¨¢ otros factores que considerar antes de empezar los bombardeos. Posiblemente, habr¨¢ que esperar a que los inspectores salgan de Damasco, donde podr¨ªan ser objeto de represalias si su estancia coincide con el ataque. Es necesario tambi¨¦n dejar que se pronuncie el Parlamento brit¨¢nico, que ha sido convocado este jueves. Obama no necesita una autorizaci¨®n expresa del Congreso, pero es posible que la Casa Blanca atienda la reclamaci¨®n de algunos congresistas de disponer de m¨¢s datos sobre los planes militares y sus motivos.

Todo eso puede hacerse, desde luego, con cierta rapidez. Este jueves por la noche pueden estar cumplidos esos tr¨¢mites. Funcionarios norteamericanos han transmitido a la prensa cierta precipitaci¨®n para intervenir antes de que el Gobierno de Bachar el Asad pueda utilizar de nuevo armas qu¨ªmicas o de que se desalojen o protejan los objetivos militares m¨¢s importantes, sobre lo que hay noticias de que ya ha empezado a ocurrir.

Este aspecto de las prioridades estrictamente militares es, por razones obvias, el que menos ha trascendido. La Administraci¨®n norteamericana ha explicado hasta ahora que el prop¨®sito del ataque ser¨¢ el de impedir que el r¨¦gimen haga uso de su arsenal de gases venenosos. Para ello, no se pretende destruir los dep¨®sitos de esos gases, que podr¨ªa causar una cat¨¢strofe, sino los sistemas de proyectiles que se utilizan para su transporte, as¨ª como las unidades militares que se encargan de ello. Es decir, se atacar¨ªan centros militares y algunas infraestructuras, como aeropuertos.