El Congreso brasile?o mantiene el esca?o a un diputado condenado
El legislador, a quien el Supremo encontr¨® culpable de corrupci¨®n, lleg¨® esposado al Parlamento
La pol¨ªtica brasile?a vivi¨® ayer una escena in¨¦dita en su historia: el diputado Natan Donadon, condenado por corrupci¨®n a 13 a?os de c¨¢rcel por el Supremo Tribunal Federal (STF), lleg¨® esposado hasta el Congreso para clamar por su inocencia y pedir que le mantuviesen el esca?o. Donadon fue el primer diputado de Brasil condenado en firme y el primero encarcelado despu¨¦s de un proceso que dur¨® 16 a?os. ¡°Dios sabe que soy inocente. No soy ladr¨®n, nunca rob¨¦ nada¡±, dijo en l¨¢grimas ante el plenario y a?adi¨®: ¡°Es inhumano estar en la c¨¢rcel¡±.
Acusado de haberse adue?ado de 8 millones de reales (3,5 millones de d¨®lares) de dinero publico, el diputado suplic¨® a sus colegas que no le quitasen el cargo porque su familia ¡°pasaba por apuros econ¨®micos¡±. ¡°Decid¨ª venir aqu¨ª para contar la verdad que la prensa no cont¨®, ni le interesaba¡±, dijo visiblemente emocionado y a?adi¨® que en los dos meses que lleva preso, su familia y ¨¦l hab¨ªan sufrido mucho.
Donadon cont¨® tambi¨¦n que lo ten¨ªan en la c¨¢rcel ¡°como a un preso com¨²n¡± y relat¨®, intentando conmover a sus compa?eros: ¡°Es muy dif¨ªcil para mi pasar por esto. Estoy aislado, como si se tratase de una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad¡±. El diputado revel¨® que hab¨ªa sido llevado hasta el Congreso, ¡°esposado y en el maletero de un coche policial¡±, lo que consider¨® ¡°inhumano¡± para un congresista.
Ante el Congreso, Donadon cont¨® algunas intimidades de sus dos meses de prisi¨®n. Les dijo que ayer, por ejemplo, para poder terminar de ducharse tuvo que pedir a un colega preso que le prestara unas botellas de agua. E insisti¨® varias veces en su inocencia: ¡°Queridos amigos, yo amo mi profesi¨®n, amo hacer pol¨ªtica. Qui¨¦n sabe cuantas personas culpables andan sueltas por ah¨ª¡±.
¡°Por lo m¨¢s sagrado, no rob¨¦ nada. Dios sabe que soy inocente. Pido, por favor, a la C¨¢mara que me absuelva. Esta casa es independiente. La verdad os hace libres", volvi¨® a implorar citando la Biblia.
El diputado ten¨ªa derecho a una defensa de 25 minutos. Cuando se cumplieron, el presidente del Congreso, Eduardo Alves, le pidi¨® que concluyera. ¡°?D¨¦jale hablar, d¨¦jale hablar!¡±, gritaron entonces varios legisladores. Alves se enterneci¨®. ¡°Puede seguir, entonces¡±, le dijo.
La familia de Donadon estaba presente en un ala lateral de la sala. El diputado abraz¨® primero a su hija Rebeca. ¡°?Perd¨®name, hijita m¨ªa!¡±, le dijo. Abraz¨® despu¨¦s al hijo menor, Nathan, que no resisti¨® y estall¨® en llanto. Por ¨²ltimo, se abraz¨® a su mujer, Ros?ngela en silencio.
Donadon fue incluso aplaudido por algunos diputados, como Carlos Alberto Ler¨¦ira, que est¨¢ procesado por el Consejo de ?tica del Senado.
La legislaci¨®n brasile?a sobre los diputados es contradictoria. El Supremo que conden¨® a la c¨¢rcel al diputado Donadon, determin¨® que perdiese tambi¨¦n el mandato como legislador, algo previsto por la Constituci¨®n para un congresista condenado criminalmente. Sin embargo, la misma Constituci¨®n determina que quien puede quitar el mandato a un diputado o senador es el Congreso, ya que recibi¨® dicho mandato por voto popular.
En el caso de Donadon, la C¨¢mara desobedeci¨® al Supremo y decidi¨® tener la ¨²ltima palabra. El discurso apasionado del condenado contra la dureza de la c¨¢rcel consigui¨® convencer a 131 diputados que votaron a favor de mantenerle el esca?o. Otros 233 votaron en contra, pero como hac¨ªan falta 257 para quitarle el cargo, acab¨® conservando su mandato.
No acab¨® sin embargo ah¨ª la historia. El presidente Alves decidi¨® que Donadon mantuviera su cargo, pero que no pueda ejercerlo mientras est¨¦ preso. Cuando concluya el r¨¦gimen cerrado carcelario, que en Brasil se reduce a un sexto de la pena, algo m¨¢s de dos a?os en su caso. Entonces podr¨¢ trabajar fuera y regresar¨¢ a prisi¨®n solo para dormir y recobrar¨¢ su esca?o, su sueldo y todos los privilegios que ten¨ªa antes.
Al conocer el resultado de la votaci¨®n, Donadon volvi¨® a emocionarse y exclam¨®, antes de regresar a la c¨¢rcel: "Dios me ha ayudado".
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