Maquiavelo y el uso de la fuerza

Hace ahora exactamente 500 a?os, un diplom¨¢tico florentino que se hab¨ªa visto obligado a exiliarse en su hacienda toscana de San Casciano in Val di Pesa apart¨® unos cuantos proyectos que ten¨ªa entre manos para tratar de ganarse el favor de Lorenzo el Magn¨ªfico con un peque?o tratado con consejos para mantener el poder. Tuvo escaso ¨¦xito con los M¨¦dicis ¡ªdicen que Lorenzo, cuando recibi¨® la obra, apenas le dedic¨® unos segundos antes de centrarse en unos perros de caza que le ofrecieron en la misma audiencia¡ª, pero su libro se convirti¨® en el m¨¢s influyente, le¨ªdo y analizado tratado de ciencia pol¨ªtica. Uno de los temas centrales de El Pr¨ªncipe de Maquiavelo es la relaci¨®n de los gobernantes con el uso de la fuerza, sus ventajas e inconvenientes. Ahora, con el baile diplom¨¢tico en torno a Siria, el maquiavelismo vuelve a la primera fila porque no hay ninguna decisi¨®n tan importante para un pr¨ªncipe como el uso de la fuerza armada.

Otro libro, tambi¨¦n influyente (aunque mucho menos, claro), galardonado con el Pulitzer en 2002, cuando el mundo debat¨ªa la invasi¨®n de Irak, tambi¨¦n resulta muy ¨²til para tratar de entender lo que ha ocurrido estos d¨ªas. Se trata de A problem from hell. America and the age of the genocide (Un problema infernal: Am¨¦rica en la era del genocidio) y su autora es Samantha Power, que entonces era una profesora de Harvard y ahora es la embajadora de EE UU en Naciones Unidas, uno de los cargos m¨¢s importantes de la diplomacia estadounidense. La conclusi¨®n de este muy documentado ensayo, que repasa la relaci¨®n de la superpotencia con los horrores del siglo XX incluso antes de que Raphael Lemkin acu?ase el concepto de genocidio (una mezcla de la palabra griega genos, raza, y la latina cide, asesinato), es que Estados Unidos nunca ha actuado en pol¨ªtica exterior por problemas humanitarios sino por intereses propios (puro Maquiavelo, vamos). Power recuerda una frase del expresidente George H. Bush cuando empez¨® la guerra de Bosnia: ¡°Estados Unidos no tiene ning¨²n perro en esa pelea¡±.

Tras a?os de horrores sin nombre en la ex Yugoslavia ¡ªcomo ha ocurrido en Siria¡ª, una salvajada excepcional ¡ªSrebrenica, el mayor crimen de guerra cometido en Europa desde el estalinismo¡ª desencaden¨® una acci¨®n militar de Occidente, con la oposici¨®n de Rusia, que desemboc¨® al final en un proceso de paz patrocinado por Washington (?c¨®mo en Siria?). Cuatro a?os despu¨¦s, Milosevic desencaden¨® una oleada de limpieza ¨¦tnica en Kosovo, en un claro desaf¨ªo a Occidente. Un gran debate estall¨® en el seno de la Administraci¨®n Clinton: ?Qu¨¦ hacer? ¡°M¨¢s all¨¢ del sufrimiento de los albaneses, la amenaza a la credibilidad estadounidense era un factor crucial para convencer a Clinton para actuar¡±, escribe Power, quien recuerda una declaraci¨®n del propio presidente: ¡°Le he dado muchas vueltas a este asunto. Estoy convencido de que los peligros de no actuar son inferiores a los de actuar, peligros para personas indefensas pero tambi¨¦n para nuestros intereses nacionales¡±. Son frases que se pod¨ªan haber pronunciado en esta crisis (de hecho, Kerry dijo el viernes algo muy parecido), como tambi¨¦n una famosa cita de El Pr¨ªncipe: ¡°Nada causa tanto la estima de un pr¨ªncipe como las grandes empresas y dar particular ejemplo de s¨ª mismo¡±.?