Obama gana el apoyo de los principales l¨ªderes republicanos para atacar Siria

Barack Obama ha obtenido el respaldo del presidente de la C¨¢mara de Representantes y principal l¨ªder de la oposici¨®n republicana en el Congreso, John Boehner, para una intervenci¨®n militar en Siria, lo que facilita el apoyo parlamentario a esa operaci¨®n, aunque no lo garantiza, puesto que los actos de indisciplina en la votaci¨®n son frecuentes en ambos partidos y sigue habiendo numerosos congresistas que no comparten la necesidad de actuar.

¡°Voy a apoyar la petici¨®n del presidente para pasar a la acci¨®n, y creo que mis colegas deber¨ªan de apoyarla tambi¨¦n¡±, ha declarado Boehner tras un encuentro con Obama en la Casa Blanca. La l¨ªder dem¨®crata en la C¨¢mara, Nancy Pelosi, que tambi¨¦n ha participado en esta reuni¨®n, ha respaldado, igualmente, la petici¨®n del presidente, lo que no es ninguna sorpresa, pero s¨ª puede servir para que algunos miembros de la izquierda del Partido Dem¨®crata despejen sus dudas sobre la conveniencia del ataque.

M¨¢s importante es el apoyo del n¨²mero dos republicano en la C¨¢mara, Eric Cantor, quien, de una manera algo m¨¢s vaga, se comprometi¨® tambi¨¦n a votar a favor. ¡°Comprendiendo¡±, ha dicho por escrito, ¡°que hay diferentes opiniones en ambos lados, corresponde al presidente defender su caso ante el Congreso y el pueblo norteamericano, y conf¨ªo en que tenga ¨¦xito en esa misi¨®n¡±.

Con apoyo del Congreso, el margen de maniobra militar de Obama crece considerablemente y, con ello, la posibilidad de ser algo m¨¢s audaces y ambiciosos de lo que se confesaba hace pocos d¨ªas

A diferencia de Boehner, m¨¢s centrista y pr¨®ximo al establishment de Washington, Cantor es un representante de la l¨ªnea dura del partido con quien los sectores pr¨®ximos al Tea Party se identifican mejor. Su posici¨®n no es un anticipo de lo que votar¨¢n esos congresistas, pero s¨ª reduce los peligros para Obama y le permite ser optimista de cara al porvenir de su iniciativa en el Congreso.

Todo eso, unido al apoyo expresado el lunes por el senador John McCain, quien, a¨²n con reservas sobre la estrategia de la Casa Blanca, cree que una derrota del presidente ser¨ªa catastr¨®fica, conforma un panorama en el que el ataque a Siria se hace m¨¢s probable y, quiz¨¢, m¨¢s contundente de lo inicialmente esperado.

Con apoyo del Congreso, el margen de maniobra militar de Obama crece considerablemente y, con ello, la posibilidad de ser algo m¨¢s audaces y ambiciosos de lo que se confesaba hace pocos d¨ªas. En su reuni¨®n con los congresistas, el presidente ha explicado que la operaci¨®n militar que se prepara tiene el objetivo de ¡°degradar la capacidad del r¨¦gimen de Bachar el Asad ahora y en el futuro, y, al mismo tiempo, tenemos una estrategia para incrementar la capacidad de la oposici¨®n para permitir que Siria se libere finalmente de la terrible guerra civil y muerte que hemos estado viendo¡±.

Obama ha advertido a los congresistas que es necesario decidir en el Capitolio ¡°con urgencia¡±ya? que el Gobierno sirio est¨¢ moviendo sus recursos militares para hacer m¨¢s dif¨ªcil e ineficaz el bombardeo norteamericano

Esto representa una peque?a escalada sobre los objetivos se?alados hasta ahora, que eran simplemente los de castigar al r¨¦gimen por el uso de armas qu¨ªmicas y mandar una se?al a Siria y a otros pa¨ªses que piensen en la utilizaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva. La Casa Blanca hab¨ªa dicho expresamente que el ataque no busca el cambio de r¨¦gimen de Damasco, algo que hab¨ªan criticado McCain y otros congresistas republicanos. Ahora, quiz¨¢ buscando las simpat¨ªas y los votos de ese sector, se menciona el deseo de que la ca¨ªda de Asad sea la consecuencia ¨²ltima del ataque que se prepara.

Obama ha advertido a los congresistas que es necesario decidir en el Capitolio ¡°con urgencia¡±, en parte provocada por informes del espionaje que dan cuenta de que el Gobierno sirio est¨¢ moviendo sus recursos militares para hacer m¨¢s dif¨ªcil e ineficaz el bombardeo norteamericano. Evidentemente, Asad tiene ahora varios d¨ªas por delante para tomar precauciones o preparar una respuesta. El factor sorpresa, desde luego, ha desaparecido.

?Cu¨¢ntos d¨ªas? Eso es a¨²n dif¨ªcil de calcular. El comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado celebr¨® hoy martes el primer debate sobre el asunto, con la participaci¨®n de los secretarios de Estado, John Kerry, y de Defensa, Chuck Hagel, as¨ª como el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armas, Martin Dempsey. Kerry explic¨® que el prop¨®sito de esta operaci¨®n ¡°no es enviar un mensaje¡± ni destruir por completo el regimen de El Asad, sino reducir al m¨¢ximo posible su capacidad de usar armas qu¨ªmicas. Tampoco se trata de ¡°llevar a Estados Unidos a una guerra en Siria¡±, sino de hacer buena la palabra del Gobierno norteamericano y hacer frente de forma limitada a la amenaza para la seguridad nacional de EE UU que representa el hecho de que un pa¨ªs recurra impunemente al arsenal de armas de destrucci¨®n masiva. El general Dempsey a?adi¨® que los riesgos de la misi¨®n militar han sido cuidadosamente calculados, y que el peligro de da?os colaterales es muy reducido.

Tras el debate en el comit¨¦ de Relaciones Exteriores, el voto de los senadores podr¨ªa llegar en pocos d¨ªas. Pero la mayor parte de los miembros de la C¨¢mara de Representantes est¨¢n todav¨ªa en sus distritos, hablando con sus votantes, recabando, seguramente, datos de una opini¨®n p¨²blica que, seg¨²n todas las encuestas, es claramente reacia a este conflicto. En algunos de esos distritos, los m¨¢s conservadores, votar a favor de Obama en cualquier cosa es sin¨®nimo de perder el esca?o en las pr¨®ximas elecciones, para las que faltan 14 meses. Y esos congresistas volver¨¢n a Washington la pr¨®xima semana, quiz¨¢ con un punto de vista distinto al de sus l¨ªderes.