Cinco candidatos en busca de Nueva York

Hubo gestos de impaciencia, menciones a la familia y m¨¢s acuerdo que enfrentamiento en el ¨²ltimo debate entre los candidatos dem¨®cratas a la alcald¨ªa de Nueva York, celebrado el martes por la tarde en los estudios de WNBC, y organizado por esta cadena The Wall Street Journal y Univisi¨®n. Se acerca la recta final en esta carrera que quedar¨¢ decidida la semana pr¨®xima o el 1 de octubre si hay segunda vuelta, y atr¨¢s quedan m¨¢s de un centenar de foros vecinales y comunitarios.

En este debate televisado Bill de Blasio, ?¨Cque seg¨²n las ¨²ltimas encuestas hechas p¨²blicas ayer lidera la carrera ¨C; el ex congresista Anthony Weiner ¨Ccuyo esc¨¢ndalo sexual en torno a los mensajes de texto que envi¨® con fotos comprometidas a diversas j¨®venes le ha hecho caer en picado ¨C; Christine Quinn ¨Cactual portavoz del grupo en el gobierno de la ciudad, y figura demasiado pr¨®xima a Bloomberg a ojos del electorado¨C; John C Liu ¨Cacosado por una investigaci¨®n federal en torno a la financiaci¨®n de su campa?a¨C; y Bill Thompson ¨Ccandidato negro descendiente de una familia con peso en la rama local del partido¨C trataron de soslayo algunos de los temas m¨¢s candentes que acechan a la ciudad.

Las diferencias, m¨¢s all¨¢ del color de las corbatas de los cuatro hombres en el estrado (del morado de Liu, al azul claro de Blasio, pasando por las rayas de Weiner), quedaron suavizadas. Al fin y al cabo se trata de los candidatos dem¨®cratas, enzarzados en una carrera por alcanzar el liderazgo en una ciudad, baluarte del progresismo de la Costa Este, que curiosamente no ha tenido un alcalde de este partido desde 1989. Doce a?os con Bloomberg y ocho con Guliani suman dos d¨¦cadas de poder en City Hall.

De lo banal a lo personal: el martes todos los candidatos dijeron estar a favor de que se autorice que los alumnos puedan acudir a la escuela con tel¨¦fonos m¨®viles; todos dijeron haber votado por Thompson en los ¨²ltimos comicios locales, que perdi¨® frente a Bloomberg por un estrecho margen; y todos reconocieron ganar m¨¢s de 160.000 d¨®lares al a?o. El acuerdo sobre la necesidad de presionar a Washington para aprobar la ley de reforma de inmigraci¨®n y tomar la delantera si fuera necesario, tambi¨¦n fue un¨¢nime: hay que permitir que los inmigrantes tengan al menos acceso a un carnet para conducir y una tarjeta de identificaci¨®n. Tambi¨¦n defendieron terminar con los cacheos policiales indiscriminados, una pol¨ªtica que han condenado esta semana los tribunales.

La defensa de la clase media en esta ciudad cuyos ¨ªndices de pobreza crecen sostenidamente, ha sido uno de los ejes en la pre-campa?a. En el debate se habl¨® de los v¨ªnculos de estos pol¨ªticos con este segmento de la poblaci¨®n, y de c¨®mo el esfuerzo de sus familias les permiti¨® ascender en la escala social, As¨ª sali¨® a relucir un padre sindicalista que no flaque¨® en las huelgas, en el caso de Quinn o una madre que trabaj¨® largas horas en talleres textiles ilegales, como la de Liu.

El limbo en el que han quedado suspendidos los contratos sin renovar de miles de funcionarios de la ciudad en los ¨²ltimos a?os de la alcald¨ªa de Bloomberg perfila un crudo horizonte de negociaciones con los sindicatos que claman por una subida retroactiva que ascender¨ªa a 7.000 millones de d¨®lares. ?Qu¨¦ pretenden hacer los candidatos en caso de ganar? Blasio subray¨® que las negociaciones no se hacen en campa?a con luz y taqu¨ªgrafos, sino a puerta cerrada; Quinn habl¨® de subidas salariales, s¨ª, pero s¨®lo en la medida en que la ciudad lo pueda costear; Weiner habl¨® de cambiar el sistema de seguro m¨¦dico de estos funcionarios que actualmente cuesta una fortuna a la arcas p¨²blicas y cuyo coste sigue en ascenso; Liu, dijo que ser¨¢ un acuerdo a medio camino entre lo que piden y lo que se puede; y Thompson, que cuenta con la adhesi¨®n del sindicato de maestros, elogi¨® a los trabajadores p¨²blicos y habl¨® de renegociar los contratos.

En los planes para ajustar el presupuesto y ampliar la base de recaudaci¨®n rechazaron un¨¢nimemente la subida de impuestos en la propiedad, algo que Bloomberg increment¨® en un 18% con el voto a favor de Blasio, Quinn y Liu, justo despu¨¦s del 11 de septiembre cuando inaugur¨® su tenencia. Y en cuesti¨®n de educaci¨®n, otro de los frentes m¨¢s delicados y pol¨¦micos, los candidatos dem¨®cratas se mostraron contrarios al sistema de asignaci¨®n de fondos en funci¨®n de la evaluaci¨®n por medio de tests de las escuelas p¨²blicas y se?alaron a los grupos externos que han actuado como consultores en esta materia como un gasto innecesario. El ¨¦nfasis para Blasio debe ser puesto en las guarder¨ªas y actividades post escolares. Weiner quiere acabar con el cierre de colegios y Quinn subir la inversi¨®n p¨²blica en las aulas.

John C Liu, jug¨® el papel m¨¢s combativo y agresivo, denunciando las reglas que han dejado fuera del debate a los candidatos dem¨®cratas (Sal Albanese y Erick Salagado, cuyas campa?as no han logrado recaudar $250.000 d¨®lares y contar un 7% de apoyo en las encuestas, ni tienen fondos por encima de 1.250.000 d¨®lares). Tambi¨¦n plant¨® cara a las sospechas que pesan sobre la financiaci¨®n de su campa?a. Anthony Weiner hizo las veces de pacificador y sali¨® en defensa de unos y otros, de Liu por sus cuentas y de Blasio por apoyar la subida del impuesto de propiedad. Quinn repiti¨® siempre que tuvo ocasi¨®n que The New York Times apoya su candidatura.

El pr¨®ximo martes estos mismos candidatos estar¨¢n pendientes de los resultados que arrojen las urnas. Las ¨²ltimas encuestas sit¨²an a Blasio como favorito con cerca de un 43% de los votos, algo que le permitir¨ªa evitar una segunda vuelta, (que se celebrar¨ªa el 1 de octubre) y concentrar toda la energ¨ªa en los comicios del 5 de noviembre. Pero las cosas en Nueva York, ya se sabe que cambian r¨¢pido. A estas alturas en 2001 nadie apostaba por Bloomberg, y si bien Blasio ha logrado adelantar a la escasamente popular Quinn por la izquierda, y Weiner despu¨¦s de ser favorito cay¨® a golpe de foto en ropa en ropa interior; las dudas sobre los planes concretos de este candidato no acaban de estar despejadas.