Pa¨ªses aliados y enemigos de Bachar El Asad se preparan para el ataque
Crece el temor entre los vecinos de Siria ante una regionalizaci¨®n del conflicto en Oriente Pr¨®ximo
Los aliados y opositores de Bachar el Asad en Oriente Pr¨®ximo han tomado ya posiciones y se preparan ante las consecuencias de un ataque de Estados Unidos contra el r¨¦gimen. De momento, quien m¨¢s ha sufrido la expansi¨®n del conflicto ha sido L¨ªbano, con diversos ataques en los meses recientes contra objetivos sun¨ªes y chi¨ªes. El grupo que controla su Gobierno, Hezbol¨¢, ha luchado por El Asad en suelo sirio, y ha convertido a su pa¨ªs en escenario secundario del conflicto. Quien m¨¢s comprometido se ve, sin embargo, por las posibles represalias del acorralado r¨¦gimen es Jordania, aliado de Estados Unidos como lo son Turqu¨ªa e Israel, pero que no cuenta con el respaldo de la Alianza Atl¨¢ntica del primero o los sofisticados sistemas de protecci¨®n del segundo.
La participaci¨®n cada vez m¨¢s abierta de Hezbol¨¢ en la guerra civil siria ha causado ya violencia dentro de L¨ªbano. El mes pasado, dos atentados contra mezquitas sun¨ªes en Tr¨ªpoli provocaron 42 muertos. Las autoridades presentaron posteriormente cargos contra cinco hombres cercanos al Gobierno de El Asad. En julio, un coche bomba ya hiri¨® a m¨¢s de 50 personas en los suburbios al sur de Beirut, feudo de Hezbol¨¢. Si cae El Asad, caer¨¢ uno de los nodos en el eje chi¨ª que une a Ir¨¢n con Hezbol¨¢, empleado para la transferencia de fondos y armamentos.
Irak, por su parte, tiene su propio historial de ataques sectarios. El ¨²ltimo atentado, el mi¨¦rcoles, con coches bomba, mat¨® a 60 personas. El Gobierno de Nuri al Maliki ha mantenido un perfil bajo respecto a Siria, en un complejo equilibrio, dado que muchos de los yihadistas que se enfrentaron a EE UU tras la invasi¨®n de 2003 han cruzado la frontera para sumarse a la oposici¨®n sun¨ª a El Asad. Este ha destacado su presencia en el conflicto para defender que se enfrenta a ¡°terroristas¡±.
En la zona, uno de los m¨¢s s¨®lidos aliados de El Asad ha sido Ir¨¢n, que tradicionalmente ha proporcionado armamento avanzado y adiestramiento en su manejo a las tropas oficiales sirias. Israel y varios legisladores norteamericanos esperan que un ataque a Damasco sirva tambi¨¦n de advertencia al r¨¦gimen de los ayatol¨¢s, que mantiene en marcha su programa nuclear, pese a las sanciones internacionales. Esta semana, seg¨²n la agencia Fars, el l¨ªder supremo Al¨ª Jamenei dijo que "EE UU est¨¢ equivocado respecto a Siria y es seguro que sufrir¨¢, como en Irak o Afganist¨¢n". Varios oficiales norteamericanos han interpretado esas declaraciones y otras similares como amenaza de represalias si el r¨¦gimen de El Asad cae. En una entrevista en agosto, Ali Jafari, comandante de la Guardia Revolucionaria dijo que un ataque militar a Siria podr¨ªa conllevar la "destrucci¨®n inmediata" de Israel y abrir¨ªa un "nuevo Vietnam" para EE UU.
En la cadena de aliados norteamericanos, Jordania es el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil. Comparte 375 kil¨®metros de frontera con Siria y acoge a un contingente militar estadounidense. En noviembre de 2011, su rey, Abdal¨¢ II, dijo que El Asad ¡°deber¨ªa apearse¡±. Hoy, su ret¨®rica es mucho m¨¢s cautelosa. El primer ministro, Abdal¨¢ Ensour, dijo esta semana que la soluci¨®n al conflicto deber¨ªa ser ¡°pol¨ªtica¡±. El reino ha vivido sus propios conatos de primavera ¨¢rabe, pero una pol¨ªtica reformista de la corona ha neutralizado a los opositores.
En Jordania hay 700 soldados del Cuerpo de Infanter¨ªa norteamericano. Seg¨²n Joseph Trevithick, analista en Global Security, ese contingente ¡°se desplegar¨ªa solo en Siria en el caso de que el Estado se derrumbe y exista el deseo de asegurar los arsenales de armas qu¨ªmicas u ofrecer ayuda humanitaria¡±.
Israel, por su parte, ha mantenido un escrupuloso silencio ante el conflicto, pero ha dejado clara su postura con tres ataques, en enero y mayo, en los que destroz¨® arsenales de misiles que hab¨ªan sido enviados por Ir¨¢n a Hezbol¨¢. El mensaje era claro: sea cual sea el resultado de la guerra y los favores que El Asad le deba a sus socios en Teher¨¢n o Beirut, no permitir¨¢ el traspaso de armamento sofisticado que comprometa su seguridad.
¡°Se podr¨ªa ver un ataque de esa naturaleza en Siria de nuevo si tras un ataque norteamericano El Asad intenta transferir misiles a Hezbol¨¢, o si esas armas caen en manos de rebeldes hostiles¡±, opina Eyal Zisser, experto en Siria de la Universidad de Tel Aviv. Respecto a los opositores, a?ade que ¡°muchos israel¨ªes opinan que al menos a El Asad ya le conocen, y es un mal menor¡±. De hecho, desde la guerra de 1973, la frontera de Israel en los Altos del Gol¨¢n, ocupados a Siria, ha sido una de las m¨¢s estables, su tranquilidad solo interrumpida por el reciente despliegue all¨ª de rebeldes islamistas que han secuestrado a cascos azules.
Las posibles represalias de El Asad contra Israel, por ser el m¨¢s firme aliado de Washington en la zona, ¡°implicar¨ªan graves p¨¦rdidas para Siria¡±, seg¨²n Yoram Schweitzer, exjefe de la secci¨®n de Antiterrorismo Internacional en las Fuerzas de Defensa de Israel. ¡°Un ataque, a¨²n limitado, a Israel, garantizar¨ªa, seguramente, el final del r¨¦gimen de El Asad¡±, a?ade.
Turqu¨ªa ha sido uno de los mayores abogados del cambio pol¨ªtico en Siria, y ha apoyado ampliamente a los rebeldes en su causa, dejando incluso a sus mandos operar dentro de sus fronteras. Se lo puede permitir, pues es miembro de la OTAN, y cuenta con el respaldo del Ej¨¦rcito norteamericano ante cualquier agresi¨®n. En sus fronteras hay desplegadas seis bater¨ªas de misiles Patriot en prevenci¨®n de un posible ataque de El Asad. Esa protecci¨®n no la ha aislado completamente de ataques. En mayo, un atentado con coches bomba en su frontera caus¨® 46 muertos.
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