La guerra hunde la econom¨ªa siria
La posibilidad de un ataque dispara la inflaci¨®n m¨¢s de un 200% El r¨¦gimen no puede importar bienes b¨¢sicos como harina, trigo, az¨²car y arroz
En Siria, tras 30 meses de conflicto, hasta la econom¨ªa es de guerra. El gobierno intenta garantizar el abastecimiento de alimentos b¨¢sicos en las partes del pa¨ªs que controla, pero no puede producir el suficiente trigo, az¨²car o arroz. Sus intentos de importar esos bienes en las pasadas semanas han sido infructuosos. Damasco no tiene con qu¨¦ sufragarlos, m¨¢s all¨¢ de fondos congelados en Europa o Norteam¨¦rica. Naciones Unidas estima que 600.000 sirios, dentro del pa¨ªs, necesitan ayuda humanitaria urgente, de la que el r¨¦gimen s¨®lo garantiza algo m¨¢s de la mitad. Y la posibilidad cada vez m¨¢s remota de un ataque norteamericano ha disparado los precios y lleg¨® a provocar un m¨¢ximo de inflaci¨®n de m¨¢s del 200%.
Empleando el indicador del cambio de la libra siria al d¨®lar en el mercado negro, el profesor de econom¨ªa aplicada en la Universidad Johns Hopkins Steve Hanke ha estimado que, desde que Estados Unidos comenz¨® a plantear la posibilidad de un ataque, la inflaci¨®n ha llegado a un pico del 257%. Hanke, director del Troubled Currencies Project del instituto Cato de Washington, ha detectado c¨®mo los altibajos del conflicto afectan a la cotizaci¨®n de la moneda. Cuando la Casa Blanca decidi¨® someter a votaci¨®n del congreso un posible ataque, la libra se reforz¨®. ¡°Sirve de indicador de qu¨¦ es lo que los sirios esperan que suceda. Si prev¨¦n un desenlace negativo, se dispara la inflaci¨®n¡±, dice Hanke.
La pol¨ªtica monetaria en un contexto de conflicto influye tambi¨¦n en la inflaci¨®n. ¡°El gobierno sigue gastando dinero, en subsidios alimentarios, como el del pan, y, adem¨¢s, en sus campa?as militares¡±, explica Hanke. ¡°Mientras, las fuentes de financiaci¨®n escasean. No hay casi ingresos por tasaci¨®n, porque no se puede recaudar impuestos. Ante la imposibilidad de emitir deuda, por las sanciones internacionales, el gobierno ordena al banco central que imprima m¨¢s dinero, lo que, finalmente, acaba incrementando la inflaci¨®n¡±.
El lunes, el r¨¦gimen emiti¨® una oferta de compra de 135.000 toneladas de arroz, despu¨¦s de que otro concurso se cerrara el 25 de agosto sin lograr una licitaci¨®n. Ampli¨®, adem¨¢s, el plazo de otra oferta para comprar 276.000 toneladas de az¨²car. Damasco ha tenido problemas para comprar tambi¨¦n harina y trigo, porque s¨®lo puede pagar con fondos inmovilizados en el extranjero por las sanciones, que para ser descongelados necesitan el permiso del gobierno correspondiente, un farragoso proceso que espanta a los comerciantes.
Lentamente, los exportadores de Jordania han reducido a cero la venta de productos agr¨ªcolas a Siria, eminentemente por los cortes en las v¨ªas de suministro terrestre, que les han ocasionado p¨¦rdidas econ¨®micas. La situaci¨®n dentro de Siria, cuyo Producto Interior Bruto es de 55.000 millones de euros, es de extrema necesidad. Hay cuatro millones de desplazados internos, y la Oficina de las Naciones Unidas Para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios estima que 600.000 requieren ayuda urgente. El gobierno sirio mantiene que el coste de atenderlas ser¨ªa de 1.000 millones de euros, de los que s¨®lo ha podido garantizar un 57%.
El gobierno no s¨®lo ha mantenido sus subsidios sobre pan y gasolina, los ha ampliado a otros productos como t¨¦ y trigo. Esas subvenciones cubren entre un 25 y un 40% del precio de los bienes. ¡°No queda claro cu¨¢nto de esos subsidios alcanza a la poblaci¨®n¡±, explica la analista Farah Halime, directora del sitio web Rebel Economy, que analiza los efectos econ¨®micos de la ¡®primavera ¨¢rabe¡¯. ¡°En muchas ocasiones esos subsidios no cumplen su fin y acaban produciendo pr¨¢cticas corruptas como la reventa en el mercado negro a consumidores desesperados. Los sirios est¨¢n recurriendo a ese mercado negro, pagando precios mucho m¨¢s altos¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Inflaci¨®n
- Bachar el Asad
- Importaciones
- Guerra Siria
- Siria
- Ayuda humanitaria
- Crisis econ¨®mica
- Primavera ¨¢rabe
- Guerra civil
- Cooperaci¨®n y desarrollo
- Crisis humanitaria
- Indicadores econ¨®micos
- Coyuntura econ¨®mica
- Revoluciones
- Protestas sociales
- Cat¨¢strofes
- Pobreza
- Comercio exterior
- Oriente pr¨®ximo
- Malestar social
- Bienes consumo
- Asia
- Conflictos pol¨ªticos
- Desastres
- Partidos pol¨ªticos